Santa Fe, en vísperas de la reforma constitucional
El gobernador Maximiliano Pullaro logró en su primer año de gestión, lo que ninguno de sus antecesores, desde 1983 a la fecha, pudieron concretar: la Ley de necesidad de la reforma constitucional. Fue la coronación de un año legislativo impactante en cuanto a la cantidad de leyes sancionadas, la mayoría a propuestas de un Poder Ejecutivo que llegó con un plan y lo ejecutó acompañado por una mayoría parlamentaria que se mostró sin fisuras a la hora de votar en los recintos de ambas cámaras.
A mitad de año y ya con las reformas sobre seguridad públicas sancionadas y en ejecución, el presidente provisional del Senado, senador por San Cristóbal y titular de la UCR, Felipe Michlig, adelantaba que iban por tres medallas para completar el año. Bronce para reforma previsional; plata para reforma de la Corte y oro para la reforma constitucional. Y el medallero se completó. En el primer caso únicamente con votos propios y en los dos siguientes superando los dos tercios -especialmente en Diputados- para marcar el aval a la decisión del Ejecutivo, más allá de que los proyectos llevaban la firma de legisladores y no del gobernador. El bloque de Omar Perotti -Hacemos Santa Fe- y la izquierda -Frente Amplio por la Soberanía- fueron acompañando a Unidos ya que eran temas sobre los que venían trabajando desde hacía años.
La ley sobre la necesidad de la reforma -votada el día del cumpleaños del gobernador- permite la discusión de unos 40 artículos e incluye otras temáticas posibles a discutir en la reforma. Desde el punto de vista gubernamental, la ley habilitada a discutir si es necesaria la posibilidad de reelección del gobernador y en especial la del actual binomio; la limitación de mandatos legislativos en una provincia donde hay senadores que van por su octavo mandato; igualar mandatos municipales y comunales en cuatro años; definir los alcances de la autonomía municipal especialmente para Santa Fe y Rosario e incluir todos los institutos de participación popular. No es menor la inclusión del tema fueros parlamentarias como tampoco la arquitectura del Poder Judicial y la inclusión del Ministerio Público de la Acusación y del Sistema de la Defensa Penal, organismos surgidos a partir de la reforma al Código Procesal Penal de la provincia.
El acuerdo para sancionar la ley de reforma llega con dos aditamentos: elección sin Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) e imposibilidad de hacer internas para definir candidaturas; y la elección de 19 convencionales por cada uno de los departamentos. El tema mereció una objeción por parte de La Libertad Avanza y Somos Vida que deberá resolver la justicia.
No obstante, la clave del futuro de la reforma constitucional estará el 13 de abril cuando se definan los convencionales. Ese día surgirá el mapa de ese cuerpo que deberá ser convocado por el propio gobernador dentro del año de la elección. Los 50 convencionales provinciales surgirán del reparto por sistema D´Hont de las fuerzas políticas que superen el umbral del 2,5% de los votos. Los 19 restantes por cada departamento.
El primer paso será el cierre de listas en febrero donde Unidos tendrá a Pullaro como cabeza de lista y ordenador del espacio. El justicialismo tendrá varias ofertas electorales más allá de la lista oficial que armará el Consejo Ejecutivo provincial habilitado por el Congreso. Para la Libertad Avanza será su primera experiencia electoral en Santa Fe como sello propio; Somos Vida apostará al voto bronca y el Frente Amplio por la Soberanía intentará representar al electorado de izquierda. Muy prematuro para hacer nombres más allá de Pullaro. Son muchos los que apetecen formar parte de los 69 convencionales que escribirán el texto que marcará el acuerdo institucional de los santafesinos en gran parte de lo que resta del siglo.
La reforma la intentaron varios gobernadores, sólo pasó la instancia de la Cámara de Diputados sobre fines de 1991 por un acuerdo entre bambalinas. El resto se quedó en los cajones de las comisiones legislativas. Pullaro tuvo la decisión de ir hacia adelante o dejar que sus legisladores vayan hacia adelante y coronó la jugada. Ahora, la suerte de la reforma estará en manos del electorado y será la gran discusión política de Santa Fe en el año que se inicia.
CON INFORMACION DE ELLITORAL.