No hay doble comando, la que manda es Cristina

El caso Vicentin terminó de dejar al descubierto lo que muchos sospechaban y algunos , principalmente por el amor y respeto a las instituciones, nos empecinamos en no aceptar.

Quien dirige los destinos del país es Cristina Kirchner, la Presidenta de la Nación en los hechos. Alberto Fernández es un gerente que por estos días está ocupado con la panemia y quizá, según como le vaya en ese trabajo que le encomendaron, sea lo único que haga si no da una vuelta de timón a su gestión, pero más a su relación con el kirchnerismo.

Le va a resultar muy difícil obtener la autonomía a quien fue elegido Presidente de la Nación por el voto popular, quizá se convierta en una tarea imposible.

El kirchnerismo duro siempre lo miró con recelo y nunca le perdonó su enfrentamiento con la jefa natural del movimiento.

El matrimonio por conveniencia celebrado para las elecciones nunca existió, jamás se consumó y las consecuencias se están viendo.

El final de la pandemia va a encontrar un país destruido económicamente y seguramente con más  muertos que los pensados, y las facturas se van a querer cobrar

Alberto Fernández perdió la gran oportunidad de construir su propio poder, la pandemia lo trituró y Vicentin se lo comió.

Cristina Kirchner es una "zorra vieja" y sabe esperar el momento para dar el zarpazo, es cuestión de esperar. 

Alberto Fernández ya está condenado, en realidad todo nació cuando aceptó ser un títere de quién criticó y denostó por mucho tiempo, el sabía perfectamente en que se metía, no lo quiso ver, las consecuencias están a la vista.

Cuando se pierde la dignidad es muy difícil volver para atrás , Alberto Fernández la perdió hace más de un año, cuando aceptó un matrimonio por conveniencia en donde había más odio que amor.