El tiempo - Tutiempo.net

141 años de Rafaela: El edulcorado mensaje de un intendente que vive en otra dimensión

RAFAELA 24/10/2022 R24N
multimedia.normal.b344c7fc3b136d61.30362d4c7569732043617374656c6c616e6f5f6e6f726d616c2e77656270

El intendente Luis Castellano, dejó un saludo desde su despacho en el quinto piso del edificio municipal a todos los rafaelinos, un mensaje digno de una "composición" de un niño de quinto grado de la escuela primaria. Edulcorado y sin realidad, un mensaje sin contenido y alejado de la realidad que día a día se vive. Un mensaje digno de un intendente que está en retirada y que a lo largo de casi 12 años de gobierno, nunca supo cuál era su verdadero rol.

EL MENSAJE
"Rafaela es hermosa para vivir. Rafaela es la ciudad más linda del país. No tengo ninguna duda. Es la ciudad con mejor calidad de vida. Es mi ciudad, mi tierra, acá está mi gente", dice un Castellano apasionado por lo que es su lugar en el mundo. En una entrevista con LA OPINIÓN, consideró que "el gran desafío que tenemos todos los rafaelinos para mantener a la ciudad como está, es aportar cada uno lo suyo y nosotros, lógicamente, como Estado local, liderar los procesos de transformación para que el crecimiento sea ordenado y planificado".
A modo de deseo, Castellano pidió que "la ciudad no pierda esa característica tan linda e importante que es convivir y sentir que uno puede transitar las calles de una manera tranquila, encontrarse con amigos, disfrutar de los espacios verdes y fundamentalmente, sentirse parte de una ciudad que te abraza y te conquista...". 
-Rafaela cumple 141 años, ¿Cómo encuentra la ciudad?
-Rafaela cumple 141 años en medio de un proceso de transformación de cara a su siglo y medio, sus 150 años. Ese proceso de cambio es algo que venimos planificando con un liderazgo del Municipio, con el acompañamiento de otros niveles del Estado, provincial y nacional, y en coordinación e interacción con instituciones y el sector privado. Eso se ve claramente porque estamos llevando adelante obras trascendentales que levantan la barrera del desarrollo a la ciudad, como cloacas, gasoducto, la variante de Ruta 34, el hospital regional, desagües de magnitud como en el Canal Sur o calle Tucumán. Obras de una magnitud lo suficientemente grande que permiten la ampliación del desarrollo y estoy hablando de un crecimiento liderado, planificado y organizado. Además, es un desarrollo no sólo urbano sino también periurbano, porque estamos trabajando en la zona oeste junto con sectores de la producción que involucra lo agropecuario y lo industrial. Por el otro lado, el desafío de la inclusión, de la educación, de los programas de empleo, inserción laboral, el trabajo para jóvenes y mujeres, todo lo que tiene que ver con lo cultural, el uso del espacio público, el disfrute en familia de la ciudad y todo esto enmarcado dentro de los esquemas ambientales. Rafaela está trabajando desde hace muchos años, y proyectando hacia adelante, una ciudad sostenible, donde este desarrollo pueda darse de forma integrada, con un proceso de cuidado del ambiente, sobre todo dentro de un esquema de cambio climático muy fuerte. En conclusión, encuentro muy bien la ciudad aunque siempre hay cosas por hacer. 
-Le queda poco más de un año para terminar el tercer mandato como Intendente, ¿desafíos y objetivos en lo que queda?
-Terminar las obras que se puedan terminar, que son varias. Iniciar las que faltan, que son más internas, como escuelas, la ampliación de la Universidad Nacional de Rafaela, los pliegos para licitar los ex Almacenes Ripamonti, ahora trabajamos en la preparación de los pliegos para el Parque Regional, darle continuidad a las obras de cloacas, pavimento, iluminación, todo el esquema para prevención en seguridad y ampliar la red de gas natural. Todo es un proceso que viene en marcha y forma parte de la agenda del último año. Nuestra mirada está puesta en los 150 años y en este período que queda de mandato vamos a trabajar para seguir llevando adelante y seguir potenciando esta cantidad enorme de proyectos. Por otro lado, hoy está el desafío de la educación e inserción laboral, apuntada a los jóvenes.
-¿Cómo es un día como intendente?
-Un día como Intendente de Rafaela es intenso. Arrancamos muy temprano, tenemos actividad a partir de las 7 de la mañana y hay reuniones en barrios que terminan a veces a las 10 u 11 de la noche. Para eso se necesita tener no sólo presencia, sino también un equipo que acompañe, que sostenga y que trabaje con el ritmo que a mí me gusta ponerle a la gestión. Y el ritmo es el que Rafaela necesita y el mismo que le imprime cada uno de los rafaelinos en su actividad privada. Nosotros tenemos que estar a la altura de ese proceso. En lo cotidiano, las agendas se preparan con diez días de anticipación. Nos reunimos para la elaboración de agenda con un equipo todas las semanas y preparamos los diez días que siguen. La planificación de la agenda y las actividades de gobierno, muchas veces, se ve alterada como consecuencia de urgencias que aparecen y que hay que estar preparados para que sucedan y dar respuestas. Pero tratamos de tener siempre una agenda lo suficientemente ordenada y adaptada a los procesos de planificación que tenemos.
-¿Y la coordinación con el equipo?
-Tenemos reuniones de gabinete habituales y un sábado al mes tenemos un encuentro distinto, que es más de reflexión, debate, autocrítica, de proyección hacia adelante, donde traemos algunos especialistas para que nos ayuden con los enfoques, a abrir la mente. Son reuniones que hacemos con el equipo político los sábados a la mañana porque estamos más distendidos y con más tiempo. Son talleres de dos y tres horas que nos ayudan mucho y para reformular cosas que estamos haciendo.
-¿Qué cosas enojan a Luis Castellano?
-La mentira y la politiquería. Mentirle a los rafaelinos, utilizar los canales institucionales para beneficio personal, quedarnos en la discusión chiquita y no pensar hacia adelante, el palo en la rueda. Que haya gente que critique más de lo que trabaja. Todo eso que me parece son de la vieja política, son las que me causan enojo porque la gente reclama otra cosa y se da cuenta.
-¿Es un trabajo o una vocación ser Intendente?
-Sin duda que es una vocación, que después se transforma en trabajo. El motor de ese trabajo es la vocación. No me imagino que este trabajo se pueda hacer sin la base vocacional. No solo por la demanda en tiempo que lleva, sino también por otras características muy particulares que tienen que ver con la alta exposición pública de todo tipo, en medios de comunicación y redes sociales.
-En las recorridas, cuando va a los barrios y a las obras, la gente se le acerca para charlar. ¿Qué le dice?
-Infinidad de cosas. A veces las personas se acercan a saludar, agradecer y dar fuerzas para seguir. Otras veces plantean dudas, inconvenientes y preguntas con respecto a diferentes temas. Otras veces solicitan una reunión para charlar en forma privada. A veces son parte de instituciones que estamos trabajando juntos y pensando proyectos para adelante. Pero el hilo conductor es la necesidad de ser escuchado o escuchada, en todas las personas que se me acercan o a quienes estamos en actividad pública. La necesidad de que tomes tu tiempo, lo mires a los ojos y pongas atención y escuches; y que la otra persona se de cuenta e interprete que lo que te está diciendo, para vos, es importante. O sea, que esa persona sepa que en ese momento, el Intendente es la persona más importante que tiene para escuchar, y que le está dedicando su tiempo. Eso se lo reclamo siempre a mi equipo de trabajo y a los funcionarios con los que damos vueltas por la ciudad.
-A nivel político en general, esto que en Rafaela parece una virtud: dialogar y escuchar, ¿falta en otros ámbitos?
-Sí, yo creo que hay una diferencia muy grande entre lo que se da en los gobiernos locales y lo que pasa a nivel nacional. Veo, en general, una clase política con una agenda diferente a la que la ciudadanía quisiera escuchar. Debatiendo por cosas que tal vez no son prioridades, no tendiendo puentes de diálogo, abriendo aún más una herida que necesita ser sanada, y es la que divide en dos partes el mundo de la política. Yo no veo, lamentablemente, que haya puentes de diálogo suficientemente maduros para poder trabajar en conjunto y construir políticas de Estado, y para que esas políticas de Estado puedan mantenerse y dar previsibilidad al país para lo que viene. Esa ausencia acá no la tenemos. Eso acá sí se hace: más allá de nuestras diferencias, tenemos buen diálogo con la oposición y con los diferentes sectores de la comunidad. Entiendo que esos puentes son lo suficientemente fuertes, o construidos con la suficiente fortaleza como para seguir pensando hacia el futuro más allá de las miradas que cada uno tenga. Ese me parece que es el gran vacío en la política nacional.
-¿Lo más difícil en estos años de Intendente fue gestionar en pandemia?
-Sí, claramente. La gestión en pandemia nos mantenía siempre al borde del colapso y el desborde. Justamente, la característica de la pandemia es que todo se colapse. No estábamos preparados para eso. Acabábamos de asumir con un equipo nuevo de gestión, y a los tres meses empezó toda esta catástrofe sanitaria que vivimos en el mundo.
-No nos quedó claro que piensa de Rafaela.
-Rafaela es la ciudad más linda del país. Feliz aniversario querida Rafaela. 

Últimas publicaciones
Te puede interesar
Lo más visto

PERIODISMO INDEPENDIENTE