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Presión devaluatoria y reservas: el Gobierno rechaza versiones y ratifica la estrategia cambiaria

ECONOMÍA 11/11/2021 Juan Strasnoy Peyre*
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Ante la cercanía de las elecciones, las tensiones y la demanda de cobertura cambiaria se aceleraron. Como ya es habitual, las versiones cruzadas están a la orden del día en un contexto de presión devaluatoria y contribuyen a revolver más el río. En ese marco, algunos analistas salieron ayer a advertir que las reservas netas líquidas del Banco Central habían pasado a terreno negativo, es decir, que la entidad se había quedado sin divisas propias para intervenir el tipo de cambio. Si bien todas coinciden en que los dólares escasean, lo cierto es que el grueso de las consultoras no comparte aquella estimación. Pero en días de incertidumbre suma ruido al mercado. En el Gobierno descartan ese escenario, esperan la llegada de un mayor flujo de divisas a partir de diciembre y ratifican que el existe poder de fuego necesario para sostener la estrategia cambiaria en los próximos meses.

La alarma llegó de parte de la consultora de Gabriel Rubinstein, exrepresentante del Ministerio de Economía en el Central durante la gestión de Roberto Lavagna. La firma señaló que las reservas netas líquidas pasaron a terreno negativo y que al 5 de noviembre eran de –u$s760 millones. Así, afirmó que “el BCRA ya estaría usando los encajes de los depósitos” bancarios para intervenir sobre los dólares financieros y contener la brecha cambiaria.

El día martes, las reservas brutas cerraron en u$s42.879 millones. Pero no todos esos dólares son patrimonio del Central, sino que el grueso corresponde a distintos pasivos: el swap con China, los encajes bancarios de los depósitos en dólares y otros intercambios de monedas con entidades del exterior. Despejados esos elementos, que las consultoras estiman en base a la información oficial disponible, quedan las llamadas reservas netas. Es un dato que la autoridad monetaria no informa ya que considera que todos los componentes de las pueden utilizarse en última instancia: por caso, los yuanes del swap están habilitados para el comercio internacional con la potencia asiática. Sin embargo, es un termómetro que el mercado observa con atención.

Para Gabriel Rubinstein y Asociados, las reservas netas se ubicaban el viernes pasado en u$s5.416 millones, de los cuales u$s3.633 millones eran tenencias de oro y u$s2.542 millones derechos especiales de giro (DEG) enviados por el FMI, con los cuales se cancelarán los próximos vencimientos mientras continúa la negociación. Como resultado, las reservas líquidas –siempre según sus cálculos- serían negativas. A partir de este tipo de estimaciones es que muchos operadores advierten sobre la inminencia de una eventual devaluación.

En el gabinete económico descartan de plano este escenario y lo atribuyen a rumores infundados que ya se agitaron el año pasado (la existencia de reservas líquidas negativas), cuando en medio de la corrida cambiaria se auguraba una depreciación que finalmente no se concretó.

Martín Guzmán se expresó en esa línea el lunes en un encuentro con empresarios en Chubut: “El año pasado, cuando la brecha cambiaria llegó a ser del 150%, había muchas voces diciendo que iba a haber un enorme salto devaluatorio. No sucedió. Nosotros tenemos la posibilidad de dar continuidad a la política cambiaria, y no tenemos ninguna duda al respecto. En un contexto electoral, hay quien quiere generar un ambiente de ansiedad, pero la única verdad es la realidad, y la realidad es que tenemos condiciones para sostener el camino que iniciamos y lo vamos a hacer”.

Como contó ayer Ámbito, pese a que el sendero cambiario forma parte de la negociación con el FMI, en el Gobierno descartan una fuerte aceleración del ritmo devaluatorio en los próximos meses ante la premisa de que eso obturaría la recuperación de la actividad, implicaría una inflación aún más alta y agudizaría la crisis social. En ese sentido, reafirman que el tipo de cambio oficial correrá según lo pautado en el proyecto de Presupuesto 2022, que plantea un avance del dólar oficial del 28% el próximo año (nuevamente por debajo de la inflación proyectada en un optimista 33%).

Flujo de divisas

Lo cierto es que, más allá de que todas advierten sobre la escasez de divisas, el grueso de las consultoras estima que las reservas líquidas están en terreno positivo. En Equilibra sostienen que vienen en baja pero calculan que al 8 de noviembre las netas (sin incluir los DEG) se ubicaban en u$s4.729 millones y las líquidas en u$s1.102 millones. Eco Go estima que al 5 de noviembre las tenencias netas (con DEG) eran u$s5.664 millones y las líquidas, u$s1.677 millones. GERES calcula que al cierre de octubre las netas (con DEG) estaban en u$s7.039 millones y las líquidas, en u$s1.057 millones. Aunque esperan que sigan en baja de acá a fin de año producto de la intervención cambiaria y los pagos de deuda.

Las divisas existentes en las arcas del BCRA son importantes porque se utilizan para sostener la estabilidad cambiaria, sobre todo en momentos de tensión. Como contó este diario, el mercado entró a la semana preelectoral con un nuevo pico de demanda de cobertura a través de las cotizaciones financieras, los títulos dólar linked y los contratos de dólar futuro. El Gobierno espera que esa presión afloje de a poco después de las elecciones. Mientras tanto, en el mercado oficial la estacionalidad juega en contra, aunque las restricciones implementadas por el Central la semana pasada para la posición neta de divisas de los bancos moderó el drenaje por esa vía. Igualmente, ayer tuvo que vender u$s110 millones.

En la autoridad monetaria destacan que “el BCRA acumuló entre enero y octubre compras en el mercado de cambios por u$s6.289 millones, constituyendo el máximo valor desde 2012 para los primeros 10 meses del año, mientras que las reservas aumentaron u$s3.430 millones en el mismo período”.

La gran pregunta es si alcanzará para pasar el verano hasta que en marzo comiencen a ingresar los dólares de la cosecha gruesa, el principal flujo de divisas que recibe el país. En el gabinete económico sostienen que lo más probable es que el Central termine el año con acumulación neta de reservas pese a las intervenciones y al pago pendiente al FMI por u$s1.885 millones. Esperan una cosecha récord de trigo (que la Bolsa de Comercio de Rosario estima en u$s3.800 millones) cuya liquidación entrará a partir de diciembre y adelantan un mayor ingreso de desembolsos desde bancos multilaterales. Este martes, por caso, llegaron u$s296 millones correspondientes a préstamos del BID (u$s237 millones) y del Banco Mundial (u$s59 millones). La semana pasada los organismos habían girado u$s290 millones.

Además, el vicepresidente segundo del BCRA, Jorge Carrera, señaló que por las reestructuraciones de deuda privada (que se sumaron a las de Nación y provincias) “hay una mejora notable en el flujo futuro de pagos externos”. Y destacó el reciente acuerdo de AA2000 con sus acreedores, que incluyó fondos frescos por u$s126 millones.

 

 

* Para www.ambito.com

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