Mucho ruido y pocas nueces

El Concejo Municipal de Rafaela tiene mayoría de Concejales de Cambiemos: todos macristas y defensores del modelo neoliberal del gobierno que hundió literalmente al país tras cuatro desastrosos años en los que se pagó las consecuencias de dirigentes insensibles que le dieron la espalda al pueblo en pos de obtener beneficios propios. Rafaela no fue la excepción.

El actual Concejo cuenta con mayoría macrista, o de Cambiemos, para el caso da lo mismo, de nada sirve.

Desde 2017 esa mayoría no contribuyó en nada al bienestar de la ciudad, todo lo contrario, cobran mucho y hacen poco, casi nada... cobran mucho

El Concejo es chato, sin ideas, sin iniciativas, de vuelo bajo y con dirigentes, salvo honrosas excepciones, que buscan "salvarse" desde el Concejo sin pensar en la gente.

Son muy pocas las iniciativas del Concejo en forma autónoma, casi se podría decir que nada hicieron por su propia cuenta para mejorar la ciudad.

La mayoría de los proyectos presentados son de "relleno" , queriendo demostrar un trabajo que en realidad no lo es. Salvo honrosas excepciones como dijimos anteriormente.

Que el oficialismo esté en minoría tendría que ser una oportunidad única de debate y un dique de contención para la toma de desiciones inconsultas y a merced de los gustos del ejecutivo. Sin embargo, la chatura de la oposición, su poco vuelo y la falta de ideas, convierte una oportunidad en un hecho negativo.

La oposición comandada por las apetencias desmedidas de Viotti y Bottero poco hace para enriquecer el debate, más bien está para poner "palos en la rueda" y tratar de esmerilar lo más posible el poder de un Intendente que transita su tercer periodo con las pocas luces que transitó sus dos períodos anteriores.

Quizá el sisne negro sea Lisandro Mársico. Brenda Vimo también lo puede ser, pero hay que parar de contar, no mucho más .

Rafaela está, desde hace muchos años, en piloto automático. Ni oficialismo ni oposición hacen nada para revertir las fallas estructurales que deben ser resueltas para hacer de la ciudad lo que realmente sus habitantes se merecen.

El debate es fundamental en todo sistema Democrático, pero para ello hacen falta dirigentes capaces y acordes a la responsabilidades que la ciudadanía les encomendó. Nada de eso ocurre en Rafaela.

A falta de pan, buenas son las tortas. A falta de un Intendente con ideas, bien vendría un concejo que abra el debate y aporte soluciones. Nada de eso ocurre, así nos va, así nos va a ir.....