Carlos Garetto: “Ojalá que no tengamos que volver a lo que pasó en 2008; no es el camino”

La relación entre el Gobierno y la dirigencia rural se volvió a tensar en los últimas horas. Tras los dichos del presidente Alberto Fernández respecto de que un sector del campo tomó “una posición político-partidaria” luego de la suba de retenciones a los derivados de la soja, la dirigencia rural salió al cruce. Esta semana la Mesa de Enlace volverá al Congreso y buscará reunirse con senadores de distintos bloques opositores, tal como lo hizo la semana pasada en la Cámara de Diputados. Los dirigentes de las cuatro entidades volverán a plantear que se legisle sobre los derechos de exportación. Se basan en que tras la no aprobación del la Ley de Presupuesto 2022, el Poder Ejecutivo ya no tiene facultades para determinar esos tributos. Ámbito dialogó de la situación con Carlos Garetto, quien se desempeñó como presidente de Coninagro cuando se enfrentaron el campo y el gobierno hace más de 14 años.

Periodista: Nuevamente hay disputas entre el sector agropecuario y el Gobierno. ¿Cuál es su análisis?

Carlos Garetto: Creo que ningún conflicto se resuelve en una movilización o en la ruta, pero sí en una mesa de dialogo, por lo tanto, hay que encontrar los canales que conduzcan a esa instancia, donde también debe existir la convergencia de los dos actores en conflicto: el Gobierno y el sector que esta reclamando. El Gobierno no tiene mucho margen para ceder en lo que esta planteando el sector agropecuario, por eso es indudable que la solución debería buscarse en el ámbito habitual de debate de las políticas publicas, que es el Congreso de la Nación. Allí es donde hay que instalar la problemática y darle una salida legal a cada uno de los problemas que esta planteando el agro, de manera tal que se pueda consolidar una politica de estado hacia el futuro. Terminemos de una vez con los conflictos, con la dependencia del gobierno de turno, con la dependencia del funcionario de turno, por lo tanto creo que hay que insistir con esa vía, con propuestas coherentes que planteen los ejes centrales sobre los cuales giran los reclamos. Lo importante seria no estar expuestos permanentemente a las reglas de juego cambiantes, que es lo que ocurre y afecta profundamente las decisiones en el sector agropecuario.

P.: ¿Es acertada la decisión que tomaron los dirigentes, de ir a buscar apoyo político?

C.G.: Es un paso necesario, el más importante que hay que dar en este momento. Se debe tener en cuenta cuál es la situación en la que esta el país y en función de eso determinar cuánto puede aportar el campo, cuánto esta aportando actualmente y cuánto tiempo puede sostener este tipo de compromisos. Creo que en el Congreso hay un espacio importante en este momento, porque hay un equilibrio de fuerzas políticas que les permite ser más permeables a este tipo de propuestas.

P.: ¿Qué opinión le merecen los dichos de Roberto Feletti acerca de los “departamentos en Miami y las 4x4?

C.G.: Es un relato y un mensaje que esta dirigido hacia un determinado estrato electoral. Responde a sus propios intereses y va mas allá de lo ideológico. Están totalmente desvirtuadas esas posiciones, no es ese el camino para resolver los problemas pero ellos deben alimentar esa vía para sostenerse en el poder entonces utilizan ese tipo de falacias que nada tienen que ver con la necesidad del sector y mucho menos con las de los argentinos.

P.: ¿Con la realidad de la Argentina y del sector, es necesaria una manifestación del campo en las rutas?

C.G.: En la medida en que esa medida tenga sustento en las bases y que sean los propios productores los que lleven adelante el reclamo, las asambleas se van a hacer oír y van a transmitir con firmeza el descontento. Creo que el final en este conflicto sería encontrar una mesa de dialogo que ojalá que se de y que no tengamos que volver a lo que pasó en 2008. No es ese el camino, por eso apelo a la racionalidad de quienes hoy tienen la responsabilidad institucional y política de tomar las decisiones y a partir de allí encontrar las soluciones que necesitan los argentinos. Hay que tener muy en claro cuáles son los objetivos y hacia dónde se quiere ir. Si realmente las buenas intenciones están orientadas en ese camino vamos a llegar a buen puerto. Si la intencionalidad política es otra, el deterioro que va a sufrir el sector y el perjuicio que le van a hacer a los argentinos será enorme.

* Para www.ambito.com