La Corte Suprema convocó a conjueces y definirá si el crimen de Julieta González fue femicidio
La Corte Suprema de Justicia de la Nación tomó una decisión inusual: convocó a dos conjueces federales para resolver el asesinato de Julieta González en Mendoza, ocurrido en 2016. La resolución del máximo tribunal podría marcar un antes y un después en la interpretación del femicidio en la Argentina.
La convocatoria, que anticipa un debate intenso y la posibilidad de un fallo dividido, busca definir en las próximas semanas si se confirma o no la ampliación de la condena a prisión perpetua para Andrés Di Césare por el crimen de la joven, que tenía 21 años cuando la encontraron asesinada.
En un primer momento, Di Césare había sido condenado por homicidio simple a una pena de 18 años de prisión, al considerar que no medió violencia de género.
El crimen de Julieta González
Julieta González tenía apenas 21 años cuando desapareció el Día de la Primavera de 2016. Al día siguiente, su cuerpo apareció atado de pies y manos en una zona montañosa de Cacheuta, a metros del penal de Almafuerte, en Luján de Cuyo.
De acuerdo con la reconstrucción que hicieron los investigadores, el día que la vieron por última vez Julieta se encontró con Di Césare en Maipú y, tras una discusión, él la golpeó y la llevó en su auto hasta la precordillera mendocina, cerca de la cárcel de Almafuerte.
En ese lugar, la mató a golpes con una piedra. El cuerpo de Julieta apareció seis días después y Di Césare fue detenido dos semanas más tarde.
La investigación apuntó rápidamente a Andrés Di Césare, de 26 años, hijo de un empresario del transporte mendocino, que había sido presentado como novio de Julieta días antes del crimen.
Según la madre de la víctima, Graciela Carrizo, ambos se conocían desde chicos y se reencontraron poco antes del asesinato.
“Mi hija vino un día, se rió y me dijo ‘mamá, a que no te imaginás con quién me crucé, estuvimos hablando y me invitó a salir: con el Andresito’”, recordó en aquel momento la mamá de Julieta.
Las pruebas y la confesión parcial de Di Césare
Recién en enero de 2018, Di Césare declaró ante la Justicia. Admitió que discutió con Julieta ese día, que ella lo arañó y que él le pegó en la cara. También reconoció que la llevó en su auto, pero aseguró que la joven se bajó y no la volvió a ver.
Sin embargo, las pruebas científicas lo complicaron. Encontraron restos de piel de Di Césare bajo las uñas de Julieta, sangre de la víctima en el auto del acusado y coincidencia de las antenas de sus celulares en el mismo lugar y hora de la desaparición.
Además, el análisis del celular de Di Césare reveló búsquedas previas sobre cómo hacer pruebas de ADN en fetos y cómo deshacerse de un cuerpo. Según la hipótesis de la fiscalía, Julieta le contó que estaba embarazada y él la mató a golpes.
En 2019, Di Césare fue condenado a 18 años de prisión por homicidio simple. El tribunal de primera instancia —integrado por Jorge Coussirat, Mauricio Juan y María Alejandra Ratto— descartó la figura de femicidio y la agravante de violencia de género.
El fallo generó una reacción inmediata del Movimiento Ni Una Menos y organizaciones feministas, que reclamaron una condena más dura.
El debate por la calificación: ¿femicidio u homicidio simple?
La fiscal Claudia Ríos y la abogada de la familia, Carolina Jacky, apelaron la sentencia. “Las recomendaciones internacionales no son sugerencias: son de carácter obligatorio, por encima de normas o códigos nacionales. Aquí la Justicia resolvió el caso teniendo en cuenta los lineamientos patriarcales con los cuales fue concebido el derecho penal”, sostuvo la letrada tras el fallo.
En 2021, la Suprema Corte de Justicia de Mendoza cambió la calificación a femicidio y agravó la pena a prisión perpetua. El tribunal provincial consideró que el crimen se dio en un contexto de violencia de género y destacó la “clara asimetría de poder” entre víctima y victimario.
La Corte de Mendoza fundamentó su decisión en la “multiplicidad de lesiones” y el modo en que fue atacada Julieta, señalando que hubo una “voluntad disciplinadora” y una clara asimetría de poder, propia de la violencia de género.
Los jueces remarcaron que Di Césare usó su fuerza física para asfixiar y golpear a la víctima, imponiéndose ante la resistencia de Julieta.
La Corte decide
La defensa de Di Césare apeló ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cuestionando la modificación de la calificación legal. El caso está en pleno debate entre los ministros del máximo tribunal, y la convocatoria de conjueces muestra que la decisión será peleada.
Rocío Alcalá y Gustavo Castiñeira, seleccionados por sorteo de la lista de presidentes de Cámaras Federales, ya fueron notificados y participarán en la resolución final.
La decisión de la Corte puede sentar jurisprudencia sobre cómo se juzgan los femicidios y los casos de violencia de género en la Argentina.
CON INFORMACION DE TODONOTICIAS.