¿La tercerización no sería el camino en una ciudad en donde la Tasa municipal y el DREI ahorcan a los ciudadanos?
En tiempos donde la economía atraviesa desafíos significativos, es vital que las ciudades reconsideren sus estrategias de inversión pública, especialmente en la adquisición de equipamiento y herramientas. En lugar de destinar millones de pesos a la compra de infraestructura que, tras un corto período de uso, se desgasta y pierde gran parte de su valor, surge una alternativa que podría ofrecer no solo una solución más práctica, sino también racionalizar el uso de los recursos públicos: la tercerización de ciertos servicios.
La tercerización permite a las administraciones municipales concentrarse en sus competencias esenciales, mientras que empresas especializadas se encargan de la provisión de herramientas y equipamiento, así como de su mantenimiento.
Esto puede traducirse en un ahorro significativo en un contexto económico apremiante, donde las familias luchan día a día por llegar a fin de mes. La posibilidad de optar por este modelo podría liberar presupuesto para otras áreas prioritarias, como educación, salud y seguridad, que son fundamentales para el bienestar de la comunidad.
Un punto preocupante es el aumento de las tasas municipales en Rafaela, que ha superado el 300% en algunos casos. Este incremento ha golpeado fuertemente a los ciudadanos, quienes ya enfrentan una alta inflación y precariedad económica. La respuesta a la pregunta de "¿qué busca Viotti?" se vuelve compleja. Viotti, en su rol de intendente debe considerar si estas decisiones contribuyen a aliviar la carga económica que recae sobre los habitantes de Rafaela. La percepción ciudadana está marcada por la sensación de que ciertos aumentos son desproporcionados y reflejan una desconexión de las realidades cotidianas de las familias trabajadoras.
Es esencial que el gobierno local no solo implemente políticas que generen ingresos, sino que también evalúe la sostenibilidad de dichas políticas en el largo plazo. La búsqueda de un equilibrio entre la necesidad de recursos para el mantenimiento de servicios y la realidad económica de los ciudadanos es crucial. En lugar de sobrecargar a la población con tasas elevadas, el enfoque en la optimización de recursos a través de la tercerización puede ofrecer una respuesta más adecuada a la crisis actual, asegurando una gestión más eficiente y efectiva de los recursos públicos.
Por lo tanto, la discusión en torno a la tercerización no es solo una cuestión de economía, sino una cuestión de justicia social. Es un llamado a la reflexión sobre cómo se distribuyen y utilizan los recursos en nuestra comunidad, y cómo las decisiones de aquellos en el poder afectan directamente la calidad de vida de los ciudadanos. A medida que avanzamos hacia un futuro incierto, es crucial que se priorice el bienestar de la población y se busquen soluciones que no solo alivien la carga fiscal, sino que también promuevan un desarrollo sustentable y equitativo para todos.