Victoria Villarruel y Luis Petri recibieron a la Fragata Libertad: no quisieron sacarse fotos juntos
La vicepresidenta Victoria Villarruel y el ministro de Defensa, Luis Petri, compartieron la llegada de la Fragata Libertad al puerto de Buenos Aires. Este emblemático buque de la Armada completó su 52° viaje de instrucción, que marca cada año el reencuentro de los guardiamarinas con sus familiares y amigos. Pese a la relevancia del evento, el Gobierno evitó difundir fotografías que mostraran juntos a Villarruel y Petri, lo cual fue interpretado como un indicio del distanciamiento entre ambos.
La ceremonia se llevó a cabo en el Apostadero Naval Buenos Aires, en la Dársena Norte del puerto de la ciudad, donde se congregaron familiares y amigos de los tripulantes. Allí estuvieron presentes también el jefe de la Armada, vicealmirante Carlos María Allievi, y otras autoridades navales. Aunque tanto Villarruel como Petri coincidieron en su apoyo a uno de los símbolos más destacados de la Marina argentina, el acto no logró ocultar las grietas en la relación entre la vicepresidenta y el ala del gobierno en la Casa Rosada.
En sus redes sociales, Villarruel compartió un mensaje que resonó con un tono patriótico, aprovechando la coincidencia con el Día de los Muertos. «Vaya mi homenaje, recuerdo y gratitud para todos los argentinos que dieron su vida por nuestra nación y el abrazo a sus familias que entregaron su mayor tesoro al país», expresó la vicepresidenta, en un guiño que enfatiza su vínculo con las Fuerzas Armadas y sus propios antecedentes familiares en la Armada.
Por su parte, el funcionario nacional del PRO, quien ya había encabezado la ceremonia de zarpada de la Fragata en julio, recordó en aquella ocasión la importancia de los guardiamarinas como «embajadores» de Argentina en cada puerto extranjero. «Van a poder contarle al mundo la historia de nuestro país, de nuestra cultura, de nuestras luchas y de lo que estamos viviendo», sostuvo Petri, reafirmando la misión diplomática del buque.
La llegada de la Fragata Libertad que no compartieron Villarruel y Petri
La Fragata Libertad, bajo el mando del capitán de navío Adolfo Rodrigo Ureta, recorrió siete países en este último viaje, incluyendo escalas en Brasil, Estados Unidos y Uruguay, entre otros. La tripulación, compuesta por 27 oficiales, 64 guardiamarinas y 185 suboficiales, completó un trayecto de 12.930 millas náuticas en un período de 105 días, en el cual representaron al país y fortalecieron lazos con otras marinas.
El buque también transportó invitados de las Fuerzas Armadas argentinas y representantes de marinas extranjeras de países como Bolivia, Chile, España, Italia y Japón, promoviendo un intercambio cultural y profesional entre las fuerzas navales. Este viaje de instrucción es crucial para que los cadetes adquieran experiencia práctica en la vida a bordo, complementando su formación académica de la Escuela Naval Militar.
La Fragata Libertad es reconocida no solo por su capacidad de instrucción, sino también como un símbolo de libertad, enraizado en el sentimiento nacional. Con su llegada a Buenos Aires, se renovó el compromiso con la tradición y el orgullo de la Armada.
Con información de www.elintransigente.com