OPINIÓN Marcelo Falak* 05/08/2024

La era de Javier Milei: la interventora de Karina Milei opera sin cargo ni contrato en la Cancillería

Letra P contó este domingo una serie de curiosos entretelones recientes de la antipolítica exterior del gobierno de Javier Milei, una de las áreas más discutidas de la gestión, lo que no es poco decir. Uno de los aspectos mencionados es la actuación de la abogada ultracatólica Úrsula Basset como virtual interventora en todo lo que toque la agenda valórica del dogma ultraderechista hoy empoderado.

Basset, impuesta por Karina Milei según diversas fuentes consultadas, se dio un rol estelar, pero fallido, en la preparación y desarrollo de la reciente Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la que se esforzó por torpedear la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, en especial los ítems vinculados al cuidado ambiental y a los derechos humanos, particularmente los de mujeres y minorías de género.

Sus malos modos, alejados de las prácticas diplomáticas, fueron reprochados por las delegaciones de varios países, por caso la de México.

El pedido de informes de Unión por la Patria

La novedad es que el bloque de Unión por la Patria en el Parlamento del Mercosur obtuvo respuesta oficial de la Cancillería a su pedido de informes sobre el cargo y las atribuciones de Basset.

La respuesta resultó sorprendente: no hay allí ningún registro de ella, lo que implica que todo lo actuado –sus intromisiones, su bajada de línea, sus videoconferencias de varias horas con directores de área...– resultó informal, irregular, paralelo y ajeno a todo registro.

La Casa tuvo –¿tiene?– una interventora fantasma.

Argentina es, debe serlo, un país importante. Sería bueno que los encargados de la conducción de su diplomacia actuaran en consecuencia y dejaran de rifar una tradición muy rica en la materia.

 

 

* Para www.letrap.com.ar