Aseguran que Maduro quiso US$200 millones a cambio de su salida durante una llamada con Trump
Nicolás Maduro intentó negociar su salida del poder con una propuesta que incluía quedarse con 200 millones de dólares, amnistía para al menos 100 funcionarios de su régimen y refugio seguro en un país aliado, según fuentes consultadas por The Telegraph. Sin embargo, la propuesta complicó la posible transición.
La discusión ocurrió durante una llamada de 15 minutos entre Maduro y el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Los dos líderes discreparon sobre el país de destino; Trump sugirió Rusia o China, mientras que Maduro optó por permanecer en el hemisferio occidental, preferentemente en Cuba. Catar fue mencionada como una opción intermedia.
Tras este encuentro, el 21 de noviembre, la Casa Blanca aumentó la presión. Trump advirtió sobre la posibilidad de ataques directos en Venezuela y afirmó: “Sabemos dónde viven los malos, y vamos a empezar muy pronto”.
Estados Unidos considera a Maduro ilegítimo y, en agosto, aumentó la recompensa por su captura a 50 millones de dólares por información que lleve a su arresto por narcotráfico. En este contexto, el New York Times informó que Maduro cambia de ubicación cada noche, protegido por escoltas cubanos, lo que refleja su creciente aislamiento y temor.
El punto más crítico de la negociación fue la demanda de Maduro por amnistía total. Su prioridad no era solo el dinero, sino garantizar la impunidad para sus operadores más cercanos y que estos controlaran un eventual gobierno de transición, que luego supervisaría elecciones "libres".
Una fuente involucrada en las negociaciones afirmó: “Maduro está entre la espada y la pared. No es altruismo: es instinto de supervivencia”. Aceptar una salida que expusiera a sus aliados podría poner en riesgo su vida frente a represalias de quienes han respaldado su régimen.
Washington rechazó la propuesta de Maduro, priorizando el desmantelamiento del Cartel de los Soles, una estructura acusada de manejar el narcotráfico en Venezuela y clasificada como organización terrorista extranjera. Una amnistía general dejaría intacto a este cartel, lo que es inaceptable para Estados Unidos.