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Beatriz Sarlo: “No volvió la Cristina que yo creía, pensé que iba a dar un paso atrás más ostensible”

La ensayista subrayó la dificultad que tiene Alberto Fernández para “constituirse como un político de carácter y de temperamento con la Dama detrás”. Elogios a Sergio Berni y críticas a Alicia Castro

POLÍTICA 26/07/2020 Heretz Nivel
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Entrevistada por Luis Novaresio para Animales Sueltos, Beatriz Sarlo señaló dos problemas en el liderazgo de Alberto Fernández: uno menos grave que en su opinión es la comunicación -aunque fue muy dura en sus conceptos- y otro más de fondo que es el obstáculo que representa la sombra de la vicepresidenta a la se refirió todo el tiempo como “la Dama”.

Las frases más fuertes que dejó (y el desarrollo más abajo):

Para el Presidente, terminar de constituirse como un político de carácter y de temperamento con la Dama detrás es muy difícil.

Nos ilusionamos con que Alberto (Fernández) podría hacer un gesto fuerte respecto de la Dama, pero ese gesto todavía no ha tenido lugar.

No volvió la Cristina que yo creía; pensé que iba a dar un paso atrás más ostensible.

El silencio de Cristina es casi más perturbador que sus palabras. Si habla ¿por qué habla?, y si no habla ¿por qué no habla? Quiere decir que el peso de su figura sigue siendo enorme.

Cristina es políticamente muy mezquina, otros líderes dejan crecer a su gente.

Alicia Castro ha sido siempre una fanática. Ni a vos ni a mí nos interesa saber cuál es la posición de Alicia Castro. No tiene poder en el PJ y es una persona poco interesante.

Sergio Berni se maneja con mucha astucia. Puede terminar un reportaje diciendo ‘estoy con el kirchnerismo’, pero hacer pequeñas separaciones de los kirchneristas designados por la Dama, como (Sabina) Frederic.

Habría que conocer las más o menos imperiales relaciones que la Dama tiene con sus seguidores. Quizás Alberto las conoce y por eso le teme tanto.

Alberto no puede aparecer en picoteos de noticias siete veces por día: es el Presidente de la República.

El Presidente, en la modalidad de Trump, manda tuits a favor o en contra de sus seguidores o de sus opositores.

Infectadura es una imagen de una baratura que se compraba en cualquier quiosco.

Beatriz Sarlo aseguró que la figura de Cristina Kirchner sigue teniendo mucho peso y es un obstáculo para que Alberto Fernández se constituya como un político de carácter y temperamento. “No puede resolver el problema con el cual llegó a ser Presidente. Llegó con los votos de la Dama y llegar a Presidente con esa deuda es muy pesado”.

Recordó el ejemplo de Miguel Ángel Juárez Celman, cuya presidencia se desarrolló bajo la sombra del fuerte liderazgo de Julio Argentino Roca, su cuñado, para más datos. “No terminó bien”.

“Todos los que se ilusionaron, que nos ilusionamos -admitió- con que Alberto podría hacer un gesto fuerte respecto de la Dama, (vemos que) ese gesto todavía no ha tenido lugar”.

Señaló que hay “una verdad política”, detrás de la figura de Cristina Krichner, pero difícil de dimensionar. “No sabemos cuánto sigue respondiendo a esa verdad, No sabemos cuántos diputados camporistas responden a la Dama, cuántos senadores, cuanto del Partido Justicialista... pero de todas maneras que nos hagamos la pregunta significa que que todavía la Dama sigue teniendo mucho poder”.

A la pregunta de si los cuestionamientos que recibió Alberto Fernández de parte de elementos de las propias filas oficialistas responden a una iniciativa de la vicepresidenta, Sarlo admitió que es difícil saberlo.

Pero sí apuntó contra la embajadora designada en Rusia, Alicia Castro, que habría perdido el puesto antes de asumirlo por sus cuestionamientos a la política exterior del Presidente.

“Alicia Castro ha sido siempre una fanática en cualquier puesto que ocupara. O sea que es difícil que ella pueda matizar su pensamiento político”, dijo Sarlo y puso como inesperado contraejemplo al secretario de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. “Fijate vos que alguien que uno diría ‘no puede matizar’, sin embargo se maneja con mucha astucia en eso y es Berni. El puede terminar un reportaje diciendo ‘yo estoy con el kirchnerismo’, y en el curso del reportaje hacer pequeñas separaciones de los kirchneristas designados por la dama en el gabinete, como (la ministra de Seguridad, Sabina) Frederic”.

Y volviendo a Alicia Castro, remató: “Nunca ha sido una buena política. Ni a vos ni a mí nos interesa saber cuál es la posición de Alicia Castro. No tiene poder en el Partido Justicialista. Por lo tanto, no creo que alguien que no tiene poder en el PJ y es en sí mismo poco interesante, sea noticia”.

En cuanto a si el Presidente tiene que preocuparse por estas críticas, Sarlo señaló que “habría que conocer las más o menos imperiales relaciones que la Dama tiene con sus seguidores; yo no las conozco, quizás Alberto las conoce y por eso le teme tanto a la Dama”.

Sarlo también criticó la política comunicacional del Presidente, aunque lo consideró un problema menos grave que el anterior. Aun así fue categórica: “Alberto Fernández no puede aparecer en picoteos de noticias siete veces por día: es el Presidente de la República. Ni siquiera es el vocero presidencial, que tampoco debería aparecer en un picoteo de noticias siete veces por día. Es el Presidente de la República, tiene que hablar, aún en estas circunstancias extremas, una vez por semana, sintetizando los logros o los fracasos de esa semana”.

Llamó “micros de televisión” a las intervenciones de Alberto Fernández en los medios que, de tan frecuentes, le hacen perder “toda calidad”.

“No es un gran orador, y a nadie se le puede reprochar que no lo sea”, pero la repetición lo vuelve intolerable, dijo.

“Ni (Jorge) Capitanich cuando era jefe de Gabinete, lo cual es decir mucho… Aparecía una vez por día, temible, pero una vez por día. Alberto, si hiciéramos un relevamiento, aparece no menos de 5 ó 6 veces”, aseguró.

Además de las apariciones en medios, el Presidente también está en redes, acotó, e hizo una comparación incómoda para el progresismo: “El Presidente, en la línea de (Donald) Trump, no ideológica pero sí en esa modalidad, manda tuits a favor o en contra de sus seguidores o de sus opositores”.

“No volvió la Cristina que yo creía, por lo tanto, es una equivocación más en mi vida que ya me va a ser difícil acarrear -se sinceró Sarlo-; yo pensé que iba a dar un paso atrás más ostensible, que iba a dejar que la figura del Presidente se consolidara un poco más”.

Luego señaló que el silencio de CFK “es casi más perturbador que sus palabras”. “Si hubiera estado interviniendo todo el tiempo, uno diría ‘no puede estar interviniendo todo el tiempo’. Como no está interviniendo todo el tiempo, en los medios, uno dice ‘qué pasó que no interviene’”, dijo. Sobre esta paradoja concluyó que “el peso de su figura sigue siendo enorme”.

Sin embargo, señaló que hay cosas de las que Cristina Kirchner se debería ocupar. Por caso, el proyecto de Máximo Kirchner de impuesto a las grandes riquezas, que a Sarlo le parece un gran proyecto. “Su madre (está) en silencio sobre eso…; hay algo de maldad en esta señora”, dedujo.

Cree que eso se debe a la “mezquindad política” de la vicepresidente. “Es políticamente muy mezquina -insistió-; otros líderes dejan crecer a su gente”.

En cuanto a la cuarentena, Sarlo criticó al “sector muy pequeño” que lanzó el término “infectadura”: “Es una imagen de una baratura que se compraba en cualquier quiosco”.

Con información de www.infobae.com

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