El tiempo - Tutiempo.net

Con los cadáveres de la pandemia aún tibios, oficialismo y oposición alistan las tropas para una elección impúdica

OPINIÓN 27/06/2021 Nancy PAZOS
45XFKVMAYRDNRAPXF7VZYNW2SM

Todos tenemos alguien a quien llorar en este último año. Pero la tragedia sumada al miedo colectivo hizo que ni los duelos pudieran vivirse con intensidad. El temor pudo más que la tristeza. Los muertos fueron despojados de velorio y funeral. Los vivos sobrevivimos como pudimos.

Hasta ayer 92.317 familias argentinas perdieron, al menos, un ser querido. Este mediodía Alberto Fernandez dará el puntapié inicial al inicio de los homenajes a los caídos en el CCK. A su lado Horacio Rodriguez Larreta y Axel Kicillof aportarán nuevamente la cuota de racionalidad y unidad ante la adversidad que demostraron al principio de la pandemia.


Pero el gesto no será más que un espejismo. Oficialismo y oposición ya están embarcados en una carrera contrarreloj por las candidaturas, alianzas o internas —de acuerdo al partido— para las elecciones de este año. Y por los prolegómenos, todo indica que la campaña será impúdica.

Mauricio Macri no es ni será candidato en esta oportunidad. Pero logra mantener su centralidad en el espacio opositor a fuerza de apariciones mediáticas y decires sin filtro. Un solo ejemplo lo define. Esta semana aseguró en televisión que si bien sus amigos se alegraron de que no le hubiera tocado gobernar con pandemia, a él se le hubieran muerto la mitad de pacientes por COVID que se le murieron a este gobierno. Sin ruborizarse siquiera por recordar que como Presidente degradó el ministerio de Salud al rango de secretaría.

Pero no fue el único, ni el primero, en usar los muertos como ejemplo contrafáctico. Unos días antes desde el propio Gobierno fue Santiago Cafiero el que logró revolver los estómagos de quienes exigimos que no se haga politiquería barata con el dolor de la sociedad, soltando despreocupado “imagínense lo que hubiera sido esta pandemia si gobernaba Macri, una tragedia”.

¿Acaso esto que estamos viviendo no es para usted una tragedia señor Jefe de Gabinete?

Y lo peor no son los dichos obscenos. Lo más trágico es que desde sus propios espacios nadie ponga en público un límite. Nadie apele a la sensatez, a la racionalidad o al don de gente ¡No se hace política con los muertos! A los muertos se los llora. Se los extraña. Se los respeta. Al dolor no se lo usa y, como a la pelota, no se lo mancha.

Pero faltan 20 días hábiles para definir las candidaturas de este año y la clase política se vuelve inexorablemente endogámica. Cuanto más debieran estar auscultando la sensibilidad de los votantes, más desconectados aparecen.


Es que viven la vorágine de los cierres de alianzas y de listas. La adrenalina se apodera de sus cuerpos. Están en su salsa. Solo un cálculo para entender de qué se trata. Si bien los argentinos votaremos en octubre y noviembre, el 24 de julio la mitad de los cargos electivos ya estarán asegurados con nombre y apellido. Con solo una firma muchos ya serán de facto diputados o senadores sin que nadie aún los haya votado. Los que vayan encabezando la lista por el oficialismo y la oposición de cada distrito, por ejemplo. Y ni hablar en la provincia de Buenos Aires donde el PJ y Juntos por el Cambio saben que mínimo los 13 primeros de ambos bandos ya estarán adentro.

De todas maneras las coincidencias hasta ahora terminan ahí. Mientras el PJ se encamina a cerrar listas únicas en cada distrito (mucho mas ordenado en Provincia y Capital donde la cúpula nacional impone mano férrea al estilo Cristina que en algunas provincias del Interior como Santa Fe, Entre Rios, Tucumán, Salta, Corrientes y La Rioja, donde los mandatarios locales, entre el endeudamiento de la era Macri y la pandemia, tienen a las tribus en estado de ebullición), la oposición se alista para la batalla de octubre en las PASO.

Para bien o para mal los reflectores se posicionarán en el armado de Juntos por el Cambio. No es para menos. Entre el parricidio que intentará Horacio Rodriguez Larreta imponiendo sus candidatos en capital y en provincia (“si perdemos será tu culpa”, lo psicopateó Macri antes de subirse al vuelo que lo depositará mañana por un mes en Europa) y el reverdecer del radicalismo con la candidatura de Facundo Manes, está claro que el interés periodístico se trasladará por estos días a la vereda opositora.

Los nervios de todos están a la orden del día. Esta semana hubo guerra de selfies en el PRO. Diego Santilli se convirtió en Lavalle al matar al Grupo Dorrego cuando el lunes con Larreta y Cristian Ritondo se fotografiaron con casi todos los intendentes que hasta el día anterior habían acompañado a Jorge Macri. Y Patricia Bullrich hizo lo propio cruzando también la General Paz y juntando a falta de mas intendentes que Macri, un puñado de diputados provinciales y concejales varios como señal de preparación para la guerra.

Ahora está en manos del Jefe de gobierno ver si logra lista de unidad entre María Eugenia Vidal y Bullrich o si hay interna en Capital.


Porque no hay ninguna duda de que Vidal se presenta. Para evitar la provincia pudo dar mil explicaciones y hasta alegar motivos personales, pero si le pusiera condicionamientos imposibles a Larreta para aceptar ser candidata en Capital, Vidal estaría iniciando un camino sin retorno. El de la individualidad inconducente. Si bien aún faltos de profundidad ideológica, los jóvenes PRO aprendieron del peronismo que la política jugada en conjunto y sin vedetismos consigue sus réditos.

A todo esto si Bullrich no acepta una lista única y quieres competir, tendrá que renunciar a la jefatura partidaria. Al menos esa fue una de las pocas cosas en las que coincidieron Macri y Horacio en el desayuno del viernes. El mismo destino —la renuncia a la Presidencia del PRO de la provincia de Buenos Aires— le espera a Jorge Macri si no acuerda con Larreta la lista con Santilli.

Del otro lado de la alianza opositora el radicalismo está como quinceañera. Aunque ahora todos se consideran el padre del borrego Manes, se supo que quien consiguió el sí inapelable del neurocientífico para lanzarse al barro político fue Gerardo Morales. En una cena en casa del bonaerense se estrecharon la mano.

El jujeño arranca hoy con el calendario electoral en su provincia. Se votan los cargos locales. Y después dedicará el próximo mes a ayudar en el armado de la provincia de Buenos Aires. Entre elección y elección volverá a ser padre de una nena junto a Tulia Snopek.

Manes necesita con urgencia acompañamiento político terapéutico. Con mucha decisión y vocación pero con cero entrenamiento, cae en el típico síndrome paranoide de los recién iniciados y ve fantasmas por todos lados.

Un solo ejemplo lo delata. Esta semana tomó café con Carlos Corach. En medio de la charla el ex funcionario que está retirado de la política hace ya tres décadas y tiene 83 años, le aconsejó intentar llegar a una lista de unidad con el PRO.

Ese simple comentario disparó una locura entre los radicales pensando que Horacio lo había mandado a “operar” a Manes a través de Corach. El jefe de Gobierno tuvo que jurar y perjurar que no hablaba con el ex Legal y Técnico de la Presidencia de (Carlos) Menem desde hacia ya varios años.

Al contrario, lo que menos quiere Larreta es que Manes se baje. Si bien intentó esta semana recuperar para su armado a Emilio Monzó con un almuerzo en Parque Patricios el martes, el ex Presidente de la Cámara de Diputados ya está del otro lado. Pero Horacio, dicen sus allegados, está mas operativo y confiado que nunca.
Cree que el Gobierno llegará con muchos mas problemas económicos de lo que el oficialismo prevé para las elecciones y que las vacunas no alcanzarán a sosegar los bolsillos.

En un país donde un mes es un año todo es posible. Aunque los números de las encuestas hoy digan lo contrario. En el mientras tanto algo esta claro. Mauricio disfrutará sus vacaciones europeas mientras sus hijos políticos empiezan a cavar su tumba.

¿Podrán matarlo o lo fortalecerán?

Fuente: Infobae

Últimas publicaciones
Te puede interesar
Lo más visto

PERIODISMO INDEPENDIENTE