NUEVA CONSTITUCIÓN DE SANTA FE Jorge Levin exclusivo para R24N

Peronismo dividido: Ganó Pullaro y sin duda habrá reelección

Por Jorge Levin

Resumen en Frases Clave

  • La votación del reglamento interno en la Convención de Santa Fe evidenció la división en el justicialismo, dificultando una estrategia unificada frente al oficialismo.
  • La falta de cohesión en el bloque "Más para Santa Fe" expone tensiones internas, donde el oficialismo promovió una mayoría simple para reformas, apoyada por algunos peronistas.
  • Dos bloques peronistas (Más para Santa Fe y Activemos) complican la cohesión, con discrepancias sobre liderazgo y estrategia.
  • La votación representa un test político crucial, marcando el inicio de un debate sobre temas sensibles como la reelección del gobernador.
  • El oficialismo celebra una victoria significativa, mientras el justicialismo enfrenta las consecuencias de su división, apuntando a reajustar su estrategia para futuros desafíos en la Convención.

División en el Justicialismo: Votación del Reglamento Interno Abre Debate en la Convención de Santa Fe

La discusión se centró en el criterio para determinar la mayoría necesaria para aprobar las reformas. El bloque Somos Vida de Granata, los libertarios, el de Lewandowski y cinco aliados de Monteverde proponían una mayoría absoluta, que requería 36 de los 69 votos totales. Sin embargo, el oficialismo logró establecer la exigencia de una mayoría simple entre los votos presentes.

En la reciente votación por el reglamento interno de la Convención Constituyente de Santa Fe, senadores e intendentes del justicialismo mostraron una división notable, lo que expone tensiones en el bloque de Más para Santa Fe. Esta incipiente fractura limitó la capacidad de la oposición para establecer una estrategia unificada frente al oficialismo de Unidos para Cambiar Santa Fe.

La reforma constitucional dio inicio a un debate cargado de contenido político. Durante la discusión sobre el reglamento, el bloque peronista no logró mantener una postura cohesionada, dividiéndose entre quienes apoyaron una mayoría cualificada para aprobar reformas y quienes respaldaron la mayoría simple propuesta por el oficialismo.

El quiebre se produjo en la definición del umbral necesario para aprobar proyectos de reforma constitucional. El oficialismo promovió la opción de mayoría simple —donde una propuesta triunfa con más votos, sin necesidad de alcanzar la mitad más uno— y obtuvo el respaldo de siete convencionales del bloque peronista, incluyendo a senadores como Rubén Pirola y Armando Traferri, así como al intendente de Pérez, Pablo Corsalini.

Aunque la alta dirección del justicialismo intentó minimizar el impacto de este voto dividido, el resultado dejó al descubierto las diferencias internas que complican su cohesión. “La unidad en la diversidad” fue el argumento recurrente en los pasillos legislativos, pero la fractura quedó palpable en esta votación crucial.

Un Bloque Fragmentado

La existencia de dos bloques peronistas en la Convención —Más para Santa Fe y Activemos, liderado por Marcelo Lewandowski— anticipaba un funcionamiento fragmentado. Con un total de 16 convencionales, las discrepancias estratégicas y territoriales dificultan cualquier posibilidad de cohesión.

Más para Santa Fe incluye a 12 representantes del PJ y aliados, destacando figuras como Alejandra Rodenas y Diego Giuliano. Sin embargo, las disputas sobre liderazgo antes de comenzar los debates ya habían dejado claras las líneas de fractura.

Por su parte, Activemos, que reúne a cuatro convencionales, observa desde una distancia crítica las tensiones internas del PJ y muestra disposición para colaborar con sectores institucionales, sin alineamientos automáticos.

Implicaciones para el Futuro

La votación sobre el reglamento marcó el primer test político de la Convención, que abordará temas sensibles, desde la reelección del gobernador hasta la autonomía municipal. Para el peronismo, el éxito opositor dependerá de una estrategia cohesiva. El resultado de la votación, con votos a favor del oficialismo, refleja una debilidad opositora que podría complicar futuros procesos de reforma.

Desde el oficialismo, celebran la aprobación del reglamento con una mayoría considerable, destacando la centralidad del gobierno en el proceso. Mientras tanto, el justicialismo comienza a evaluar los costos políticos de su desorden inicial, buscando reposicionarse ante los siguientes desafíos de la Convención. La reforma ha comenzado, y el escenario ya muestra movimientos claros.