Quién era el príncipe Felipe de Edimburgo y cómo conoció a la reina Isabell II

Hace unos minutos se conoció la noticia de que el príncipe Felipe de Edimburgo murió a sus 99 años tras luchar durante años con graves problemas del corazón. El esposo de la Reina Isabel II tuvo una vida dura y una familia fuera de lo común.

A pesar de haber estado rodeado de lujos y de una vida fuera de lo común, el príncipe Felipe de Edimburgo no tuvo una familia ideal, ya que tuvo que atravesar muchos momentos difíciles en una infancia solitaria.

El príncipe era uno de los descendientes de la reina Victoria de Inglaterra, la llamada “Abuela de Europa” y bisnieto del rey Christian IX de Dinamarca, apodado “Suegro de Europa” porque sus hijos se casaron con casi toda la realeza del Viejo Continente.
La madre del príncipe Felipe de Edimburgo era una princesa alemana de sangre británica de nombre Alicia de Battenberg, quien había sufrido la muerte de su madre en 1878 durante una epidemia de difteria que mató a sus hijos pequeños.

La bisabuela del príncipe Felipe había cuidado a sus pequeños pero cometió la imprudencia de abrazar y besar a uno de ellos cuando acababa de morir, lo cual provocó que se contagiara y así naciera la expresión “el beso de la muerte”.Aunque vivió en Inglaterra durante casi toda su vida, el príncipe Felipe de Edimburgo nació en Grecia en medio de una familia que navegó entre el trono y el exilio, atravesando guerras, vergüenzas y trágicas muertes familiares.

Su abuelo paterno, el rey Jorge I, fue asesinado en 1913, Constantino (tío de Felipe) fue derrocado y el rey Alejandro I falleció a causa de la mordedura de un mono rabioso dejando una joven mujer viuda y una hija de pocos meses de vida.
A pesar de que muchos creen que estuvo siempre rodeado de dinero, Felipe fue el hijo menor de Andrés de Grecia y Alicia de Battenberg. Sus hermanas mayores eran Margarita, Teodora, Cecilia y Sofía. Las condiciones financieras de la familia real griega eran desastrosas y la princesa Alicia dio a luz a su hijo menor sobre la mesa de la cocina de su humilde casa.

El príncipe y su familia tuvieron un exilio en las peores condiciones, ya que no tuvieron casa, ni dinero, ni siquiera nacionalidad, porque el nuevo gobierno griego les quitó la nacionalidad. Luego de varios años de pobreza, la familia logró instalarse en París, donde ya vivía un tío de Felipe, el príncipe Nicolás, que se ganaba la vida como vendedor en una tienda.

Fuente: revistavanityfair