Están en otra sintonía

Tanto Omar Perotti como Luis Castellano viven en otra frecuencia, absolutamente diferente al del común de la gente.

Piensan solo en la conveniencia electoral en cada acto de sus vidas y poco les importa los verdaderos problemas de los ciudadanos, los mismos que paradójicamente los pusieron en el sitial que hoy les toca ocupar.

Con la pandemia dejaron traslucir sus actitudes y los ciudadanos pasamos de un extremo al otro de acuerdo a la conveniencia de estos verdaderos mercenarios de la política.

Aún resuena en los oídos de los Rafaelinos el "irresponsable supino" que Castellano le prodigó a un ciudadano que aparentemente había contagiado a un grupo de amigos. Aún recordamos los cierres de ingresos a la provincia dispuestas por un Perotti que improvisó desde el minuto uno de la pandemia.

Ahora ambos se subieron a la ola "vale todo" que en un país poco afecto a los pensamientos profundos, repercute en votos a la hora de las elecciones.

Nadie habla de las ilegales e inconstitucionales restricciones que en su momento ambos enarbolaron en nombre de la salud, pero este era el momento de no experimentar y al menos restringir los eventos masivos que tantos contagios trajeron y traerán.

Tanto Perotti como Castellano pensaron en ellos mismos y en sus conveniencias y no en el de la gente, dos improvisados e inútiles que poco hacen cuando las "papas" realmente queman.

Quizá la pandemia deje como lado positivo que al momento de votar se elija poniendo en la balanza las cosas reales, verdaderas y tangibles y no las promesas eternas que nunca se concretan y que tanta decadencia traen.

Es ahí, en la diferencias entre  las promesas y las realidades en donde Perotti y Castellano pierden y por muchos cuerpos. 

Ojalá la pandemia al menos nos deje esa enseñanza, para que todo no sea tan nefasto, para que todo no siga tan mediocre...