Máximo Kirchner cruzó al Gobierno por la compra de los F-16 y reclamó “Cristina libre” en un acto de Derechos Humanos

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Máximo Kirchner criticó la compra de aviones F-16 y cuestionó las prioridades económicas del Gobierno.
  • Sostuvo que el financiamiento externo debería destinarse a vivienda, producción y Pymes.
  • Reivindicó la tradición industrial peronista y recordó los proyectos Pulqui.
  • Denunció nuevas restricciones sobre Cristina Fernández de Kirchner y defendió el reclamo por su liberación.
  • Señaló que la participación de la expresidenta es central para revitalizar el espacio político.
  • Llamó a la militancia a no ceder terreno en el debate público y a defender los Derechos Humanos.

En el marco de un debate sobre Derechos Humanos realizado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Máximo Kirchner combinó la reivindicación política del kirchnerismo con una dura crítica al rumbo del Gobierno nacional. El diputado y presidente del PJ bonaerense participó del panel “Con proscripción no hay Derechos ni Democracia”, un espacio organizado en apoyo al reclamo por la liberación de Cristina Fernández de Kirchner, y aprovechó la coincidencia con la presentación de los seis aviones caza F-16 adquiridos a Dinamarca para apuntar contra las prioridades oficiales.

El líder de La Cámpora cuestionó que la compra de los F-16 se haya realizado con financiamiento externo. Desde su perspectiva, se trata de recursos que podrían haberse aplicado a iniciativas productivas o habitacionales. En su intervención remarcó que los dólares utilizados “son de prestamistas” y que podrían haberse volcado a “planes de vivienda federales, un Procrear ampliado, o medidas que den mayor competitividad a las Pymes y al mundo del trabajo”. Para Kirchner, la adquisición revela un modelo económico que “modela sociedades”, y que —según consideró— deja de lado necesidades sociales urgentes.

En ese sentido reivindicó la tradición industrial del peronismo y recordó la experiencia de los aviones Pulqui, símbolos del desarrollo tecnológico nacional de mediados del siglo XX. “Yo quiero una Argentina que crezca, que produzca conocimiento y que pueda un día llegar a aquello que Perón decía que le había faltado: producir fierros pesados para no tener que importar tanto”, afirmó. El mensaje buscó trazar un contraste entre una visión de país que apuesta a la producción local y otra que, según él, privilegia la dependencia externa.

El debate, sin embargo, tuvo como eje central la situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner. Kirchner cuestionó las nuevas restricciones impuestas a la expresidenta luego de haberse reunido con un grupo de economistas en su domicilio, donde cumple prisión domiciliaria. “No fue por cantar con el Indio Solari ni por ir al supermercado como los genocidas; fue por recibir a economistas”, ironizó. Según su lectura, las limitaciones buscan impedir su participación política y desalentar cualquier intento de planificación para un eventual futuro gobierno peronista.

El diputado planteó que el reclamo de “Cristina libre” trasciende lo personal y se vincula con la necesidad de recuperar liderazgo y capacidad de convocatoria dentro del espacio político. “La necesitamos libre no para que disfrute con sus nietos, sino para que nos ayude, para que invite a soñar”, expresó. A su vez, destacó que el peso político de la exmandataria reside en su capacidad para “llamar al debate, a la participación y a la irreverencia”.

Máximo Kirchner reservó un pasaje de su discurso para confrontar con el sector que identifica como “la derecha”. Aseguró que no se trata de actores ingenuos, sino de grupos que históricamente “planificaron, diagramaron, torturaron, desaparecieron y endeudaron”. En su visión, cuando concentran poder tienden a abusar de él, motivo por el cual —según afirmó— no están dispuestos a perderlo. Este tramo de su intervención buscó reforzar la contraposición entre dos modelos de país: uno centrado en la ampliación de derechos y otro que, siempre según él, se basa en la exclusión y la concentración.

Hacia el cierre, el diputado convocó a la militancia a no ceder terreno en la discusión pública. “No les regalemos un centímetro”, pidió, bajo el argumento de que cada retroceso discursivo habilita avances del adversario político. También insistió en la necesidad de comunicar con claridad que el peronismo aspira a “un país grande, con grandes empresarios, pero con Derechos Humanos”, y a la vez “con seguridad para quienes trabajan”.

El evento concluyó con la presencia de Horacio Pietragalla, Charly Pisoni, Sergio Maldonado e Irina Hauser, quienes acompañaron el llamado a mantener vigente el reclamo por la libertad de Cristina Fernández de Kirchner y a sostener la discusión sobre el rol de los Derechos Humanos en la vida democrática.

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