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¿Y si Castellano prueba generar puestos de trabajo en vez de regalar comida?

RAFAELA 16/04/2022 R24N
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Myriam Villafañe Secretaria de Desarrollo Humano municipal

Castellano y su equipo se vanagloria de que reparte 40 mil viandas crudas mensuales, un número "inmenso" para una ciudad con el potencial que tiene Rafaela. Habría que decirle al intendente que lo que hace grande a los pueblos es el trabajo y no la dádiva. Rafaela no se merece tener tanta gente que pida comida, es una sociedad formada en base a trabajo, sacrificio y emprendedores que siempre priorizaron la generación del trabajo. Desde hace un tiempo a esta parte desde el municipio se puso en marcha "la quiena de impedir" y hay muchos empresarios que prefieren invertir en otras cuidadas antes que en Rafaela. Hay que trabajar para generar trabajo y no para regalar comida, aunque a los inmorales que solo les interesan los votos les sea más rentable tener de rehenes a los más necesitados.

LA NOTICIA

Se proveen dos veces por semana 5.000 raciones que incluyen: carne, verduras, frutas, leche, pan y alimentos secos (arroz, fideos, etc), con un costo superior a los 12 millones de pesos al mes. Igualmente, la demanda de asistencia social ha caído fuertemente por la reactivación de la economía y actualmente se encuentra estabilizada en niveles inferiores a la pre-pandemia. También se aporta a 26 comedores de organizaciones.
  
 
 
 
“Vemos dos cosas que suceden, hay mucha gente que durante la pandemia buscaba bolsones y concurría a los comedores comunitarios y hoy ya no lo hace porque consiguió trabajo pero a su vez la plata que gana no le alcanza para llegar a fin de mes. Es indudable que hay mayor cantidad de empleo, empresas que están tomando gente pero la plata no alcanza para llegar a fin de mes porque la inflación la erosiona, confió al programa Arena Política, el Intendente Luis Castellano un par de domingos atrás y esas declaraciones fueron el disparador de esta nota.
Con ese fin, La Opinión dialogó con la secretaria de Desarrollo Humano municipal, Myriam Villafañe, quien brindó datos muy interesantes para entender la situación social en la ciudad, sobre todo el estado de demanda de los sectores con mayores necesidades básicas que no pueden ser satisfechas por sus propios medios.

“Lo primero que hay para decir es que las personas y las familias al poder tener una changa o alguna actividad económica no generan más demanda. Pero a pesar de la caída de la demanda, hoy al Municipio le sale más caro por el aumento de precios de las mercaderías, pero no es que tenemos mayor demanda desde que se empezó a normalizar la situación porque la gente que trabaja no tiene tiempo para ir a retirar el refuerzo alimentario. Por ejemplo, tampoco tenemos gente anotada en lista de espera en nuestros comedores, que damos sistema de viandas porque la gente trabaja y, como va pudiendo, se las arregla.

Y en ese marco aseguró que la estabilización de la demanda habla claramente de que la producción y la actividad económica se está moviendo y las familias no se hacen el tiempo para ir a retirar esta ayuda, no les queda cómodo y, evidentemente, tiene otra forma de resolverlo. Sabemos perfectamente, que hay familias que no llegan a fin de mes, pero no acuden a buscar el refuerzo alimentario, y lo podrían hacer. Esto hay que destacar porque muchos rafaelinos y rafaelinas prefieren ese esfuerzo. Me acuerdo que en la peor parte de la pandemia, hace dos años, había familias que realmente necesitaban y no querían ir a buscarlo, les costaba hacerlo porque nunca lo hicieron y pensaban que no les correspondía, se cuestionaban que hacía solo diez días o un mes que estaban sin trabajo y no estaba bien ir por el refuerzo. Hoy, a estas familias no se les cruza por la cabeza pedirlo. Ahora, solo va el que lo necesita verdaderamente, y esto es muy valorable e indica claramente que cada uno llega a fin de mes como puede y nosotros como Estado lo garantizamos”.

A su vez, la funcionaria recordó que “en abril de 2020, el momento más complicado de la pandemia, entregamos 13.200 refuerzos alimentarios y tuvimos que hacer dos entregas porque ahí nadie trabajaba y estábamos todos en nuestras casas, pero en la actualidad no llegamos a 3.000 desde hace unos seis meses. Antes de la pandemia andábamos por los 2.000/2.200 y no teníamos fecha, se hacía a demanda espontánea, cada uno concurría en base a su necesidad, pero llegó la pandemia y, como en muchos órdenes, tuvimos que organizarnos distinto por los cuidados y para mantener distanciamiento y ahora tenemos fecha para que se retiren”.


ALZA DE PRECIOS, UNA COMPLICACIÓN
En seguida retomó la cuestión del incremento que sufren permanentemente los costos de los productos para la asistencia por el impacto que tienen en las arcas municipales. “El tema de precios es muy complejo por los montos que se manejan. Hacemos concursos con los proveedores que se quieran presentar, pero es todo un tema el de los aumentos. Por suerte, el pago no es tan largo, se está cancelando a 60 o 90 días a más tardar. En esto tengo que destacar que recibimos una aporte importante, por un convenio que tenemos firmado con el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, que nos ayuda todos los meses a comprar los alimentos y esto nos permite garantizar el pago en tiempo y forma y eso les da una tranquilidad a los proveedores para presentarse porque la movilidad de los precios también es riesgo para ellos”, señaló.

“Otra muestra más de que la demanda social se está acomodando es que -contó Villafañe reveló también que en los útiles escolares no vimos un descenso de la demanda fundamentalmente por los precios que tuvo la canasta. No se entregaron menos que otros años. Te diría que fue igual al año anterior y pudimos cumplir. Sabemos que es un bolsón que ayudamos con lo mínimo pero garantizamos el comienzo de clases de muchas niñas y niños.”

Con respecto a la llegada de los primeros fríos, y el pedido de abrigo, la secretaria de Desarrollo Humano indicó que “en algunos sectores que tenemos bien identificados de una carencia importante, ya la semana pasada estuvimos con los equipos del territorio atendiendo esta necesidad y nos preparamos en todo momento para las épocas de temperaturas más bajas. En el tema de calzado hemos tenido que atender algunas situaciones para que los niños comiencen el año escolar y estas son cuestiones que, a veces, no se comentan, pero la secretaria estuvo colaborando con varias familias”.


SISTEMA DE VIANDAS
Con relación a la demanda alimentaria, explicó: “comedores escolares y copa de leche dependen del Ministerio de Educación de la provincia. Igualmente, trabajamos de forma bastante coordinada. Nosotros colaboramos con distintos servicios (alrededor de 26 comedores de organizaciones) que hay en la ciudad y muchos de los niños que asisten a los comedores escolares también lo hacen a estos comedores, entonces tratamos de que no se superponga, pero fundamentalmente que se le garantice al niño su alimento. Es ahí donde estamos trabajando de forma coordinada. Nosotros, por supuesto, no administramos los fondos de los comedores escolares, pero si coordinamos en este tema, el de la población que asiste a nuestros comedores o a los de las organizaciones que no se superpongan con los comedores escolares”.

Del mismo modo, y a pesar de la inflación que golpea fuertemente en el rubro alimentos, la funcionaria aseguró que “los comedores relacionados con el municipio tampoco tenemos aumento de demanda ni personas en lista de espera”.

“Tenemos una cantidad de viandas autorizadas, de los comedores municipales que funcionan en el Centro Integrador Comunitario (barrio Monseñor Zazpe) y en las vecinales de los barrios Barranquitas y en el 2 de Abril, estos son de administración netamente municipal y estamos entregando alrededor de 5.000 viandas, con un servicio que se brinda dos veces por semana, que incluye: carne, verduras, frutas, leche, pan y alimentos secos (arroz, fideos, etc). Esta vianda tiene un valor nutricional que es elaborado por una profesional y nosotros entregamos de acuerdo al peso que nos piden. Es una vianda por persona del grupo familiar, entonces si son 5 personas le damos las 5. Esto es todo crudo porque la idea es que cada uno coma en su domicilio y en familia. No existe más un servicio en el que la gente va a comer a nuestros comedores dentro de la administración Municipal. Algunas organizaciones que nosotros ayudamos, la mayoría cocina y entrega la comida o ya hecha o los niños van a comer al comedor como por ejemplo el que está en barrio Güemes, en Sportivo Norte”, apuntó .

Para referenciar el estado de esta demanda, mencionó que “en tiempos de pandemia sobrepasamos las 8.000 viandas por cada día”.


CASI 13 MILLONES
Para dimensionar la erogación que implica para la tesorería municipal atender esta asistencia sostuvo que “mantener los tres comedores municipales estamos entre los 12 y 13 millones de pesos mensuales, por eso recibimos una ayuda importante del Gobierno provincial, a través de un convenio que es para comedores y copa de leche y ese dinero ingresa en su totalidad al Municipio. De todas maneras con esto no alcanza y el Municipio también tiene que destinar importantes fondos para poder comprar todo lo necesario”.

Con información de La Opinión

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