Encuesta privada: qué opinan los santafesinos de una posible reforma constitucional provincial

Una encuesta de la consultora local "In.fluencia" graficó el pensamiento de un universo de santafesinos que opinó acerca de una posible reforma constitucional a debatirse en la Legislatura provincial.

 


El jueves la comisión de Asuntos Constitucionales se reunió para abordar el eje de la reforma constitucional con sus principales proyectos. El trámite finalmente se destrabó y la Legisltura le dará tratamiento en diciembre. El gobernador Maximiliano Pullaro habilitará el tema para el período de extraordinarias.

Resultados de la encuesta
En este aspecto y entre otros ítems, en la consulta puntual de la encuesta sobre si se está de acuerdo o no con la reforma constitucional en la provincia de Santa Fe, el 17% del total respondió "muy de acuerdo", complementado con otro 29% que se mostró "parcialmente de acuerdo" con la reforma.

En el universo del desacuerdo con una posible reforma a la carta magna de Santa Fe se posicionó el 24% del total de los encuestados, dividiéndose entre las opciones de "en desacuerdo" que sumó el 15% y "muy en desacuerdo" con el 9%.

Mientras que apenas el 1% respondió "no sabe, no contesta" en la encuesta, un importante grupo que abarcó el 30% del total encuestado admitió que "No está enterado" de la posibilidad de una reforma constitucional en la provincia. Esto crece en el universo de la población encuestada de entre 16 y 29 años, con un 41%.

Reforma constitucional se tratará en extraordinarias
Sin acuerdo entre Unidos y un sector de la oposición para alcanzar los dos tercios en la Cámara de Diputados antes de este viernes, la reforma constitucional en Santa Fe se tratará la semana próxima, ya en el período de sesiones extraordinarias.

Este jueves, en la reunión de Labor Parlamentaria, los presidentes de los bloques de la Cámara baja acordaron darle preferencia al tema para las próximas dos sesiones.

Además, el bloque de Omar Perotti presentó, al inicio de la sesión, su propio proyecto, el noveno con estado parlamentario. Inmediatamente, la Cámara baja otorgó preferencia de tratamiento a la reforma constitucional, avalando su inclusión en el temario que el Ejecutivo enviará a extraordinarias.

En principio, este no era el escenario preferido para el gobernador Maximiliano Pullaro. El mandatario santafesino había intentado que el tema se resolviera dentro del período de sesiones ordinarias, que vencio este sábado.

De todos modos, en la Casa Gris sabían que el escenario era complejo. En ese contexto, barajaban la posibilidad de que la alianza oficialista y los sectores decididos a avanzar con la reforma constitucional pidieran formalmente al gobernador que habilitara el tema en extraordinarias.

“El gobernador no actuará solo, será en el marco de una conversación y un acuerdo más amplio. No estamos pensando en alcanzar el número mágico. Un tema tan importante merece los mayores acuerdos posibles, aunque implique más tiempo”, afirmaron desde la Casa Gris.

Desde el primer momento, el gobierno evitó involucrarse directamente en un tema que intentó circunscribir al ámbito legislativo. La idea era no mostrarse ocupado con un asunto que, si bien es clave para la política, tiene menos repercusión en la vida cotidiana de la gente. Además, se buscaba evitar una derrota política prematura en caso de no llegar al número de votos necesario.

Sin embargo, los tiempos se fueron dilatando. A las dificultades de la alianza oficialista y otras siete fuerzas para unificar un solo proyecto se sumó la fragmentación interna del peronismo.

El planteo duro del peronismo
El lunes pasado, en la reunión de mesa chica ampliada del justicialismo se impuso la línea dura, que condicionó el último tramo de la negociación.

El documento del PJ de Santa Fe, que lleva la firma de representantes de todas las tribus, acusó a Pullaro y sus aliados de encarar una “avanzada autoritaria” y de “perpetuación en el poder”. Y planteó que la propuesta de reforma es “apresurada” e “inoportuna”, aunque dejó abierta la puerta al diálogo.

El miércoles, el presidente del PJ, Guillermo Cornaglia, más el senador Armando Traferri y la diputada Lucila De Ponti, se reunieron con los presidentes de los tres principales partidos de Unidos: Felipe Michlig (UCR), Joaquín Blanco (PS) y Gisela Scaglia (PRO).

Sin embargo, no hubo avances. Eso se constató en la reunión extraordinaria de la comisión de Asuntos Constitucionales, presidida por el socialista Pablo Farías.

Confianza en Unidos
“Estamos consolidando un número, un texto y una estrategia”, dijo un dirigente del oficialismo, ubicado en el centro de la negociación.

Con el número garantizado en el Senado, en Diputados el oficialismo debe alcanzar un piso de 34 votos para lograr los tercios. Cuenta con 28 propios y suma a Claudia Balagué y Fabián Palo Oliver, del Frente Amplio por la Soberanía (FAS), así como al peronista disidente Juanjo Piedrabuena.

También creen que pueden incorporar a la coalición pro reforma a Omar Paredes, pese a que el exconcejal rosarino integra el bloque de Amalia Granata, abanderada del rechazo total a la reforma. “Paredes siempre fue reformista”, advirtió alguien que lo conoce desde sus tiempos en la UCR.

En ese caso, Unidos solo necesitaría dos votos más. La decisión del bloque de Perotti de presentar su propia iniciativa parece destrabar el trámite y abre la puerta a que se sumen otros espacios.

“Si el tema va a extraordinarias, el resto del peronismo se queda sin excusa”, indicaron en la Casa Gris.

Por lo pronto, en Unidos piensan que una llave para darle más volumen político al acuerdo es que la ley de declaración de necesidad de la reforma sea un texto más abierto.

CON INFORMACION DE UNOSANTAFE.