OPINIÓN Carlos Zimerman

Pullaro no solo inauguró el Hospital, dio un mensaje claro pensando en 2027

Por Carlos Zimerman

Maximiliano Pullaro, el gobernador de Santa Fe, no solo inauguró el nuevo Hospital Regional “Dr. Jaime Ferré”, sino que aprovechó la ocasión para enviar un poderoso mensaje a todo el país: las obras públicas esenciales no deben ignorarse y la salud es una prioridad innegable. Su discurso fue un claro recordatorio de que proyectos de esta magnitud requieren consenso y diálogo entre fuerzas políticas, de ahí su simbólico abrazo con Omar Perotti y Antonio Bonfatti. Pullaro está mirando hacia el futuro, específicamente hacia 2027, posicionándose como un líder nacional en un panorama complejo, pero el político ve la realidad con un cristal muy diferente al que lo podemos ver quienes la analizamos.


Durante la ceremonia, Pullaro evidenció los logros de su gestión, resaltando la finalización de un proyecto que había comenzado en 2015. En menos de dos años, su administración logró concluir el 42% restante de la obra, estableciendo un hito en la sanidad de la provincia. Al enfatizar que este nuevo hospital es una de las más importantes en la historia sanitaria de Santa Fe, Pullaro no solo reivindica la continuidad institucional, sino que también demuestra que, con recursos propios y el esfuerzo colectivo de los santafesinos, es posible alcanzar metas ambiciosas.

El volumen de esta obra es impactante: ha pasado de 8.000 a 21.000 metros cuadrados, con un alcance potencial de 460.000 usuarios. Estas cifras no son meramente estadísticas; representan vidas que podrán ser atendidas y, en última instancia, salvadas. Además, Pullaro subrayó la importancia de la provisión de medicamentos, destacando que, a pesar de los recortes en programas nacionales, ningún santafesino se queda sin acceso a medicinas esenciales. Este es un claro ejemplo de que la honestidad y la gestión efectiva pueden coexistir, incluso en un contexto nacional marcado por la desconfianza.


Pullaro contrastó las prácticas corruptas que afectan a organismos nacionales con la transparencia y eficiencia de su administración. Su afirmación de que se ahorraron 182 mil millones de pesos en la compra de medicamentos es un testimonio de la seriedad con la que se está manejando la salud pública en Santa Fe. Este compromiso es un llamado a la acción y una invitación a que la ciudadanía se apropie de este logro.

Más allá de la inauguración, Pullaro también destacó la necesidad de políticas de Estado que trasciendan un único mandato. Reconoció que las grandes obras requieren de continuidad y planificación, un enfoque que desafía la cultura del cortoplacismo que a menudo predomina en la política. Al abogar por un diálogo constructivo y por la convivencia entre adversarios, su discurso es un faro de esperanza en un tiempo donde los desacuerdos parecen prevalecer.


En conclusión, Pullaro no solo está construyendo un hospital, sino también un camino hacia un futuro en el que Santa Fe pueda mostrar al resto del país que el diálogo y el trabajo conjunto son posibles. Esta inauguración no es simplemente una culminación; es el inicio de un nuevo capítulo en la salud pública de la provincia y un modelo a seguir para toda la Argentina.