ESPECTÁCULO Julia VOSCO

La fascinación de Ingrid Grudke por Japón

La modelo Ingrid Grudke pasó siete semanas en Japón con el objetivo de aprender el idioma y explorar la cultura local. Durante su estancia en Tokio, no solo visitó la ciudad, sino que también se sumergió en costumbres y tradiciones.

En una entrevista con TN Show, Grudke explicó que su viaje surgió de un deseo personal, motivado por su sobrina, fanática del animé y estudiante de japonés. “Es un idioma complicado, pero muy hermoso. Aprendí lo básico y sigo practicando”, comentó.

Uno de los aspectos que más le impresionó fue el respeto y la educación de los japoneses. “Su comportamiento en espacios públicos es asombroso. Por ejemplo, los baños públicos están siempre impecables”, destacó. También mencionó el silencio en los trenes: “No hay bullicio. Cada persona respeta el espacio del otro, disfrutando de música o series en sus auriculares”.

La libertad personal en la vestimenta fue otro punto que la sorprendió. “En el mundo de la moda, a menudo te sientes observado. En Japón, cada uno se viste como quiere sin ser juzgado. Eso es fabuloso”, señaló.

Grudke recordó un episodio que ejemplificó el respeto por la propiedad ajena: su sobrina olvidó una chaqueta y al volver horas después, la encontró en el mismo lugar. “Allá, nadie se la lleva porque entienden que pertenece a alguien”, narró.

En cuanto a la gastronomía, admitió que fue un desafío. Aunque disfruta del sushi, notó que la versión japonesa es muy diferente a lo que se consume en Argentina. “Allá es más clásico, como el nigiri con arroz y pescado”, explicó.

Además de la vida en la ciudad, Grudke exploró templos y paisajes naturales, mencionando a Kamakura como uno de sus lugares favoritos. Visitó el famoso templo del "gatito de la fortuna" y aprendió sobre su leyenda: “Un monje fue salvado por un gato que lo llamó justo antes de una tormenta”.

Para concluir, reflexionó sobre el viaje y la globalización. “¿Qué es realmente el primer mundo? ¿La tecnología o el respeto por el medio ambiente y los demás? Para mí, se trata de cuidar al prójimo y a nosotros mismos”, afirmó Grudke, dejando claro que las enseñanzas de su experiencia en Japón van más allá del idioma.