POLÍTICA Carlos LAMIRAL

Reforma laboral: cómo funcionará el nuevo fondo que le transferiría al Estado el costo de la indemnización

El Gobierno busca aliviar a las empresas reduciendo el costo del despido, uno de los ejes centrales de la reforma laboral que enviará al Congreso para tratar durante las sesiones extraordinarias. En ese sentido, se prevén dos tipos de fondos cuya finalidad es financiar total o parcialmente las indemnizaciones, según se desprende del nuevo borrador del proyecto conocido la semana pasada.

Uno de ellos ya se conocía y, por cómo quedaría redactada la ley, prácticamente nacería muerto. Se trata de los fondos de cese laboral, similares a los que rigen en el sector de la construcción, donde el empleador deposita todos los meses un aporte en una cuenta a nombre del trabajador.

El otro es el Fondo de Asistencia Laboral (FAL), que ayudará a la empresa a costear indemnizaciones. Lo importante del FAL es que el Estado va a terminar financiando despidos de empresas privadas con recursos que van al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).

 

Cómo funcionan los fondos de cese

Ese fondo no solo se activa cuando el empleado es despedido. También se podría usar en caso de que un trabajador decidiera renunciar a la empresa donde está contratado. Incluso, es tan amplia la reglamentación del régimen que el dinero acumulado por una persona a lo largo de su vida laboral podría servir como un complemento de su jubilación normal.

A lo largo de este año, el Gobierno fue elaborando todas las reglamentaciones necesarias para que el producto, que en rigor es un seguro, pudiera ser comercializado. La idea ha sido impulsada por el ministro de Desregulación, Federico Stursenegger.

La Comisión Nacional de Valores (CNV) ya aprobó las regulaciones para los fondos comunes de inversión que podrían recibir estos fondos de las aseguradoras: la característica más importante es que el dinero es inembargable. Del mismo modo la Superintendencia del Seguro emitió los reglamentos correspondientes.

Es de reconocer que, hasta el momento, no hubo expresiones a favor o potencial demanda, ni de las empresas, ni de los sindicatos. Y si se mira el texto de la reforma, prácticamente la idea puede nacer muerta. El artículo 51 cuyo texto sustituye el 245 de la ley de contrato de trabajo dice: “Mediante convenio colectivo de trabajo, las partes podrán sustituir el presente régimen indemnizatorio por un fondo o sistema de cese laboral cuyo costo estará a cargo del empleador”. Por interpretación del texto, la ley indicaría que no pueden convivir los dos sistemas para que elija el empleado. Básicamente plantea que si hay acuerdo de partes entre sindicatos y cámaras patronales “se podrá sustituir” el régimen básico basado en los años de antigüedad. El texto no dice, al menos de manera expresa, que el empleado haga la elección.

 

Cómo funciona el Fondo de Asistencia Laboral (FAL)

El otro fondo tiene un nombre poco feliz, FAL, porque remite al tradicional fusil que usan las Fuerzas Armadas Argentinas (FAA). Se trata del Fondo de Asistencia Laboral. Su denominación elimina el término “despido”.

En este caso se trata de un fondo del empleador con una cuenta propia donde irá depositando todos los meses el equivalente a 3 puntos del porcentaje que habitualmente deposita en ANSES para la jubilación del trabajador.

Ese dinero, que también podrá ser invertido en los fondos comunes especiales, servirá para financiar total o parcialmente eventuales despidos que tengan que hacer las empresas.

Según señala el Blog del Contador, la administración de los FAL “estará sometida a controles de ARCA, CNV, ANSES y el Ministerio de Capital Humano”. “Se imponen sanciones severas para empleadores que utilicen indebidamente los fondos o elijan entidades en las que tengan participación. Además, quienes integren el FAL tendrán una reducción de tres puntos en contribuciones patronales al SIPA, sujeta al cumplimiento periódico de los aportes obligatorios”, indica el sitio especializado.

En otros términos, el Estado va a ayudar a las empresas a financiar una parte de los despidos.

Fuente: Ámbito