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Parrilli cargó contra Patricia Bullrich con duras acusaciones y reavivó la interna política

  • Oscar Parrilli salió a respaldar a Cristina Kirchner tras el cruce con Bullrich.
  • El ex senador apuntó con dureza contra la trayectoria política de la legisladora.
  • Cuestionó la coherencia y el estilo político de Patricia Bullrich.
  • El intercambio se dio en el marco de críticas al plan económico del Gobierno.
  • Las redes sociales volvieron a ser el escenario central del conflicto político.
  • El episodio reflejó el alto nivel de polarización y personalización del debate.

La jornada política del viernes estuvo marcada por un nuevo episodio de confrontación pública en redes sociales, cuyo punto culminante fue la dura intervención de Oscar Parrilli contra Patricia Bullrich. El exsenador y referente del kirchnerismo salió en defensa de Cristina Kirchner y apuntó con severidad contra la actual senadora de La Libertad Avanza, en un intercambio que volvió a exponer el nivel de tensión y personalización del debate político argentino.

El cruce tuvo su origen horas antes, cuando Cristina Kirchner publicó un extenso mensaje crítico hacia el gobierno de Javier Milei tras conocerse el dato de inflación de noviembre, que se ubicó en 2,5%. La expresidenta cuestionó la narrativa oficial sobre la marcha del plan económico y puso en duda que los resultados acompañen el fuerte ajuste aplicado sobre salarios, jubilaciones, obra pública y recursos de las provincias. En su publicación, además, incluyó una imagen de Patricia Bullrich sosteniendo un cartel con el índice inflacionario, lo que funcionó como un gesto irónico y provocador.

La respuesta de Bullrich no se hizo esperar. La exministra de Seguridad replicó con un mensaje de alto voltaje, en el que descalificó personalmente a la titular del PJ nacional y la instó a no opinar sobre economía. En su tuit, Bullrich responsabilizó al último gobierno kirchnerista por la situación económica actual y cerró su intervención con una referencia explícita a la situación judicial de Cristina Kirchner, elevando el tono del intercambio.

Fue en ese contexto que Oscar Parrilli decidió tomar partido y salir públicamente a respaldar a la expresidenta. A través de un mensaje difundido también en redes sociales, el exsenador neuquino apuntó directamente contra Bullrich y cuestionó con dureza su trayectoria política. En su descargo, enumeró los distintos espacios y gobiernos por los que pasó la actual legisladora a lo largo de su carrera, desde sus inicios en el peronismo hasta su participación en administraciones de distinto signo político.

Parrilli utilizó ese repaso para construir una crítica de fondo sobre la coherencia y el estilo político de Bullrich. La acusó de oportunismo, de falta de convicciones estables y de ejercer una práctica política basada en la confrontación permanente. En un tono particularmente áspero, sostuvo que la única constante en su recorrido es, según su visión, la violencia política y la traición a los espacios que integró, y cerró su mensaje con una descalificación personal que profundizó el enfrentamiento.

La intervención de Parrilli no solo buscó defender a Cristina Kirchner, sino también devolver el golpe en un terreno que el kirchnerismo considera sensible: el de la legitimidad política y moral de sus adversarios. El cruce dejó en evidencia cómo las discusiones sobre la coyuntura económica y social derivan rápidamente en disputas personalizadas, en las que el intercambio de argumentos queda desplazado por agravios y acusaciones cruzadas.

El episodio se inscribe en un clima político atravesado por la polarización, con un oficialismo que defiende los primeros resultados de su programa económico y una oposición fragmentada, donde el kirchnerismo mantiene un rol central en la confrontación discursiva. En ese escenario, las redes sociales se consolidan como el principal canal de expresión política, amplificando los mensajes más duros y reduciendo los márgenes para un debate más institucional.

Las declaraciones de Parrilli contra Bullrich reavivaron viejas tensiones y confirmaron que la disputa política sigue anclada en lógicas de confrontación directa. Mientras los indicadores económicos continúan bajo la lupa y el impacto del ajuste se siente en distintos sectores, el intercambio volvió a mostrar que buena parte de la dirigencia prioriza la pelea simbólica y personal, profundizando un clima de conflicto que atraviesa a la escena pública.