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El amor para toda la vida ya no existe: el cambio de regla en el rugby que permite jugar para otro seleccionado

DEPORTES 02/12/2021 Omar EDEN
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El rugby es el deporte que más modifica sus reglas, para adaptarse a los nuevos tiempos y hacer el juego más atractivo y seguro. Prácticamente todos los años se cambia alguna ley. Este 2021 no fue la excepción.

Es que World Rugby aprobó una enmienda a las regulaciones que rigen la representación de seleccionados nacionales, permitiendo desde el 1 de enero que un jugador internacional pueda “transferirse” de una unión a otra. Sí, se podrá jugar para dos países.

Esta decisión la tomó el Consejo de la entidad que regula al mundo de la ovalada, revisando la Regla 8, la de elegibilidad. Pero para poder cumplirla habrá que reunir algunos requisitos.

El primero es demostrar un vínculo cercano y creíble con el segundo país al que se quiere representar, a través del derecho de nacimiento. Es decir que el jugador debe haber nacido ahí, o tener un padre o un abuelo que lo haya hecho.

El segundo punto es que entre su nueva convocatoria y el último partido con su anterior seleccionado deben haber pasado al menos 36 meses. O sea, tres años sin jugar de manera internacional.

Y el tercero es que su “pase” deberá ser aprobado por el Comité de Regulaciones de World Rugby.

Esto aplica para cualquier jugador mayor de 18 años, tanto para el juego de XV como para los Juegos Olímpicos y el Mundial de seven, y para los de 20 o más para los torneos internacionales de siete contra siete.

El cambio en la regla llega tras las solicitudes de las uniones emergentes (sobre todo de las islas del Pacífico), modificando la ley que establecía que un jugador solamente podía representar un país a nivel internacional, salvo circunstancias específicas relacionadas a los Juegos Olímpicos.

Usando este último vacío legal es que el centro Ignacio Brex pudo ser convocado a Italia, siendo que ya había disputado partidos con Los Pumitas.

¿Ganan perdiendo?
Históricamente, los jugadores isleños (nacidos en Fiji, Samoa y Tonga) son muy buscados por otros seleccionados, por su gran tamaño y su rigor físico. Muchos de ellos migran buscando mejores horizontes y terminan siendo figuras defendiendo a otros países, mientras el suyo no logra despegar en el plano internacional (un poco a causa de esta problemática).

Con este cambio de regla, los isleños continuarán con su migración, pero ya no estarán vetados para regresar si no les va como soñaban. Así, estas naciones recuperarán nombres de gran valía y experiencia para sus filas, lo que los debería hacer crecer.

Entonces, los hermanos Mako y Billy Vunipola podrían representar a Tonga, igual que Charles Piutau, Israel Folau, Vaea Fifita, Sekope Kepu y Ngane Laumape, por citar a algunos.

La camiseta de Samoa estaría lista para Julian Savea, Bundee Aki, Victor Vito, Lima Sopoaga, Steven Luatua o Christian Lealiafano. Mientras que por Fiji jugarían Nathan Hughes, Taqale Naiyarovoro, Seta Tamanivalu, Isi Naisarani, Sefa Naivalu, Henry Speight y Semesa Rokoduguni.

Serían seleccionados de ensueño para estos países acostumbrados a ver partir a sus jugadores.

Todas las voces, todas
Sobre esta medida, el presidente de World Rugby, Bill Beaumont, expresó: “Escuchamos a nuestros miembros y jugadores, y buscamos actualizar la regulación reconociendo el ámbito moderno del rugby profesional, sin comprometer la integridad del juego internacional”.

El vicepresidente -Bernard Laporte- agregó: “Este cambio en la forma en que opera el rugby internacional brindará oportunidades transformacionales para los jugadores con antecedentes duales”.

Por su parte, Gonzalo Quesada aportó su visión como exjugador y como actual entrenador de un club. El exapertura expresó que “Los Pumas solamente han jugado a lo largo de su historia con jugadores argentinos. Creo que está bien que sea así. Que haya sin embargo casos particulares, no tengo nada en contra de ello. Está bien que naciones se refuercen y haya más equipos de alto nivel. Eso sólo puede ser bueno para el rugby internacional y para el desarrollo de nuestro deporte”.

Pero por otro lado, dio su visión como cabeza de un cuerpo técnico (Stade Francais): “Esto podría generar una obligación más que las que ya tenemos que gestionar. El club eligió a algunos jugadores porque ya no eran seleccionables en su país, por lo que uno cree que van a ser jugadores de alto nivel que van a estar disponibles todo el año. Esto será un problema para muchísimos clubes que hicieron lo mismo”.

Otro que opinó sobre la nueva regla es Matías Moroni. A través de las redes sociales, el centro argentino dio su punto de vista: “A diferencia de lo que suponen, me parece buenísimo que todos jueguen para sus países natales, como siempre debió ser. Lo que hay que rever es la otra regla”.

Esa otra regla a la que se refiere es, claro, la de poder jugar para un seleccionado que no sea el del país de donde naciste. “World Rugby, avisen cuándo se pueda representar a dos países en una misma competición”, escribió Tute al respecto tiempo atrás.

Made in Argentina
En el caso de Los Pumas, el seleccionado argentino se nutrió de la inagotable cantera nacional a lo largo de su historia. Prácticamente no utilizó jugadores de otros países, salvo a principios del Siglo XX cuando la gran mayoría del plantel eran inmigrantes de las islas británicas.

Un caso simbólico de las últimas décadas es el de Rolando Martin. El Yankee -como lo dice su apodo- nació en Maryland, Estados Unidos, pero vivió toda su vida en nuestro país.

El curioso caso del Topo Rodríguez
Así como Los Pumas utilizan 100% sangre nacional, otros seleccionados también buscan ese ADN argentino para incorporar a sus filas.

Rápidamente aparecen los nombres de Diego Domínguez, Sergio Parisse y Martín Castrogiovanni jugando para Italia, o el de Patricio Noriega defendiendo la camiseta dorada y verde de Australia. Pero el caso más notable es el de Enrique Rodríguez.

El pilar entrerriano tuvo un destacado inicio de carrera internacional con la celeste y blanca, completando 15 tests entre 1978 y 1983. Pero luego renunció a Los Pumas para irse al exterior.

Australia lo recibió en 1984, y gracias a la reglamentación anterior, el Topo fue convocado para los Wallabies, seleccionado en el que jugó entre 1984 y 1987, con 26 partidos y un Mundial a cuestas.

Lo curioso es que, entre su renuncia al conjunto argentino y su debut en el equipo australiano, Rodríguez disputó un encuentro para Tahití, lo que lo hace el único rugbier del planeta en haber representado a tres países.

Ahora, la gran pregunta que el mundo ovalado se hace es: ¿se podrá llorar de la emoción cantando dos himnos?

Fuente; TN

   

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