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¿Se agrandó Mirabella?: le dijo que no a Perotti por primera vez

POLÍTICA 01/12/2021 Agencia de Noticias del Interior
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A la par del escándalo en el Ministerio de Seguridad, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, debe resolver antes de fin de año quién reemplazará al ministro de Gobierno. Roberto Sukerman, quien jugó en la interna para el exministro de Defensa Agustín Rossi y está prácticamente afuera del gabinete. El diputado nacional electo Roberto Mirabella, mano derecha del mandatario, prefiere no tomar el cargo y asumirá en el Congreso, por lo que el rafaelino ahora tiene que manejar alternativas. Abrir o cerrar, el quid del asunto.

Es un fin de año caliente para Perotti. A la situación de violencia narco que padece Rosario se le sumaron la derrota electoral ante Juntos por el Cambio y la investigación por presunto espionaje ilegal y compra irregular de armas que apunta directamente a su exministro Marcelo Sain. A la vez, al titular de la Casa Gris le toca dirimir la cabeza de la cartera política.

Sukerman tiene los días contados desde hace rato. Lo revelan todos los integrantes de la mesa chica del perottismo. En los hechos, quien cumple hoy la tarea de Gobierno es el titular de Gestión Pública, Marcos Corach, quien, con la apoyatura del secretario de Gobierno, Oscar Urruty, se encarga del diálogo político y las negociaciones con el arco opositor.

Ni Esteban Borgonovo, el primer mandamás de Gobierno de la gestión, ni Sukerman provenían del circulo de estrecha confianza del gobernador. Luego de haber derrotado en las PASO a Rossi, Perotti quedó ante la chance de rearmar el gabinete con los suyos. Núcleo chico, primera cepa lechera.

Sin embargo, Mirabella va a arrancar como diputado y no bajará a la provincia. El 7 de diciembre dirá “Sí, juro” en el Congreso. Ya lo decidió y lo sabe el gobernador. Si Perotti pretende la continuidad de su espacio en la provincia, su Hand es indefectiblemente Mirabella. No hay otro.

Con dos años de gestión por delante, el diputado electo, si asumiera en Gobierno, podría convertirse en una suerte de dirigente que esté encima de los temas duros de la Casa Gris, los buenos y los no tanto. Le daría visibilidad y posicionamiento, algo similar a lo que hizo el socialista Hermes Binner con su sucesor, Antonio Bonfatti, que lo tuvo como ministro de Gobierno hasta dejarlo en las puertas de la Casa Gris.

 


No obstante, como Mirabella no va a entrar al gabinete, Perotti maneja opciones. Si pretende cerrar y darles una oportunidad grande a personas de su confianza, tiene a mano al propio Corach, que pugna por yuxtaponer Gestión Pública con Gobierno, algo que – entiende el ministro – funciona actualmente en los hechos. En la carrera de la confianza, también trota la ministra de Igualdad, Género y Diversidad, Celia Arena, colaboradora del gobernador desde su época de senador.

 

En cambio, si la propuesta es abrir, no hay mucho para especular. Con el Nuevo Espacio Santafesino y el rossismo fuera de los cálculos, aparecen los nuevos amigos, los sectores que quedaron de este lado en la interna. En ese abanico, puede jugar el diputado nacional Marcos Cleri, quien cultivó buena sintonía con los rafaelinos durante la campaña y resultó el vaso comunicante entre Perotti y la vicepresidenta Cristina Fernández. El legislador está dispuesto, el gobernador tiene sus dudas.

Fuente: Letra P. Nota de Pablo Fornero

 

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