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FMI: qué esperar con el dólar, las tarifas y el déficit tras el acuerdo

ECONOMÍA 09/03/2022 Liliana Franco*
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El anuncio del acuerdo con el FMI y el fuerte incremento en los precios de las materias primas apuntan a traer mayor tranquilidad al mercado cambiario con el dólar, según señalan los operadores. Ello es así no sólo porque el entendimiento con el Fondo (una vez aprobado por el Congreso y por el Directorio del organismo) implicará la refinanciación de la deuda, sino también desembolsos netos reforzados por el financiamiento de los organismos internacionales.

Cuando se concrete el acuerdo, el FMI le girará al país financiamiento neto por 3.500 millones de dólares, a los que se agregarían 2.600 millones de endeudamiento neto con otros organismos internacionales, por lo que el efecto sobre las reservas internacionales llegaría a 6.100 millones de dólares.

El dato que el ministro Martín Guzmán confirmó ante la Comisión de los Diputados este lunes es que, tras la firma del acuerdo, el FMI desembolsaría inmediatamente casi 10.000 millones de dólares, una cifra que daría respiro a las reservas del Banco Central en momentos en que los cálculos privados estiman que actualmente los activos netos son negativos en unos 500 millones de dólares.

Generoso

Entre los economistas tiende a primar la idea que con este acuerdo la Argentina logró evitar las medidas de “ajustes brutales” que antaño exigía el Fondo.

Es un acuerdo “generoso” señala un informe de Cohen para sus clientes y agrega que “superó nuestras expectativas, dada la laxitud de las metas establecidas y la falta de compromiso para con reformas estructurales”.

Otro aspecto importante es que, si bien se prevé una reducción de la inflación, el acuerdo no incluye targets en esta materia. “Antes el FMI era más exigente con la inflación”, recuerda un ex negociador de la deuda argentina.

El organismo contaba con un menú de tres posibilidades – control de tipo de cambio, agregados monetarios o metas de inflación – para anclar la suba de los precios, pero, explica, “en los últimos años el Fondo se tornó más flexible, dio más libertad a los países para que fijen sus políticas y por eso aceptó que la Argentina presente un rango de inflación de 38 a 48% para este año”.

Este dato no es menor. Los especialistas señalan que dada la indexación que abarca buena parte del gasto público – particularmente las erogaciones previsionales – una desaceleración brusca de la inflación llevaría a una expansión insostenible de estos gastos.

Dudas

Sin embargo, uno de los aspectos que los economistas ponen en duda es la posibilidad de lograr la reducción del déficit a partir del ajuste tarifario anunciado por el gobierno.

Cabe recordar que el Memorando de entendimiento contempla mantener un piso del gasto social y considera que el gasto de capital será un pilar del programa, previendo un crecimiento desde 1,4% del PIB en 2021 a 2% en 2022.

El único rubro del gasto primario para el cual se prevé una reducción en 2022 son los subsidios a la energía, que deberían bajar en el equivalente de 0,6% del PIB en el año (de 2,3% en 2021 a 1,7% en el año en curso).

Con este propósito, el gobierno anunció una segmentación y una nueva fórmula de actualización de las tarifas. La segmentación contempla que el 10% de los consumidores con mayor capacidad de pago dejen de recibir subsidios al gas y a la energía eléctrica.

En cuanto a la fórmula de actualización, para los usuarios residenciales la tarifa se actualizará en función de la evolución del salario privado. Para los beneficiarios de la tarifa social aumentaría 40% de la suba del coeficiente de variación salarial y para el resto de los usuarios el porcentaje de incremento sería equivalente al 80% de la dicha variación.

Esto significaría un aumento de 200% para el 10% de mayor capacidad de pago, 21% para los usuarios que reciben tarifa social y 42% para el resto de los usuarios, de acuerdo con los cálculos de pxq.

Un número

Justamente en el debate en el Congreso, el diputado del PRO, Martín Tetaz mantuvo un entredicho con el ministro de Economía porque no le daba un ejemplo de cuánto aumentaría la factura de luz a los usuarios que no contaran con subsidios.

Tetaz: “Decime un número. ¿No me podés decir un número?

Guzmán: “Depende del costo de la energía… no sé a cuanto estará el GNL en junio” … La falta de respuesta del ministro desató un griterío de legisladores pidiendo “un ejemplo, a hoy cuanto pagaría su factura al que le eliminan los subsidios” mientras Carlos Heller intentaba poner orden.

El ministro Guzmán también negó que el aumento de tarifas vaya a significar “un tarifazo” como lo acusó el diputado Nicolás del Caño. “No se trata de un tarifazo, pues las tarifas serán menores en términos reales respecto del alza salarial”.

La consultora que dirige el economista Emanuel Álvarez Agis advierte que el cálculo del escenario base del memorando se basa en que el costo mayorista de la energía se mantendría constante en términos reales durante 2022, “lo cual parecía difícil dado el escenario de precios internacionales previo al conflicto entre Rusia y Ucrania y se volvió prácticamente imposible en el contexto actual”.

Por esta razón explica que, si no se alcanzara este 0,6% de ahorro debido a un incremento del costo de la energía, se tienen que buscar otras fuentes para cumplir con la reducción del déficit primario.

Sin condicionalidades

Un tema importante a tener en cuenta es que, si bien el programa contempla un sendero de reducción del déficit fiscal primario, no hay dentro de las metas cuantitativas ninguna condicionalidad que se base en cómo transitar este sendero.

En consecuencia, en las revisiones el FMI sólo será determinante que se cumpla el objetivo de déficit primario -2,5% del PBI para el año en curso, lo que supone una reducción de medio punto-, sin importar para la aprobación de los desembolsos cómo se llega a ese resultado. Por esta razón, el acuerdo no tiene una “meta”, acerca de cuánto deben subir, por ejemplo, las tarifas de los servicios públicos.

De acuerdo con la visión de pxq, dado que el Gobierno se fijó como meta que el gasto crezca en términos reales (una vez excluido el gasto COVID19), se puede pensar que el crecimiento real de la economía puede ayudar a bajar el déficit en términos del PIB.

Si el gasto en prestaciones sociales más las transferencias a las provincias y las universidades (junto con otras transferencias) creciera 1% real con el PIB creciendo 4% (el consenso de los economistas prevé algo menos, 3%) habría un ahorro de 0,4% en términos del producto. “Si, a su vez, se logra algún incremento de ingresos se podría alcanzar el 0,6% para cumplir el objetivo del FMI en caso de que no se lograra ahorro por el lado de los subsidios” sostiene.

Cumplible

En la opinión de esta consultora el acuerdo con el FMI es "cumplible”. Al respecto señala que, en materia de reservas internacionales, casi la totalidad del incremento pautado para 2022 será aportado por el FMI. De esa manera, la meta no requiere de una determinada dinámica del mercado de cambios, sino de poco más que se concrete el primer desembolso del FMI y que el control de cambios haga el resto.

Y en lo que se refiere a la meta de déficit fiscal, estima que “el gasto de capital será el responsable de hacer el ajuste que no hagan los subsidios”, es decir sacrificando obra pública.

Sin embargo, otros análisis advierten que algunas metas serán difíciles de cumplir. “La reducción de la asistencia monetaria es consistente con una mayor consolidación fiscal, pero implica una mayor acumulación de deuda a una tasa que debería ser positiva en términos reales, generando preocupación especialmente en cuanto a la estructura de vencimientos que genera para el mediano plazo” advierte un informe de Ecolatina.

Cabe recordar que el financiamiento del Banco Central al Tesoro llegó a casi 4 puntos del PBI y este año deberá reducirse a 1%, de donde llevaría a que otras fuentes de financiamiento aporten 2,5 puntos.

En síntesis, el acuerdo con el FMI no deja muy conforme ni a vastos sectores de la coalición gobernante ni a la oposición.

Tiene el costo de un control trimestral, pero sin un programa que ataque los problemas estructurales de la macroeconomía argentina, señalan los críticos.

El ministro de Economía repite que es el “mejor acuerdo posible” y, en realidad, respecto al nivel de exigencias que suelen tener los programas del FMI, el organismo y Estados Unidos en particular tuvieron en cuenta razones geopolíticas para llegar a un entendimiento.

 

 

* Para www.ambito.com

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