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Aunque los amenaza con subir las retenciones, el Gobierno genera enormes beneficios a los exportadores en el mercado de futuros

Desde hace meses, los grandes exportadores se habían cubierto con posiciones vendedoras ante los rumores de una devaluación que no sucedió. En consecuencia, hoy recogen grandes ganancias

ECONOMÍA 10/02/2021 Luis Beldi*
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La única estrategia para bajar la inflación , además de los precios máximos y otras medidas de intervención como la de intentar extender el fideicomiso aceitero a otros productos del agro para controlar su precio y exportaciones, es contener al dólar. La mínima devaluación del lunes, mostró un horizonte de dólar atrasado que favorecerá a importadores y perjudicará a exportadores. Pero los importadores, tendrán un beneficio a medias porque hay amenazas de subir los gravámenes de más productos y habrá prohibiciones de comprar otros bienes del exterior.

Es una apuesta electoral. La idea es bajar la inflación antes de las elecciones de medio término y por eso acudieron al congelamiento de tarifas, a recortar aumentos a prepagas y empresas de cable y telefonía y ahora intentan que los convenios colectivos sean menos exigentes en los pedidos de aumentos de salarios.

Con esto se aleja la posibilidad de un acuerdo con el FMI antes de mayo, como esperaban, y se abren demasiados frentes de conflicto con el sector privado porque nada quedará librado a las leyes de la economía, sino a los controles.

El déficit fiscal ya es una anécdota. Mientras congelan tarifas y aumentan subsidios prospera la idea subir el mínimo no imponible a $ 150 mil con lo que aliviarán del impuesto a las ganancias a la clase media y una parte de los jubilados. Es una buena y justa medida. Pero significará más costos y más emisión para sostener a la economía. Pero los que la idearon quieren recuperar los votos que marcaron la diferencia en la elección que llevó a Alberto Fernández a la presidencia.

El lunes, el dólar sufrió una devaluación de 16 centavos a $ 88,17. El lunes de la semana pasada, la devaluación había sido de 33 centavos, es decir del doble. Para tener una idea, en la primera semana de febrero el dólar aumentó 68 centavos contra 78 de la última de enero. Esta semana, probablemente el alza de la moneda de Estados Unidos no supere los 60 centavos y seguirá mermando gradualmente cada semana hasta estar bien por debajo de la inflación. Los que tienen bonos atados a la cotización del dólar están pagando la decisión. De hecho, el AF20, el bono dual, perdió ayer 1,15% de su valor y en lo que va del mes cae casi 10%. Otros bonos dollar linked acumulan bajas de 3%. En las licitaciones del Gobierno de octubre pasado fueron los más demandados y opacaban a los Bonos CER que indexan por el costo de vida que hoy son los más deseados.

El mercado de futuros reflejó esta tendencia y la tasa de fines de mes está por debajo de 50% anual cuando hace poco más de un mes tocaba 80%. Los exportadores, desde hace varios meses, cuando la tasa de futuros alcanzó a 85% anual, se hicieron vendedores de futuro para asegurarse un dólar a un precio conveniente ante los rumores de devaluación. Al no devaluarse y bajar el dólar en todos los fines de mes, hicieron una diferencia tan grande que en el mercado la definieron con la frase clásica: “La están levantando con pala”.

O sea que por un lado el Gobierno perjudica el precio de los que exportan y, por otro, les genera enormes beneficios financieros en la plaza de futuros. Por supuesto, este beneficio lo tienen las empresas exportadoras de granos y oleaginosas, no los pequeños y medianos productores.

En estas circunstancias y ante el temor de que les aumenten las retenciones después de que la soja llegó en Chicago a USD 510 la tonelada, los exportadores se apresuraron a vender las existencias y el volumen en la plaza mayorista aumentó a USD 324 millones. Como los importadores están marcados hombre a hombre, su demanda fue escasa y el Banco Central se hizo de USD 107 millones que contribuyeron a elevar sus reservas en USD 58 millones a USD 39.233 millones.

Los operadores de dólares alternativos tuvieron otro día de fuertes controles, telefonazos y “recomendaciones”, al tiempo que el Banco Central seguía interviniendo con precios absurdos vendiendo en pesos los AL30 que compraba en dólares. La indignación de los operadores en esta plaza es grande, porque los controles no rigen para todos de la misma manera.

Pero el BCRA, con su poder de fuego que cada vez es menor, no pudo evitar que el contado con liquidación que había caído $ 5,63 el viernes, recuperara $ 4,76 (+3.2%) y cerrara en $ 151,90 con negocios por USD 61,2 millones. El dólar MEP o Bolsa, operó USD 38,3 millones, 50% más que el viernes, bajó 12 centavos a $ 149,48 y volvió a un lugar más lógico: cotizar por debajo del contado con liquidación.

El dólar alternativo que es el más real, el del mercado libre, donde los operadores triangulan con el GD30C, tuvo algunos retrocesos. El contado con liquidación que el viernes cerró a $ 156, ayer bajó a $ 155. El dólar MEP, a su vez, cotizó a $ 151, el mismo valor del viernes.

El “blue” o mercado libre, sigue ofertado por los dólares que se fugan del campo. Hay un circuito que envía la soja y otros productos a Paraguay, desde donde se exporta sin retenciones. Los dólares, por supuesto no ingresan a la Argentina, sino que quedan en cuentas del exterior y una parte va al “blue” para hacerse de pesos y afrontar gastos locales. Hay que pagar mucho dinero para mantener a este circuito que necesita de complicidades. Por eso, el “blue” continuó en $ 151, con más vendedores que compradores.

En el Gobierno festejan haber planchado al mercado marginal y no pueden ver que este precio es producto de los dólares que deberían estar en las reservas y que se fugaron para no hacer frente a la exagerada carga de impuestos. En otras épocas el dólar “blue”, cuando bajaba, marcaba que había confianza en la gestión económica. No es este el caso. De todas maneras, el agro les brinda un horizonte de divisas porque a partir de marzo comienzan las liquidaciones de la cosecha gruesa. Salvo que opten por enfrentarse con el campo aumentando las retenciones, puede haber un alivio en las reservas en momentos en que se avecina un fuerte pago al Club de París de USD 2.400 millones que el Gobierno quiere renegociar. Esta cuota corresponde a la negociación que en su momento hizo Axel Kicillof por la deuda de USD 6.500 millones. La idea original era acordar con el FMI antes de abril, fecha de vencimiento del pago al Club de París, para sentar a negociar con más ventaja una extensión de plazos. La Argentina hoy no tiene las reservas suficientes para pagar ese vencimiento.

El primer obstáculo de los pagos de 2021, la deuda de YPF, fue salvado en el fin de semana y las acciones y ADR’s -certificados de tenencias de acciones- de la empresa reflejaron el éxito.

Esta semana se conocerá la inflación de enero y los inversores, con sus colocaciones, anticipan que será elevada. Los plazos indexados crecieron $ 3 mil millones en tres días de febrero, esto representa un aumento del volumen colocado en los bancos de 4,39%. Están creciendo a un ritmo de casi 1% diario contra una caída, en ese lapso, de $ 3.429 millones en los plazos fijos que pagan tasa. Este retroceso es de 0,14% pero si se le agrega la tasa de 3% mensual que pagan, la negatividad es más amplia. El traspaso de los ahorristas desde los plazos fijos a los depósitos indexados es evidente.

 

 

* Para www.infobae.com

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