Sobran puntos, falta juego

Mientras leo y escucho elogios para el DT por el triunfo y la clasificación, admito que el partido me dejó una sensación extraña. Totalmente distinta a la del duelo contra Uruguay y, para ser sincero, creo que esta vez el juego del equipo dio un paso atrás pese a la victori

Es cierto: Paraguay no le pateó al arco a Emiliano Martínez. Pero ese no puede ser el único foco de análisis. Más allá de lo flojo del rival y de los escasos sobresaltos que sufrió la Selección Argentina, el problema principal fue la cantidad de errores en el manejo de la pelota. Lionel Scaloni amontonó cracks de indudable jerarquía del medio hacia adelante pero de todos ellos, solo uno hizo un buen partido: Angel Di María. El resto, incluso Lionel Messi, erró más de lo que acertó. Alejandro Papu Gómez arrancó como para “comerse” la cancha e hizo un golazo, pero después estuvo en la errática sintonía del resto.

Si Scaloni acertó en no poner a futbolistas como Nicolás Otamendi, Marcos Acuña y Rodrigo De Paul, quienes habían hecho un gran desgaste contra Uruguay, debió imponer su visión inicial y hacer descansar a Messi. Al ubicarlo otra vez como titular, a 72 horas del último partido, lo arriesgó innecesariamente. El 10 estuvo desconocido, sin su frescura habitual, con excepción de la jugada donde se inició el único gol.

No obstante, destaco que el equipo argentino volvió a mostrar orden y pasión para marcar y achicar espacios pero que, al igual que en varios pasajes de los partidos anteriores, se mostró poco ambicioso para la aventura ofensiva. Con eso, esta vez le alcanzó, pero el torneo es largo y la “pura verdad” recién se verá a partir de los “mano a mano” de cuartos de final. Para soñar con la gloria no alcanza con ganar, hay que mejorar y saber usar las herramientas en el momento exacto. Esta vez el equipo sumó sin convencer y dio un paso atrás en la consolidación de la idea.
 

Fuente: TN