Pese a compras del BCRA, por qué alertan que en octubre se presionará con fuerza las Reservas
La reciente extensión del blanqueo de capitales ha inyectado un optimismo cauteloso en la economía argentina. El éxito de esta medida ha permitido al Banco Central acumular reservas internacionales y fortalecer el mercado cambiario. Sin embargo, detrás de este panorama alentador y de las compras que logró hacer la autoridad monetaria en los primeros días de octubre, subyacen desafíos estructurales que continúan desafiando al gobierno de Javier Milei.
Los analistas consultados coinciden en que la economía argentina se encuentra en un punto de inflexión. Por un lado, las políticas implementadas hasta el momento han logrado estabilizar la inflación y generar expectativas positivas en el mercado. Por otro lado, la falta de reformas estructurales profundas y la persistencia de desequilibrios macroeconómicos generan incertidumbre y limitan el potencial de crecimiento a largo plazo.
La reciente desaceleración de la actividad económica, sumada al deterioro del mercado laboral, plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del modelo económico actual. La confianza del gobierno se ha visto erosionada por la incapacidad de avanzar en reformas clave, como la normalización del mercado cambiario.
En este contexto, la política monetaria se ha convertido en una herramienta fundamental para controlar la inflación y estabilizar la economía. Sin embargo, el Banco Central enfrenta el desafío de conciliar la necesidad de acumular reservas internacionales con la demanda de crédito por parte del sector privado.
En resumen, la economía argentina se encuentra en un momento crucial. Si bien los indicadores más recientes son alentadores, la persistencia de desafíos estructurales y la incertidumbre global representan un riesgo para la sostenibilidad del crecimiento. Será fundamental que el gobierno continúe implementando políticas económicas prudentes y avanzando en reformas estructurales para consolidar la estabilidad macroeconómica y sentar las bases para un crecimiento sostenido a largo plazo.
Desafíos económicos y políticos
Para la sociedad de bolsa Cohen, a pesar del repunte de la actividad en julio, los indicadores adelantados de agosto revelan signos de desaceleración, sumados a una realidad social preocupante. El aumento de la pobreza en el primer semestre y el deterioro del mercado laboral empiezan a afectar la confianza en el gobierno, que sufrió una importante caída en el último mes.
"La economía empieza a afectar la percepción pública sobre la capacidad del gobierno, lo que subraya la importancia de mantener altos niveles de confianza, dado que estos ayudan a compensar la falta de poder político en el Congreso para avanzar en las reformas económicas pendientes", señalaron.
Para sus analistas, estos factores podrían generar que las prioridades políticas se impongan sobre las económicas, postergando las reformas pendientes, como la normalización del mercado cambiario. El foco sigue siendo la reducción de la inflación, que permanece estancada en torno al 4% mensual desde mayo.
"En este contexto, si bien el entorno global para los mercados emergentes es favorable, el mercado local comienza a mostrar señales de impaciencia. Aunque la brecha cambiaria se redujo en septiembre, el Tesoro enfrentó dificultades en la última licitación de deuda, los bonos en dólares registraron una leve caída y el Merval retrocedió", detallaron.
Según sus expertos, el problema subyacente es que, a pesar de las expectativas positivas generadas por el blanqueo de capitales, el BCRA no logra adquirir divisas en el mercado cambiario y las reservas internacionales continúan estancadas. Esta tendencia podría agravarse en los próximos meses, especialmente en octubre, debido a los mayores pagos de importaciones que se avecinan.
Por otro lado, alertaron que, por primera vez en la gestión de Milei, el gobierno no logró renovar la totalidad de los vencimientos en una licitación. Esta semana, el Tesoro colocó $4,8 billones frente a vencimientos por $7,1 billones, resultando en un rollover del 67%. Los $2,2 billones restantes serán cubiertos con los depósitos del gobierno en el BCRA, lo que generará una expansión de la Base Monetaria por ese monto.
"Como resultado, el financiamiento de septiembre cerró con un rollover del 84%, una extensión de plazos promedio de 6,1 meses y un 10% de la colocación en instrumentos indexados. Esta mayor emisión podría utilizarse para impulsar el crédito al sector privado, en un contexto donde los depósitos en moneda local se han estancado, lo que podría llevar a los bancos a reducir su tenencia de títulos públicos. Resta observar si esta hipótesis se confirma o si dicha emisión aumentará la demanda de dólares financieros, considerando que estos aún se mantienen en niveles históricamente bajos en términos reales", observaron.
Extensión del blanqueo
Según la consultora Invecq, el gobierno decidió extender un mes la fecha límite para regularizar efectivo, producto del importante éxito que tuvo durante las últimas semanas, el cual está siendo fundamental para un BCRA cuya performance en materia cambiaria estaba lejos de lo evidenciado durante la primera parte del año.
La situación cambió de manera notable en septiembre: hasta el 24 de septiembre, llevan un incremento de u$s7.806 millones. De esta manera, el stock ya alcanza los u$s27.066 millones el valor más elevado desde el 30 de agosto del 2019. Si se mantiene este ritmo, tranquilamente podría superarse el récord de u$s32.492 millones alcanzado el 9 de agosto del 2019", detallaron.
Según sus expertos, esto es clave para el gobierno, por dos motivos: en primera instancia, parte de los nuevos depósitos va a encajes, lo que engrosa las reservas brutas; y en segundo lugar, puede traducirse en un alza de las RIN: la mayor liquidez de los bancos fomentará la expansión del crédito en dólares, lo que implica una mayor oferta de divisas en el MLC y en consecuencia más compras por parte del BCRA.
"Lo anterior es clave para el gobierno, por múltiples motivos. En primera instancia, parte de los nuevos depósitos va a encajes, lo que engrosa las reservas brutas. En segundo lugar, puede traducirse en un alza de las RIN: la mayor liquidez de los bancos fomentará la expansión del crédito en dólares -algo que viene sucediendo de manera ininterrumpida desde enero-; y, dado el funcionamiento del sistema, esto implica una mayor oferta de divisas en el MLC y en consecuencia más compras por parte del BCRA", concluyeron.
¿Por qué no suben las reservas netas?
De acuerdo con Cohen, uno de los obstáculos para consolidar la recuperación de los activos locales es la evolución de las reservas internacionales y la falta de avances en la flexibilización del control de cambios. Sin el beneficio de la "escalerita" en los pagos de importaciones, el mercado cambiario enfrenta el impacto del dólar blend -el 20% de las exportaciones de bienes y servicios que no se liquidan en el mercado oficia-, el déficit en el resto de las cuentas y la ausencia de ingresos financieros significativos.
Al respecto, detallaron que Los datos de agosto confirmaron esta tendencia: por tercer mes consecutivo, la cuenta corriente cambiaria mostró un déficit, y el BCRA solo compró más de u$s 500 millones debido al ingreso de dólares de una empresa energética.
En septiembre, aunque el BCRA terminó prácticamente neutro –con compras netas por u$s 18 millones–, señalaron que esto fue gracias a la aceleración en la liquidación del agro, que habría ingresado u$s 500 millones. Así, en los últimos cuatro meses, el superávit del mercado cambiario fue de apenas u$s 350 millones.
"Creemos que, en octubre, ante la creciente demanda de divisas para el pago de importaciones, el mercado cambiario continuará bajo presión, lo que podría llevar a una mayor profundización del saldo negativo de las reservas netas", alertaron.
* Para www.iprofesional.com