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Alfredo Cornejo: “El kirchnerismo desprecia a buena parte de la Argentina productiva, solo le importan los votos del conurbano”

El ex gobernador de Mendoza y actual titular de la UCR Nacional apuntó contra el Gobierno por la gestión de la pandemia, el reparto de recursos y el conflicto por el proyecto Portezuelo del Viento. “Alberto no sabe cómo salir de la cuarentena pero está chocho porque en las encuestas mide bien”, aseguró

POLÍTICA 05/07/2020 Heretz Nivel
ALFREDO CORNEJO

“Mendoza puede ser un país independiente”. La frase retumbó con fuerza en la agenda pública de noticias y anuncios que sobresalen en el mundo de la política nacional. La dijo Alfredo Cornejo, el ex gobernador de Mendoza que en la actualidad es diputado nacional de Juntos por el Cambio, y que preside la Unión Cívica Radical a nivel nacional. Fue una expresión de deseo. Y de fastidio. Surgió como consecuencia de un conflicto que se mantiene en el tiempo por el proyecto hidroeléctrico Portezuelo del Viento y porque advierte que en la Casa Rosada discriminan a la provincia que gobernó hasta hace unos pocos meses.

En una entrevista con Infobae, Cornejo dio definiciones tajantes sobre la gestión de Alberto Fernández, el rol del kirchnerismo en el poder, la causa por espionaje ilegal de ex agentes de la AFI durante el gobierno de Mauricio Macri y el camino que está recorriendo la oposición sin un líder definido.

El mandatario mendocino es una de las voces importantes en Juntos por el Cambio. Y fue, durante los cuatro años del macrismo, un disidente interno en la coalición que formaron el PRO, la UCR y la Coalición Cívica. En este nuevo tiempo resalta la importancia de que la alianza no haya estallado por los aires después de la derrota electoral. Lo define en un puñado de palabras: “Que la oposición esté unida es una condición sine qua non para que en Argentina haya alternancia y equilibrio de poder”.

-¿De dónde nació la idea de que Mendoza debe independizarse que dijo esta semana?

-Fue un reportaje. Estábamos hablando de todos los perjuicios que produce el gobierno nacional en Mendoza, en el reparto de los recursos y, particularmente, en las trabas que le pone a la ejecución de la obra Portezuelo del Viento. En la provincia hay un movimiento que se llama #MendozaExit. El periodista me preguntó por esa idea de salir del país y yo le dije que habría que pensarlo.

-¿Quisiera que Mendoza se separe de la Argentina?

-Hoy no están dadas las condiciones para eso. Nadie de nosotros quiere salirse de este país, pero la verdad es que de la forma en que nos tratan a nosotros y a todo el sistema productivo argentino, deberíamos pensarlo.

-¿Es una opción viable?

-La Constitución no lo permite. Se debería modificar para hacerlo. Lo que es cierto es que el Estado afecta a los sectores productivos y que tiene una vara para distribuir los recursos con amigos y otra distinta para hacerlo con los enemigos.

-¿Cómo afecta esa diferencia que usted denuncia en lo que respecta a la obra de Portezuelo del Viento?

-Resumo la historia. Mendoza tuvo una demanda contra el Estado nacional por los perjuicios de la promoción industrial a las provincias vecinas de San Juan, San Luis, Catamarca y La Rioja. Esa demanda se inició hace muchos años. Durante la gestión de Julio Cobos la Corte Suprema iba a ordenar el pago de esa deuda a la provincia. A esa demanda que hizo Mendoza se adhirió La Pampa. Las dos provincias iban a ganar ese juicio de la promoción industrial.

-¿Y qué sucedió?

-En el 2006 la Corte iba a resolver favorablemente y el presidente (Néstor) Kirchner estaba con una cercanía política muy fuerte con Cobos, que le pide que se pague esa deuda y transar ese juicio. Mendoza le propone una obra de energía que se llama Portezuelo del Viento, generando energía eléctrica y embalsando el agua.

-¿Y dónde entra a jugar La Pampa en este conflicto?

-Como está La Pampa, Cobos hace esta obra, un dique en Mendoza, y un trasvase del Río Grande al Atuel, que es un río interprovincial, que solo pasa por estas dos provincias. En cambio, el Río Colorado pasa por tres provincias más que son Neuquén, Río Negro y Buenos Aires. Entonces, a Mendoza le pagás la deuda con Portezuelo del Viento y a La Pampa le pagás la deuda con el trasvase del Río Grande al Atuel, el río interprovincial que se está secando y que en varias épocas del año el agua deja de llegar a La Pampa y a una parte de Mendoza.

-¿Entonces?

-La Pampa dice que no quiere la obra, sino el dinero. Mendoza quiere la obra y le pide a Kirchner que avance con lo de Portezuelo de Viento. En el 2007 la provincia y la Nación firman un convenio para que el Estado nacional se hago cargo de la obra. En 2008 Cobos se pelea con Cristina (Kirchner) por el conflicto con el campo y el Estado no hizo más nada. Cristina nunca le pagó a Mendoza esa obra y la provincia se quedó con la deuda.

-¿Durante los dos gobiernos de Cristina Kirchner la provincia no recibió financiamiento?

-No. Nunca se pagó ni se hizo la obra. Llegué a la gobernación y le hicimos el reclamo a Mauricio Macri. Logramos un nuevo convenio con un cronograma específico de pago. Firmamos un nuevo convenio e hicimos los trámites para que la obra sea aprobada por el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO). ¿El motivo? El Río Grande es afluente del Río Colorado, que es un río que pasa por cinco provincias. Tenía que tener la aprobación de los cinco gobiernos. Y se necesita que la aprobación sea unánime.

-Y no lograron esa unanimidad.

-La Pampa se negó a autorizar la obra. Buenos Aires, Neuquén, Río Negro y Mendoza votaron a favor. El reglamento plantea ir al laulo con el Presidente. Macri laudó a favor y La Pampa recurrió a la Corte. La Corte ratificó lo hecho por el COIRCO, por el gobierno nacional y por el laudo. Estuvo a favor. Macri pagó dos cuotas de la financiación y Alberto una. Son cuotas que se pagan cada tres meses y son de 18 millones de dólares y 25 millones de dólares, hasta que completar 1023 millones de dólares en cuatro años, que es la deuda con Mendoza.

-Hasta acá la historia favorece a Mendoza. ¿En qué momento cambia?

-Hace dos semanas, el Presidente y “Wado” De Pedro desarchivan el pedido de La Pampa y convocan al COIRCO. Las tres provincias que habían votado a favor con Mendoza se dan vuelta. Votan un nuevo informe de impacto ambiental. La obra beneficia a las provincias río abajo. En particular las inundaciones de Buenos Aires. La provincia tiene un informe contundente de la época de María Eugenia Vidal que marca que embalsar el agua más arriba es favorable. Los técnicos son los mismos que hoy tiene Kicillof.

-¿Por qué se da vuelta esta situación?

-Porque lo da vuelta el gobierno nacional en favor de La Pampa. Previo a ello, el gobernador (Sergio) Ziliotto y el ex gobernador (Carlos) Verna, dijeron: “A nosotros nos cagaba Macri y lo entendíamos, pero que nos cague un compañero, no lo entendemos”.

-Fue una publicación en Twitter que hizo el ex gobernador Verna.

-Exacto. Dieron vuelta la situación.

-¿Cómo dieron vuelta la situación?

-Es una pregunta que no puedo responder yo. Pero es obvio que fue el gobierno nacional. Buenos Aires, Neuquén y Río Negro había aprobado los informe de impacto ambiental y el plan de llenado del dique. Y se dieron vuelta.

-En definitiva, considera que el Gobierno está teniendo animosidad con Mendoza

-Las asistencias a las provincias que ha destinado el gobierno nacional tiene 60 mil millones por los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y 60 mil millones por préstamos. ¿Cómo se distribuyen los ATN y los préstamos? No hay criterio. De los créditos, Tucumán recibe $6 mil millones , Santa Fe recibe $4.600 millones en el medio de Vicentin, Córdoba recibe $4800 millones en esa semana de Vicentin, Santa Cruz recibe $3.000 millones, Chubut recibe $3.000 millones, Neuquén fue asistido con $4 mil millones y Mendoza con $1.900 millones.

-¿Por qué aclara lo de Vicentin?

-Fue en la semana siguiente a la que se presentó el proyecto de expropiación de la empresa. Han tenido muchas idas y vueltas.

-¿Cree que fue una señal para generar un acompañamiento del proyecto?

-Si, por supuesto. Hemos vuelto a los tiempos de billetera y látigo. A lo peor del kirchnerismo. Hemos vuelto sin tapujos. En ese contexto fue que se planteó.

-¿El gobernador Rodolfo Suárez le preguntó a los otros gobernadores por qué se dieron vuelta?

-Si. La respuesta fue en la reunión de COIRCO y fue de Kicillof, que dijo que fue un tema político. Como si eso lo tapara todo. No es un dato menor que La Pampa recibió el dinero del juicio de promoción industrial y Mendoza recibió una promesa, y ahora que se está ejecutando la promesa, se frena.

-¿El gobierno nacional tiene intenciones de perjudicar a Mendoza?

-Categóricamente.

-¿Por qué?

-A este gobierno no le cae bien las diferencias de partidos. No le cae bien que hayamos ganado las elecciones en Mendoza. El kirchnerismo no tiene simpatía por eso.

-Sin embargo, Alberto Fernández trabajó en conjunto con los gobernadores opositores durante toda la gestión de la pandemia.

-Todos los gobiernos trabajan en conjunto. ¿Qué debería hacer? Va de suyo que tienen que trabajar juntos. Ahora, en la distribución de los recursos no estamos contentos con como se está trabajando. El Gobierno apagó la economía por la cuarentena y cayó la recaudación. Los acuerdos de financiamiento obligan a las provincias a no emitir cuasimonedas. Vuelven a depender pura y exclusivamente del que tiene la máquina de hacer billetes, que es el Estado nacional. El Gobierno tiene a todas las provincias a merced porque el único que tiene financiamiento.

-Dijo que el gobierno nacional aplica un federalismo extorsivo. ¿A qué se refirió?

-Pasamos de un federalismo de concertación como el que teníamos, donde las provincias lograron que se liberaran del 15% de ANSES que se les retenía, que se hiciera un plan de infraestructura conjunta, a este federalismo de extorsión. En el medio del combate de la pandemia, la única vía de financiamiento que tienen las provincias es el Estado nacional.

-¿Entiende que el Gobierno discrimina a Mendoza solo por el signo político?

-Absolutamente. El kirchnerismo gobernante, porque este es un gobierno kichnerista, tiene un profundo desprecio por buena parte de la Argentina productiva. Solo le importan los votos del conurbano bonaerense. El resto de nosotros no les importa nada.

-El kirchnerismo es parte de una coalición política que gobierna. También están los gobernadores, el Frente Renovador, los intendentes, los movimientos sociales.

-El que impone las ideas es el kirchnerismo. No los veo tan cómodos a (Omar) Perotti y (Juan) Schiaretti.

-Se refiere a la línea de gobernadores que representan el peronismo más tradicional.

- Pongo nombres: Perotti y Schiaretti. No creo que estén muy conformes con el manejo del gobierno que tiene el kirchnerismo.

-Perotti respaldó la decisión del Gobierno de intervenir y expropiar Vicentin, que fue un hecho político que generó un fuerte impacto en la sociedad. Después presentó un proyecto más moderado.

-Al gobierno de Alberto Fernández, que habla tanto, hay que mirarlo más por los hechos que por las palabras. Fernanda Vallejos dijo en el 2019, entre las PASO y la elección general, que Amado Boudou es un preso político y que tenía que estar libre. Hoy Boudou está en semi libertad, como el resto de los ciudadanos de Buenos Aires, en sus casas. Después dijo que todas las ayudas del Gobierno debería capitalizarlas el Estado en acciones. El Presidente la desmintió y dijo que eran ideas locas. Pero después trajeron el proyecto de Vicentin con la expropiación. Yo tomaría más en serio a los Dady Brieva y a las Fernanda Vallejos.

-¿Está insinuando que anticipan lo que va a pasar?

-Sí. Hay que evaluarlo por los hechos, no por lo que dicen. Porque si es por eso, a veces dicen una cosa y a veces dicen lo contrario.

-Hay gobernadores oficialistas que se manifestaron en contra de la idea de Vallejos. En diálogo con Infobae lo hicieron Gustavo Bordet y Gerardo Zamora. Eso marca que hay dos líneas políticas diferentes en el Gobierno.

-Miremos los hechos. Los hechos son sagrados y las opiniones libres. No sabemos qué pasará con lo de Vicentin. Si se han echado atrás o no. Lo de Boudou se desmintió en el medio de la campaña porque le restaba votos a Alberto.

-Hay una discusión permanente sobre si la conducción del gobierno es de Alberto Fernández o de Cristina Kichner. ¿Cuál es su postura?

-Son una única cosa. (Alberto) se presentó como el moderado que venía a ponerle límites a las locuras de Cristina y no es así. Se usó como táctica electoral para engañar a un conjunto de argentinos que rechazan a Cristina, pero que tampoco querían al gobierno de Macri. Se los sedujo con la figura de un peronista moderado. La verdad es que el programa es de Cristina. No hay un programa de Alberto Fernández.

-¿Le parece que Alberto Fernández no es un peronista moderado o que es un peronista moderado que no puede imponer su postura?

-Hay que juzgar por los hechos al Gobierno. Todo lo que se viene haciendo es lo que plantea Cristina y finalmente se imponen las ideas de ella. Alberto puede servir para un lavado como para un planchado con sus declaraciones. A veces dice una cosa y a veces dice otra.

-Dijo que había un hartazgo del sector productivo. ¿A qué sector o empresa se refiere?

-Las rentas y riquezas de este país la generan determinados sectores. El campo, la agroindustria. El Gobierno en vez de alentarlos a generar más riquezas para tener un Estado inteligente que la distribuye, los alienta a no invertir, a no seguir apostando. Los amedrenta aplicándoles más impuestos y poniéndoles más trabas. Los amenaza con expropiaciones. Ese sector productivo está al borde de una rebelión porque ve que la amenaza está latente. Es obvio que el programa es priorizar el conurbano bonaerense. Cuidan su clientela electoral y desprecian el resto del país. Les importa el cornurbano que es lo que les dio el triunfo.

-Eso sería medirlo solo por una cuestión electoral.

-¿El Gobierno hace cosas de estadistas? ¿Estamos frente a un Estadista? Alberto Fernández no tuvo información adecuada y se perdió dos meses en donde entró el virus. Después no sabe cómo salir de la cuarentena, pero está chocho porque en las encuestas mide bien. Eso no es de un estadista. Hoy en día Argentina necesita un estadista, no uno que siga las encuestas.

-¿El Presidente no es un estadista?

-Un estadista no es el que piensa en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones. Es una definición bastante trillada. Acá siempre se ha pensado en cuidar su clientela electoral.

-¿Rescata algunas decisiones de la gestión de Alberto Fernández en la pandemia?

-El aislamiento social obligatorio era una de las herramientas más usadas en el mundo. Y eso está bien. Pero no digamos que ha sido inteligente porque hasta aquí hemos tenido pocos muertos. Porque paralelamente un estadista requería un equilibrio entre cuidar la economía y cuidar la salud, y que no se murieran los infectados. Y nunca fue planteado así. Un estadista debería haber armonizado la económica y la salud. Recuerdo que Alberto Fernández dijo literalmente “prefiero 10% más de pobres que 100.000 muertos”. Hizo una opción al respecto. Cuando en otros países se ha buscado la armonía entre ambos conceptos.

-Priorizó la salud. Es la posición que defiende él y el Gobierno desde que comenzó la pandemia.

-Un estadista también debería haber visto que la Argentina venía con dificultades económicas severas. Tenía una moneda deteriorada, no tenía financiamiento ni ahorro. Entonces la cuarentena tendría que haber tenido diferentes condiciones. Más que comparar la cantidad de muertos con España, Italia, Alemania, Suecia y Noruega, debería compararse el conjunto de la estrategia, la economía y la salud. Todos esos países tienen ahorro, público y privado, tienen moneda y tienen financiamiento.

-Dice que no le prestaron atención a la economía. Es la crítica permanente de la oposición

-Exacto. Y hoy tenemos un problema enorme. Es un gobierno que todo lo resuelve con el relato. Entonces, cuando tengan un desastre económico van a decir, “tuvimos pocos muertos y este es el gran logro del Gobierno”. Pero está desecha la economía. Y van a decir: “Eso fue la herencia de Macri y la pandemia”. Vamos a ver si la comparación con otros países en economía va a dar diferencias sustantivas.

-¿No es peligroso el relato? El kirchnerismo tenía su relato, Macri tenía el suyo otro. Se pierde el foco de la realidad diaria.

-Todos los gobiernos tienen un relato. Por el contrario. Si a Macri le faltaba algo era una épica. No podás convocar a los argentinos a hacer un ajuste y esperar que las cosas sucedan solas. Macri pensaba que si teníamos una determinada credibilidad las inversiones iban a venir solas y eso no ocurrió. No estoy seguro de que haya habido un relato en el mismo sentido que el kirchnerismo.

-¿Cuál es el relato del gobierno de Alberto Fernández?

-Que nos comparen solo por la cantidad de muertos por Covid-19. Ni siquiera por la cantidad de muertos totales. Porque también está muriendo gente por otras razones.

-Le cambio el foco del tema. Es uno de los dirigentes importantes que tiene Juntos por el Cambio. ¿En qué etapa está la oposición?

-Hemos logrado algo que le molesta mucho al kirchnerismo y es que estamos unidos. Y estar unidos es condición sine qua non para que en Argentina haya alternancia y equilibrio de poder. Que la ciudadanía argentina, si no le gusta este gobierno, tenga a un equipo político preparado para reemplazarlo. Eso se está cumpliendo. Cristina gobernó con una oposición que no estaba unida y eso fue una ventaja para al kirchnerismo. Lo estamos haciendo bien pero no es suficiente. Tenemos que tener una estrategia coordinada. Eso es lo que estamos construyendo.

-¿Horacio Rodríguez Larreta es el actual líder de la oposición?

-No hay ningún líder público de la oposición. Hay una mesa conjunta de trabajo que integran los presidentes de los bloques, los interbloques parlamentarios, Horacio Rodríguez Larreta y los presidentes de los partidos. No hay un líder único y hoy la oposición no podría tener un líder único.

-Existe una necesidad en los espacios políticos de tener un liderazgo que marque la línea de acción. ¿No cree que es necesario construirlo con cierta rapidez?

-Seguro, por supuesto. Yo creo que vamos a llegar al 2023 con un liderazgo único que es probable que lo termine definiendo una primaria abierta, simultanea y obligatoria de todo el espacio política.

-¿Cuál es el rol de Mauricio Macri al día de hoy?

-Hoy por hoy a nosotros no nos sobra nada. Y un ex Presidente no es para despreciar en nuestra posición de oposición. Es una persona valorada por el espacio político.

-¿Está activo? ¿Está cerca de los pasos que da la posición cada día?

-No lo veo haciendo declaraciones y me parece bien, para que el Gobierno no tenga la excusa de polarizar con él, que es lo que busca todo el tiempo. Es parte del relato K tener de enemigo a Macri. Solo a él. Y no ver que esto es un proyecto mucho más sólido de oposición que representa al 41% de los argentinos.

-Se mete la grieta entonces.

-Eso de la grieta no lo entiendo bien. La Argentina tiene derecho a tener dos miradas de país. La grieta fuerte es entre la gente que produce y la gente parasitaria que no produce.

-Me refería a que el Gobierno, según considera usted, busca un enemigo público único para polarizar

-Hoy la verdadera grieta está entre los que producen y le dan riqueza al país, y el sector parasitario que solo la consume. Consume la riqueza que produce un gran sector de argentinos. Esa es la grieta en Argentina.

-¿Cuál es su relación con Macri?

-Siempre fue tensa. Durante el gobierno mis diferencias las expuse en privado y en público. Pero fue una relación respetuosa. Hoy en día sigue siendo la misma. He conversado algunas veces con él en estos seis meses. Charlas sobre impresiones del país que pasó y del país que estamos viviendo.

-¿Le sorprendió la causa del espionaje ilegal de ex agentes de la AFI durante el gobierno de Mauricio Macri?

-Sí. Pero vuelvo a los hechos. Vamos a ver exactamente qué es lo que hay. Es repudiable cualquier tipo de violación a las libertades. Mucho más espiar a las personas por parte del Estado. Es repudiable. Pero quiero que la Justicia independiente y un juez independiente investiguen a fondo y determinen si eso es cierto o no.

-¿Qué lo hace pensar que la causa no se está investigando con independencia?

-Vamos a ver. Porque hasta aquí se hacen cosas con muchísimo estrépito. Vamos a ver que hay detrás. No quisiera ni hacer una defensa de quienes estén acusados, ni tampoco hacer una aseveración de lo contrario, hasta que efectivamente no esté convencido que la investigación judicial es seria y no es una operación de los K. Que ha menudo hacen este tipo de cosas.

-¿Baraja la posibilidad de que toda la causa sea una operación política?

-No descarto nada.

-¿Cómo le impacta a la oposición una causa que todos los días tiene una página nueva?

-Es parte del relato de perjudicar a la oposición. Lo importante es que la Argentina necesita un buen gobierno y no lo está teniendo. Y necesita una buena oposición. Y la unidad de Cambiemos es clave para eso.

-¿Cree en la inocencia de Macri, en que el ex Presidente no estaba al tanto de lo que sucedía?

-Hasta aquí Macri no está ni imputado ni procesado. ¿Por qué deberíamos opinar sobre lo que investigan?

Con información de www.infobae.com sobre una nota de Joaquín Mugica Díaz

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