La política vial en Rafaela no existe y el encargado del área es ineficiente
Es vital que una ciudad como Rafaela, que se caracteriza por su crecimiento demográfico y económico, implemente una política vial seria y responsable, especialmente considerando el aumento en la movilidad urbana y la diversidad de vehículos que circulan en sus calles. La infraestructura vial es un componente clave para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, y, lamentablemente, la gestión del intendente Viotti ha mostrado serios deficiencias en este aspecto. La falta de atención a esta problemática se traduce en un aumento significativo de accidentes, algunos de los cuales han resultado en lesiones graves y, trágicamente, en fatalidades.
A lo largo del año, se ha documentado un incremento alarmante en el número de accidentes de tránsito. Este fenómeno no es aislado, sino que refleja una tendencia preocupante que podría y debería haberse evitado a través de la implementación de medidas adecuadas y programas de prevención. La ausencia de un plan cohesivo y estructurado ha permitido que los accidentes se produzcan de manera constante, poniendo en riesgo la vida de peatones y conductores por igual. Los datos estadísticos sobre accidentes en Rafaela revelan no solo una falta de atención, sino también una alarmante desestimación de la importancia de la seguridad vial.
Es un hecho que hemos señalado en diversas ocasiones: la actual administración se ve más motivada por cuestiones políticas y electorales que por abordar los problemas reales que enfrenta la comunidad. Esta desconexión entre el gobierno local y las necesidades de la población es preocupante y muestra una falta de liderazgo comprometido con la seguridad y el bienestar ciudadano. Los problemas que afectan a Rafaela deben ser prioridad, y no relegados a una segunda posición en favor de intereses personales o políticos.
La solución a esta crisis no tiene que ser complicada. Existe un amplio repertorio de expertos en seguridad vial que podrían aportar conocimiento y estrategias efectivas para el desarrollo de una política integral en la materia. No es necesario restringirse a profesionales locales; el mundo contemporáneo ofrece la posibilidad de consultar y contratar expertos de diferentes regiones que han demostrado su capacidad para implementar soluciones efectivas en otras ciudades con características similares. Este enfoque permitiría un intercambio de ideas y experiencias, enriqueciendo así el desarrollo de una política que responda a las necesidades específicas de Rafaela.
Es esencial que el intendente Viotti reconozca la urgencia de esta situación y actúe en consecuencia. La vida de muchos ciudadanos está en juego, y la inacción puede tener consecuencias trágicas y evitables. Las políticas viales no solo deben enfocarse en la infraestructura, sino también en la educación y concientización de los conductores y peatones, así como en la implementación de medidas de regulación más severas. La seguridad vial debe ser vista como una prioridad que trasciende la agenda política momentánea, convirtiéndose en un compromiso serio con la comunidad.
Rafaela merece un liderazgo que no solo escuche, sino que también actúe ante los retos que presenta la movilidad urbana. La vida de sus habitantes, el futuro de sus niños y la reputación de la ciudad misma están en riesgo, y es hora de que la administración se comprometa a trabajar por una Rafaela más segura y responsable en cuestiones viales.