Perspectivas 2025: ¿cómo influirá la baja de la inflación y el atraso cambiario en la economía argentina?
La consultora económica Eco Go, dirigida por Marina Dal Poggetto, y el equipo de research de un prestigioso banco realizaron un exhaustivo análisis sobre los factores que impulsaron la baja de la inflación en los últimos meses y las perspectivas para el dólar en el corto y mediano plazo.
Ambos estudios coincidieron en que el éxito en la desinflación se debió a una combinación de medidas políticas y económicas cuidadosamente implementadas por el Gobierno y el Banco Central, así como a dinámicas específicas del mercado financiero.
Entre las claves de la baja inflacionaria, Eco Go subrayó tres puntos principales:
1.- Eliminación del impuesto PAÍS y baja de aranceles: estas medidas facilitaron el acceso a bienes importados, incentivando el consumo en plataformas extranjeras gracias al aumento de las franquicias y la reducción de impuestos.
2.- Control del ritmo del tipo de cambio: el Banco Central adoptó una estrategia de deslizamiento gradual del dólar (crawl), que redujo su ritmo de aumento al 1% mensual, siempre condicionado a la estabilización de la inflación.
3.- Tasas de interés positivas y estabilización de la brecha cambiaria: con una política de tasas por encima de la inflación y del ritmo del crawl, sumada a una intervención activa en el mercado cambiario, se incentivó el carry trade y se logró reducir la presión sobre los dólares financieros.
El informe destacó que el punto de inflexión en este proceso ocurrió en octubre, cuando el Banco Central retomó la compra de divisas tras meses de intervenciones neutras o negativas. Este cambio de estrategia fue posible gracias al ingreso de dólares por el programa Blend, que inyectó u$s 1.524 millones solo en octubre y un total de u$s 14.500 millones desde su inicio. Además, el blanqueo de capitales aportó un inesperado flujo de u$s 21.000 millones al sistema, de los cuales u$s 14.000 millones permanecen en depósitos bancarios.
Dinámica inflacionaria y el dólar
El equipo de research de un prestigioso banco también analizó las perspectivas inflacionarias y el accionar del Banco Central en este contexto. Según su informe, la inflación de diciembre podría acelerarse ligeramente debido al aumento del precio de la carne, cuyo peso en el índice es del 8%. Proyectaron una inflación entre el 2,5% y el 2,7%, dependiendo del comportamiento de este rubro.
Sin embargo, los expertos del banco anticiparon que la tendencia de desinflación se mantendría en los primeros meses de 2025, lo que podría llevar al Banco Central a implementar una nueva baja de las tasas de interés de referencia en el corto plazo. Este ajuste, argumentaron, estaría respaldado por los siguientes factores:
1.- Tasa real positiva: La tasa de política monetaria quedó en terreno positivo (3% TNA) tras los últimos datos de inflación, lo que daría margen para un recorte adicional.
2.- Impactos controlados de la última baja de tasas: La reciente reducción no generó dolarización de carteras ni desaceleración del crédito en dólares, dos riesgos que inicialmente se temían. Por el contrario, los préstamos en moneda extranjera crecieron en u$s 265 millones en una semana, un 2,6% más.
3.- Reducción del costo de fondeo del Tesoro Nacional: Una baja en las tasas aliviaría el costo financiero de las letras del Tesoro, especialmente en un contexto donde la liquidez del Tesoro se ha reducido debido a los pagos de deuda en dólares.
Perspectivas para el dólar para 2025
Tanto Eco Go como los analistas del prestigioso banco advirtieron sobre los desafíos que enfrenta el tipo de cambio en 2025. Por un lado, Eco Go señaló que el atraso cambiario, combinado con factores internacionales como la fortaleza global del dólar y la depreciación del real brasileño, aceleró la apreciación del peso. Esto llevó al dólar multilateral a niveles inferiores incluso a los mínimos de la gestión de Mauricio Macri.
Por su parte, los expertos del banco consideraron que el Banco Central podría combinar una reducción de tasas con un ajuste en el ritmo del crawl para mantener la competitividad cambiaria. Estimaron que el recorte de tasas podría oscilar entre 3 y 5 puntos porcentuales, dependiendo de si se sincroniza con la reducción del crawl.
En cuanto a la cuenta corriente cambiaria, Eco Go proyectó un déficit del 0,7% del PBI para 2025, tras haber registrado un superávit del 0,3% en 2024. Este deterioro estaría impulsado por el aumento de las importaciones, el crecimiento del crédito en dólares y el impacto del atraso cambiario sobre la competitividad.
Reflexiones finales
Ambos análisis coincidieron en que la desinflación se vio favorecida por una política fiscal equilibrada y la normalización financiera. No obstante, alertaron sobre el deterioro en la calidad del empleo, con un aumento de la informalidad y una caída en los ingresos reales de quienes dependen de salarios o transferencias del Estado.
Eco Go subrayó que la reducción de la inflación está ayudando a consolidar el rebote de la actividad económica. En tanto, el equipo de research del banco destacó que las políticas monetarias y fiscales, junto con la estrategia del Banco Central, han sido fundamentales para alcanzar este contexto de estabilidad relativa. Sin embargo, ambos grupos de análisis advirtieron que los desafíos persisten.
El desarme progresivo del cepo cambiario es uno de los puntos más críticos hacia el futuro. Aunque la brecha cambiaria se ha comprimido significativamente, Eco Go indicó que el equilibrio entre los mercados oficiales y paralelos aún depende de una gestión activa por parte del Banco Central. Por su parte, el banco señaló que una liberalización abrupta del mercado cambiario sería poco probable en un año electoral, dada la sensibilidad del contexto político y económico.
En términos de empleo, Eco Go destacó que, si bien los ingresos del sector privado formal han comenzado a mostrar cierta recuperación, el empleo informal sigue creciendo, lo que plantea un desafío estructural para la economía argentina. Este fenómeno, según la consultora, está vinculado con la necesidad de adaptarse a un cambio de régimen económico más agresivo.
De cara a 2025, las políticas fiscales y monetarias deberán coordinarse para evitar que el déficit proyectado en la cuenta corriente profundice la apreciación del peso. Tanto Eco Go como el equipo del banco coincidieron en que la normalización financiera puede ofrecer una oportunidad para sostener la desinflación, pero dependerá de cómo se gestionen las tensiones inherentes a un contexto de reformas estructurales.
Finalmente, los expertos recalcaron que el contexto internacional jugará un papel clave en las decisiones locales. La fortaleza del dólar global y las fluctuaciones del real brasileño son variables externas que afectan directamente la competitividad de las exportaciones argentinas y, por ende, el equilibrio macroeconómico. Esto refuerza la importancia de continuar con políticas que busquen estabilidad y crecimiento sostenido en un entorno desafiante.
La interacción entre las políticas monetarias, cambiarias y fiscales será crucial para definir el curso de la economía argentina en los próximos años. Si bien los avances recientes son alentadores, queda un largo camino por recorrer para consolidar la estabilidad económica y financiera en el país.
* Para www.iprofesional.com