La recuperación de Cristina Kirchner reordena la escena política y reactiva la vigilia militante
- Cristina Kirchner se recupera favorablemente tras una cirugía por apendicitis con peritonitis localizada.
- No hubo nuevo parte médico oficial, aunque su entorno transmite tranquilidad.
- Militantes permanecen frente al Sanatorio Otamendi expresando apoyo político y simbólico.
- Máximo Kirchner agradeció públicamente las muestras de acompañamiento.
- La ex presidenta cuenta con antecedentes de intervenciones quirúrgicas de distinta complejidad.
- La internación ocurre mientras cumple arresto domiciliario por la condena firme en la causa Vialidad.
Luego de haber sido sometida a una cirugía de urgencia por una apendicitis con peritonitis localizada, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner continúa con su recuperación internada en el Sanatorio Otamendi, en la Ciudad de Buenos Aires. Según fuentes de su entorno, la evolución es favorable y no se registraron complicaciones postoperatorias, aunque hasta el cierre de esta nota no se había difundido un nuevo parte médico oficial. En su círculo más cercano se limitan a transmitir tranquilidad mientras se aguarda la definición sobre un eventual alta médica.
La internación de la ex mandataria se conoció el sábado por la tarde y generó un inmediato impacto político y simbólico. Desde entonces, militantes y simpatizantes se concentraron frente al sanatorio, en el barrio de Recoleta, para expresar su apoyo. Con banderas, cánticos y consignas, el grupo permaneció apostado en la puerta del centro de salud durante todo el fin de semana. Una de las banderas más visibles llevaba la frase “Nunca caminarás sola”, un lema tomado del universo futbolero británico que fue resignificado en clave política.
El gesto fue rápidamente replicado por Máximo Kirchner, diputado nacional e hijo de la ex presidenta, quien agradeció públicamente las muestras de acompañamiento. En un mensaje difundido en redes sociales, destacó el afecto y la presencia constante de la militancia, reforzando la centralidad que Cristina Kirchner conserva dentro del peronismo, incluso en un contexto marcado por su situación judicial y su retiro formal de la actividad institucional.
El único comunicado oficial fue difundido por el propio Sanatorio Otamendi tras la intervención quirúrgica. Allí se informó que la paciente ingresó con un cuadro compatible con síndrome apendicular agudo, confirmado luego por estudios médicos, y que fue sometida a una cirugía laparoscópica. El parte precisó que se trató de una apendicitis con peritonitis localizada y que la evolución posterior fue favorable, sin complicaciones inmediatas. El documento fue firmado por la directora médica del establecimiento, Marisa Lanfranconi.
No es la primera vez que Cristina Kirchner es atendida en ese sanatorio. A lo largo de los últimos años, el Otamendi se convirtió en uno de los centros médicos habituales para su atención. En 2021, cuando aún ejercía la vicepresidencia, fue sometida allí a una histerectomía. Su historial clínico incluye además otras intervenciones de mayor complejidad.
En 2013, durante su segundo mandato presidencial, fue operada en la Fundación Favaloro por una colección subdural crónica en la cabeza. Un año antes, en 2012, se le había extirpado un tumor de la glándula tiroides en el Hospital Universitario Austral, en Pilar. A esos antecedentes se suman internaciones por afecciones de menor gravedad en distintos centros de salud del Área Metropolitana de Buenos Aires.
La internación actual se produce en un momento particularmente delicado desde el punto de vista judicial. Cristina Kirchner cumple una condena de seis años de prisión bajo la modalidad de arresto domiciliario, en su departamento de la calle San José 1111. La pena deriva de la causa conocida como “Vialidad”, en la que fue condenada por defraudación al Estado mediante contratos de obra pública.
La situación se agravó el pasado 10 de junio, cuando la Corte Suprema dejó firme la condena dictada por la Cámara de Casación Penal. El fallo incluye el decomiso de aproximadamente 84.000 millones de pesos y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. En los últimos días, además, el máximo tribunal ratificó la obligación de que utilice una tobillera electrónica, rechazando los planteos presentados por su defensa.
En ese contexto, la evolución de su estado de salud es seguida con atención tanto por su entorno político como por la Justicia, que deberá evaluar cualquier modificación en las condiciones de su detención domiciliaria. Mientras tanto, la escena frente al sanatorio volvió a mostrar que, aun fuera del poder y atravesada por causas judiciales, Cristina Kirchner sigue siendo una figura capaz de movilizar adhesiones y reordenar la agenda pública.