Con el hambre no se jode señores concejales
Es primordial aclarar que estoy absolutamente en contra de las compras directas sin un proceso licitatorio. Creo que la institucionalidad no debe dar paso a la sospecha, pues esta socava la confianza pública. El intendente Leonardo Viotti tuvo el tiempo necesario para abrir un proceso licitatorio, y es fundamental que explique detalladamente por qué llegó a esta instancia en la que resulta apremiante encontrar una solución "inmediata" a una problemática tan dura que, por encima de todo, golpea con fuerza a los sectores más vulnerables y necesitados de la sociedad. Viotti se equivocó y deberá fundamentar ese error. Las explicaciones ofrecidas ayer en el Concejo por Germán Bottero y Gabriel Cáceres no alcanzan ni dejan satisfecho a nadie. Sin embargo, hay necesidades que van mucho más allá de la política, y los políticos llegaron a sus cargos para brindar soluciones a la gente, no para pasarse la vida peleando por intereses personales.
En Argentina hay pobreza y necesidades. Recién comenzamos a poder sacar la cabeza del agua, pero la tenemos en el cuello. El kirchnerismo nos dejó literalmente en la lona; eso tampoco se puede desconocer. Rafaela forma parte de esta dura realidad, no es una isla, que nadie se equivoque. Hoy, los concejales peronistas de Rafaela se aferran a las instituciones y se auto declaran campeones de las mismas, cuando hace poco menos de dos años votaban a Luis Castellano todo lo que éste pedía, y poco les importaba la institucionalidad.
Lo que está en juego es la alimentación de un sector de la sociedad rafaelina muy necesitado; no se puede mirar para otro lado. Los concejales peronistas tienen la obligación de acompañar el pedido del intendente. Que hagan todos los discursos que deseen y lo expongan como quieran, pero que no se hagan los "San Martín", pues todos en Rafaela sabemos como han votado hace poco tiempo.
Las necesidades de alimentos no pueden esperar; por ello, más allá de los errores de previsión del intendente Viotti y la falta de apoyo de los concejales peronistas, existe la posibilidad de acudir a la instancia judicial. Mediante un Recurso de Amparo y una Medida Cautelar, debería ser la justicia la que autorice al intendente a adquirir alimentos para proveer a estos sectores tan vulnerables que no pueden soportar los errores de uno y las especulaciones políticas de otros.
Con el hambre no se jode señores concejales.