Unos chupan tetas, otros nos dan sin vaselina

La conmoción por la "chupadita de teta" de Ameri desnuda la hipocresía de , no solo la clase política, sino la de la población es general.

Todos se rasgan las vestiduras y se horrorizan por la burrada de un idiota impresentable que vaya uno a saber cómo llegó a ser Diputado Nacional. Ayer el horror invadió a muchos que a decir verdad cometen actos mas aberrantes y descalaificadores que lo que hizo este estúpido Diputado Nacional, pero esas mismas personas son las que, y siguiendo con la temática inaugurada por Ameri, se dejan "cojer" día a día por funcionarios mentirosos e inescrupulosos que son capaces de darse vuelta como una media y hacer todo lo contrario a lo que hasta hace poco criticaban y combatíant ,todo sin siquiera ponerse colorados.

 Al fin y al cabo Ameri en su raid televisivo de ayer luego del "tetagate" pidió disculpas, lloró, se puso colorado y al final renunció. Los otros, siguen cobrando sus sueldos, los mismos que pagamos entre todos.

Sergio Massa, por dar un ejemplo, es el Presidente de la Cámara Baja y en su carrera política mintió más que el "lobo a caperucita" y el hombre está al frente de la ¡¡Honorable Cámara de Diputados¡!, ni más ni menos.

Hay otros funcionarios, algunos como el actual Gobernador de Santa Fe Omar Perotti, que votaron el pacto con Irán, es decir que fueron lisa y llanamente unos "cobardes traidores a la patria" como reza el mismísimo texto constitucional, ¡¡y es el Gobernador de Santa Fe y tiene aspiraciones presidenciales!!.

Ni que hablar de la ex presidenta CFK o del mismísimo Presidente de la Nación Alberto Fernández, que hasta hace poco más de un año juraba y perjuraba que Cristina era la peor de todas y ahora es su socia política,se somete a sus caprichos y casi que le da la conducción misma del país.

La lista de los Ameri que le hicieron mucho daño al país es interminable y nadie les pidió la renuncia, quizá sea el momento de expulsar a muchos impresentables, a muchos mentirosos, a estafadores de la política que día a día nos hacen sentir vergüenza ajena y no chupan ninguna teta en público, pero solapadamente y sin vaselina, nos hacen sentir el error imperdonable de haberlos puesto con el voto popular en un lugar que desgraciadamente ocupan.