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Los exportadores de carne deglutidos por La Cámpora: “Primero que coman lxs Argentinxs”

OPINIÓN 23/05/2021 Nancy PAZOS
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Ni Cristina. Ni Máximo. Ni Axel. Mucho menos Guzmán y Massa. Alberto Fernández decidió solito con su alma (y con su interlocutor de turno en ese momento, Matías Kulfas) suspender la exportación de carne vacuna por treinta días. La medida fue tan fuerte e inesperada que el chat de empresarios del sector no durmió la noche del lunes, como reconoció al otro día por radio, el coordinador de la Mesa Nacional de Carnes, Dardo Chiesa.

El Presidente había vuelto el fin de semana de su gira europea con su ego acariciado por sus interlocutores internacionales. Lisboa, Madrid, Paris y Roma fueron una bocanada de aire fresco. Convencido que está bien encaminado para conseguir un acuerdo con el Fondo y el Club de Paris (el próximo miércoles tiene agendado un zoom decisivo con Angela Merkel ) Alberto regresó a una ardida Buenos Aires donde lo esperaba la inflación y la pandemia.


El golpe de fusta del lunes fue el resultado de dos números y una conclusión. 220 pesos es el precio promedio por kilo de venta de carne vacuna a China, según dice el informe que descansa en el despacho presidencial. 650 pesos el kilo es el promedio en las carnicerías argentinas.

Está claro que nadie preferiría exportar para ganar menos que vendiéndola acá. Por lo cual concluir que la aduana es un colador, que los exportadores se pasaron de la raya en la subfacturación y que acá el problema no es con el campo sino con los contrabandistas no es disparatado.

“Los exportadores se fueron al diablo. Es un escándalo este tema”, sentenció Fernandez antes de prohibir la exportación de carne por 30 días, decisión en la que quedó pintado al óleo (se enteró por tv) el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra. ️

24 horas después la pandemia diluía el conflicto del campo de la agenda pública pero no de la centralidad política. Recuperando un fragmento de un discurso de Nestor Kirchner en el 2008 en plena pelea de Cristina y el campo, la Cámpora sacó a sus militantes a pintar la consigna “primero que coman lxs argentinxs” en las paredes de todo el país, en especial del conurbano.

Para la Agrupación juvenil la pandemia fue un golpe letal a su génesis militante. Ellos crecieron al ritmo de la recorrida por los barrios y las movilizaciones. El prolongado encierro, que encima los encontró militando oficialismo, les vedó la calle, su arma central.

Ahora van por las paredes…

Está claro que Alberto se siente mas cómodo en el diálogo que en la confrontación. Tan claro que cuando se hace cargo de una agenda prestada, como fue el caso Vicentín, termina sobreactuando y con resultado esquivo.

Para algunos, esta vez el Presidente volvió a duplicar la apuesta. Pero, en rigor, el diálogo con el sector ganadero no se cortó. Y aunque parece dificilísimo llegar a un acuerdo aún nadie quema las naves.

El tema es por demás complejo. La industria cárnica tiene múltiples actores (el que produce, el que engorda, el que remata, faena, reparte y encima una multiplicidad de bocas de expendio muy disimiles, desde grandes supermercados hasta negocio de barrio). Cada uno de esos eslabones le agregan un costo y una ganancia. Si fuera por practicidad el mantenimiento de locales para que solo vendan carne es un caro invento argentino.

Pero, ¿quién le quita la tradición de ir a elegir el corte perfecto para el asado familiar y negociando el grosor con el carnicero de barrio al argentino medio?

Está claro que esta pelea es parte de una mayor que el Gobierno viene perdiendo por goleada, la inflación. El tema está siendo debatido en todos los ámbitos. Y ahora los ojos vuelven a depositarse en Martín Guzmán. Todos los socios de la alianza gobernante le están reclamando al ministro que se encargue del tema.

A su regreso de Europa el torbellino político a su alrededor que se había desatado por su intento fallido de desplazar a Federico Basualdo empezó a serenarse. No fue por arte de magia. De ambos lados bajó la confrontación.


Guzmán tiene que recomponer con Máximo y con Axel antes de recuperar la confianza de Cristina. Con el primero ya empezó a avanzar. Hubo una reunión para limar asperezas entre dos miembros de la Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque y Rodrigo “Rodra” Rodríguez y dos del ministerio de Economía, Sergio Chodos y Rodrigo Ruete.

En su primer año de gestión Guzmán salió a convencer hacia afuera y al circulo rojo del poder. Recién ahora entiende que tiene que dedicarse a convencer a los propios con el mismo ahínco y dedicación.

Está claro que el ministro no tiene ninguna intención de irse. Así lo explicitó en la reunión a solas que tuvo él mismo con Eduardo “Wado” De Pedro esta semana, un rato después se juntaron para hablar de la coparticipación de la ciudad con Horacio Rodríguez Larreta.

Guzmán tiene que empezar a hablar el idioma político si quiere sobrevivir en la jungla del poder. Nadie duda de su crecimiento exponencial. El problema es que crecer y metabolizar el crecimiento no siempre es lo mismo. Recién ahora, con muchas horas de charla y de autocrítica entendió que atacar a Basualdo era atacar a Cristina.

Anoche, ante la CNN, el propio Alberto dio por finalizado el tema y ratificó que habrá un solo aumento de tarifas este año. Desandar el camino de la indeseada confrontación con la vicepresidenta en la actual estructura de poder será mas difícil que ir arrodillado hasta Luján.

Pero el ministro, dicen sus allegados, tiene un excelente estado físico. Así que al menos lo va a intentar. Por lo pronto no quiere quedar del lado liberal de la grieta.


 

Bonus Track 1

La combinación generó todo tipo de suspicacias: volvió el Clío y volvió la campera de campaña. Así se presentó Carlos Bianco, el jefe de gabinete de Axel Kicillof e histórico chofer del histórico auto con el que el gobernador recorrió la provincia, al control del tráfico post restricciones COVID-19 en el peaje de Hudson ayer a la mañana.

En plena danza de nombres sobre las candidaturas para este año, que el hombre haya desempolvado el merchandising electoral del 2019 no fue poca cosa. Hasta ahora la lista de candidatos a diputados de la provincia de Buenos Aires aún no fue tema de debate en la también reflotada mesa política de los lunes de la provincia de Buenos Aires. Con Bianco ya son dos los jefes de gabinete anotados en las candidaturas que, además, compiten por los suspiros del electorado femenino: él y el jefe de gabinete de Nación, Santiago Cafiero.


 

Bonus Track 2

Lanzado el año electoral volvieron las mesas políticas ordenadoras. Axel, Máximo, Massa, Katopdis, “Wado”, Espinoza, Insaurralde, Ferraresi y Larroque, sin cupo femenino a la vista, se sientan todos los lunes, por lo general en La Plata.

Si bien es el menos afecto a la tertulia política ,“el ruso”, como le dicen sus compañeros al gobernador, los apabulla con datos estadísticos. Al mejor estilo PRO tiene un análisis pormenorizado de toda la provincia. Están seguros que el 40 por ciento lo tienen asegurado. Para el voto blando, dicen, van a tener que seguir militando precios y vacunas.

 

Bonus track 3

Alberto Fernández decidió cumplir los nueve días de confinamiento en la residencia de Olivos. Desde allí trabajará con un equipo ultra reducido y el miércoles mantendrá una reunión bilateral con Angela Merkel por videoconferencia.

Fuente: Infobae

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