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Carrera inflacionaria: en los últimos doce meses los precios de la carne de pollo y de cerdo aumentaron mucho más que los cortes vacunos

ECONOMÍA 16/10/2022 Agencia de Noticias del Interior
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El comportamiento de los precios al consumidor en las diferentes carnes es disímil en este 2022. La de pollo y la de cerdo han sabido seguir el ritmo de la inflación, superándola en varios casos y acercándose, sobre todo la porcina, a los valores de la carne vacuna, que hace ya varios meses vienen mostrando un estancamiento y un marcado retraso frente al incremento generalizado de los precios de la economía.

Como ya informó este medio, el aumento de la carne vacuna en mostrador durante septiembre fue del 1,8% y el acumulado en un año alcanzó el 67,6%, según datos del Observatorio de Precios del Centro de Economía Política (CEPA). Si se tiene en cuenta que el Instituto de Estadística y Censos (Indec) informó un incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 6,2% para septiembre y un salto interanual del 83%, queda a las claras no solo el retraso, sino que el precio de este producto no se mueve de manera lineal con la inflación.

No obstante, esto no es la que sucede con la carne aviar. Según el informe, en septiembre el precio del pollo entero subió 3% y el incremento interanual fue del 88,6%, lo que marca que por “séptimo mes consecutivo registró un aumento mayor al promedio de la carne vacuna” y que la recomposición de su precio se ubicó por encima de la inflación.

Sin embargo, esa suba calculada por la institución podría ser mayor, ya que en diálogo con Infobae, el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, indicó que la suba de costos durante septiembre fue del 6%, aunque no quiso estimar los aumentos de los precios en los comercios minoristas, ya que entiende que hay mucha heterogeneidad en los valores dependiendo del punto de venta, por lo que en base a ese porcentaje pudieron ser las subas del valor del pollo entero salido de fábrica, alcanzando un acumulado interanual del 82%.

Según Domenech, uno de los artífices de la suba fue el “dólar soja”, porque encareció el precio de la oleaginosa que se utiliza en parte para la alimentación de los animales.

El dirigente empresario sostuvo que existe un aumento constante en los costos de producción, y que dado los procesos y tiempos de la actividad, estas readecuaciones deben ser rápidas. “Tenemos costos ciertos y precios de oferta y demanda. El nuestro es un producto de una alta rotación, de muy corto plazo. Prácticamente, un pollo en 45 días está terminado, y en menos de 6 meses se pueden realizar 3 o 4 crianzas”, detalló Domenech.

Es por esto que remarcó que “si no nos adecuamos a cómo cambian nuestros costos, es muy difícil que pueda subsistir. Nosotros tenemos stock de maíz, lo que no quita que no compremos todos los días, al igual que sucede con la soja. En el caso de la mano de obra, que es intensiva para nosotros, hoy estamos cerrando las paritarias por seis meses con revisión. Entonces, tenemos ajustes cada 60 días”.

Pero, si bien las subas de precios se hacen casi inevitables, Domenech entiende la importancia que tiene la carne de pollo en la dieta de los argentinos, que en los últimos años equiparó a la de la carne vacuna en torno a los 45 kilos por habitante al año y en los sectores de menores recursos directamente lo superó.

“Hay cambios permanentes (en los costos) que tratamos de acompañarlo, pero del otro lado está el consumidor. Hay que tener en cuenta que entre el 50% o el 60% está dado en una franja de gente de bolsillos flacos, que es donde va el ala, la pata-muslo y los menudos, que se mantienen un valor muy bajo. Por eso, el sector se maneja con cuidado en los precios, porque su clientela lo mide mucho”, concluyó.

Carne de cerdo

En el caso de la carne de cerdo las subas fueron también de contundencia durante septiembre. Según mediciones de la consultora especializada en el sector JLU Consultora, durante el último mes tuvo un incremento del 8% respecto a agosto y un acumulado interanual del 87%, muy por encima de lo registrado en la carne vacuna y superior al índice de precios general publicado este viernes por el Indec.

Según explicó el director de la consultora, Juan Uccelli, este salto en los valores de la carne de cerdo se dieron porque “había un atraso muy importante en los precios en el primer semestre del año. A partir de julio se empezó a recuperar, en agosto se emparejó con la inflación y en septiembre se la superó. Sin embargo, esto ya está marcando un límite porque estamos llegando a valores similares con la carne vacuna corte por corte”.

Uccelli detalló que en el primer semestre, el conjunto de los cortes llegó a estar un 50% promedio por debajo de los valores de la carne vacuna y hoy, en algunos casos “se igualó o se ubicó solo un 5% por debajo”, aunque en el caso del jamón o la paleta de cerdo las diferencias siguen siendo considerables, con precios que se ubican entre un 25% y un 35% por debajo de sus pares vacunos.

Pero además, Uccelli considera que este “emparejamiento” no solo se debe a una cuestión de suba en el precio de la carne de cerdo, sino que “estamos viendo una falta de crecimiento del precio del vacuno. Hay una sobreoferta que impide que el vacuno suba y eso se ve en el mostrador. El cerdo en pie subió 60%, mientras que el vacuno lo hizo un 20%. Esto quiere decir que está muy atrasado y puede dar un golpe que nos puede sorprender en los próximos meses”.

Pero también la suba de costos fue vital para su encarecimiento: “Subieron de una forma desmedida: aumentaron los insumos, siendo los principales el maíz y soja. Eso produjo un reacomodamiento y el mercado lo asumió, con crecimientos un 3,3% en lo que es carne ofrecida al consumidor. El tema es cuando no lo haga, porque estamos volcando toda la producción al mercado local.”

 

 

Con información de www.infobae.com

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