Una Municipalidad que no gestiona en cosas esenciales
Entre finales de septiembre y principios de octubre una ráfaga de viento cortó la primera rama de este árbol que cayó sobre el portón del garaje y la pared de la propiedad vecina impidiendo la salida de sus moradores. A mediados de octubre, con otra tormenta se cayó otra rama quedando el árbol en el actual estado. La única rama sobreviviente parece estar apoyada en los cables superiores y pende como espada de Damocles nuevamente sobre la propiedad lindera.
Así como no nos autorizan a podar a los propietarios, parece que el personal que asistió a despejar las ramas caídas no tuvo capacidad para evaluar el riesgo de dejar el árbol en ese estado.
Hace más de 15 días que, a pedido de Espacios Verdes, se solicitó la poda. Nadie responde. Las tormentas de viento, como el domingo pasado por la tarde, parecen ser cada vez más frecuentes.
La Municipalidad no hace ni deja hacer. Si llegara a caer y producir daños ¿se harían cargo de las consecuencias? ¿Y si cae sobre una persona?
Estamos ante una administración que parece no tener la mínima capacidad de gestión, aún cuando los riesgos son muy altos.
Menos ciudadanos ilustres, menos clases de zumba, y más gestión en las incumbencias esenciales de una municipalidad. Y si no pueden hacerlo, dejen que otros se hagan cargo.