Dólar en alza y alerta del FMI: tensión cambiaria y reservas en el centro de la escena

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El Banco Nación fijó el dólar minorista en $1.460, con valores similares en otros bancos.
  • El dólar blue cotiza a $1.435, el MEP a $1.461 y el contado con liquidación a $1.498.
  • El FMI alertó sobre la insuficiente acumulación de reservas y la exposición a shocks externos.
  • Se prevé que Argentina no alcanzará la meta de reservas de fin de año, incluso tras la reducción de USD 5.000 millones.
  • El swap con Estados Unidos por USD 20.000 millones genera incertidumbre sobre si contará como reserva internacional.
  • La estabilidad cambiaria depende de la llegada de dólares genuinos y del fortalecimiento del colchón de reservas.

En un contexto de creciente incertidumbre, el mercado cambiario argentino inicia la semana con señales de tensión que reavivan dudas sobre la capacidad del Banco Central para sostener la estrategia vigente. Este martes 9 de diciembre, el Banco Nación fijó el dólar a $1.460 para la venta minorista, quince pesos menos que el inicio de la semana pasada, marcando un valor de referencia que replican los principales bancos del sistema.

Entre las entidades más relevantes, el Banco Galicia venderá la divisa a $1.460; Santander, a $1.465; Macro y Ciudad de Buenos Aires, a $1.470; y el ICBC, a $1.455. Por su parte, el dólar blue cotiza a $1.435, mientras que los financieros muestran variaciones: el contado con liquidación se vende a $1.498 y el MEP a $1.461. Esta dispersión refleja tanto la incertidumbre sobre la disponibilidad de divisas como la especulación sobre la futura intervención del Banco Central.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) encendió una luz de alerta sobre la situación externa del país. Durante su última conferencia de prensa, la portavoz Julie Kozack valoró los avances en la reducción de la inflación y la mejora de indicadores sociales, pero advirtió que la acumulación de reservas sigue siendo insuficiente. "Argentina debe transitar un camino más ambicioso de acumulación de reservas para fortalecer su estabilidad y recuperar acceso a los mercados financieros", señaló Kozack.

El organismo internacional ya prevé que el país no alcanzará la meta de reservas establecida para fin de año, a pesar de que la exigencia se redujo en USD 5.000 millones durante la primera revisión del programa. Según el FMI, sin un colchón de divisas suficiente, la economía queda expuesta a shocks externos, tensiones políticas y movimientos bruscos del tipo de cambio. Aunque se espera que se conceda un nuevo waiver por incumplimiento, respaldado por Washington y la Secretaría del Tesoro estadounidense, el mensaje dejó claro que la vulnerabilidad persiste.

El enigma del swap de USD 20.000 millones con Estados Unidos agrega un factor de incertidumbre adicional. Del total acordado, casi USD 800 millones ya se utilizaron para cumplir vencimientos con el propio Fondo. Sin embargo, aún no está definido si este instrumento podrá contabilizarse como reservas internacionales. Kozack aclaró que el FMI aplicará su marco técnico habitual para su evaluación, pero no precisó si se reconocerá oficialmente.

Esta indefinición tiene un impacto directo en la estrategia cambiaria del Banco Central. Si el swap no se contabiliza, las reservas “contables” quedarían por debajo de los niveles necesarios para sostener el programa vigente, limitando la capacidad de intervención ante movimientos bruscos del tipo de cambio. Incluso si se reconociera parcialmente, los analistas advierten que el efecto sería transitorio: el país necesita dólares genuinos para garantizar estabilidad, y hasta ahora los ingresos de divisas no avanzan al ritmo previsto.

El escenario genera atención entre inversores, bancos y empresas, que observan la brecha entre el dólar oficial, los tipos financieros y el blue. La dispersión de precios refleja la incertidumbre sobre la intervención del Banco Central, la disponibilidad de reservas y la velocidad de recuperación de la confianza del mercado. El organismo monetario, por su parte, mantiene una política cautelosa, equilibrando la presión sobre la cotización con la necesidad de conservar reservas, mientras aguarda señales de estabilidad y la posible formalización de instrumentos externos como el swap.

En síntesis, la combinación de la brecha cambiaria, la insuficiencia de reservas y la evaluación pendiente del FMI sitúa a Argentina en un escenario delicado. La estabilidad del dólar y la credibilidad del Banco Central dependen, en gran medida, de la llegada de dólares genuinos y de la confirmación de mecanismos que permitan reforzar las reservas, condiciones que aún no se han consolidado.

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