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El RIGI suma su primer proyecto de oro y reactiva Gualcamayo con una inversión de u$s665 millones

  • El Gobierno aprobó el primer proyecto de oro bajo el RIGI para reactivar la mina Gualcamayo en San Juan.
  • La inversión comprometida es de u$s665 millones y permitirá extender la vida útil del yacimiento.
  • El proyecto se basa en el desarrollo del Depósito Carbonatos Profundos, con una nueva planta de procesamiento.
  • Se crearán entre 1.000 y 1.500 empleos en la etapa de construcción y se extraerá oro desde 2029.
  • Incluye una planta fotovoltaica de 50 MW y fondos para ampliar la exploración minera.
  • Gualcamayo se convierte en un hito para la minería del oro tras años de desinversión en el sector.

El Gobierno nacional dio un paso clave en su estrategia de atracción de grandes inversiones al aprobar el primer proyecto de minería de oro y plata que ingresará al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Se trata de la reactivación de la mina Gualcamayo, en la provincia de San Juan, que contará con una inversión comprometida de u$s665 millones y permitirá extender la vida útil de un yacimiento que se encontraba en etapa de agotamiento.

La confirmación llegó, como en otras oportunidades, a través de un mensaje en la red X del ministro de Economía, Luis Caputo, quien celebró el ingreso del proyecto al régimen y destacó su perfil exportador. La iniciativa estará a cargo de una firma del grupo AISA y apunta a poner en marcha una nueva fase productiva en una mina que comenzó a operar en 2007 y que ya había agotado las áreas donde se concentraba la extracción original de oro.

El nuevo desarrollo se apoya en el denominado Depósito Carbonatos Profundos (DCP), una zona rica en mineral que ya había sido identificada, pero cuya explotación requería una inversión de gran escala que hasta ahora no se había concretado. Las empresas que operaron Gualcamayo en los últimos años —primero Yamana y luego Mineros— no lograron avanzar con ese desembolso, en un contexto marcado por la caída de la inversión minera y las dificultades para financiar proyectos de largo plazo.

Para explotar el DCP será necesario construir una nueva planta de procesamiento, ya que el mineral no puede ser tratado con el sistema utilizado durante casi dos décadas. Con el respaldo del RIGI, la empresa prevé iniciar las obras de infraestructura, que demandarán entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo en la etapa de construcción, y comenzar la extracción de oro a partir de 2029. El plan incluye además la instalación de una planta fotovoltaica de 50 megavatios, destinada a abastecer de energía a la operación minera.

Desde la compañía señalaron que esta nueva etapa permitirá “sentar las bases para varias décadas de desarrollo minero”, con una mirada técnica y de largo plazo. En ese sentido, se destinarán u$s50 millones adicionales a tareas de exploración, con el objetivo de ampliar el conocimiento geológico de las zonas aledañas a Gualcamayo. Según estimaciones de la empresa, apenas un 4% del área potencial ha sido estudiada en profundidad, lo que abre la puerta a futuras expansiones.

La aprobación del proyecto marca un hito para la minería del oro en la Argentina. Se trata del primer emprendimiento de este metal que accede a los beneficios del RIGI, un dato relevante en un sector que, pese a los altos precios internacionales, arrastra años de desinversión, especialmente en exploración. Actualmente, solo hay otro proyecto aurífero en evaluación bajo este régimen: la ampliación de Veladero, también en San Juan, por unos u$s400 millones, presentada a mediados de 2025.

El camino de Gualcamayo hasta obtener la aprobación no fue lineal. Fue el primer proyecto minero presentado cuando el RIGI se puso en marcha, en noviembre de 2024, pero la propuesta inicial —superior a los u$s1.000 millones— fue rechazada por la autoridad nacional. El plan incluía otras unidades de negocio, como una cantera de cal y la continuidad de explotaciones menores con el esquema productivo anterior, lo que excedía los criterios del régimen.

Tras una reformulación anunciada en mayo de 2025, la empresa concentró la inversión en la planta de Carbonatos Profundos y en una primera etapa del parque solar, reduciendo el monto al nivel finalmente aprobado. Pese a ello, los planes de expansión siguen en pie. La firma evalúa avanzar más adelante con la producción de cal, estratégica para abastecer a los grandes proyectos de cobre previstos en el norte sanjuanino, y con un ambicioso desarrollo de energía solar que podría alcanzar hasta 1.000 megavatios.

Con el aval del RIGI, Gualcamayo se convierte en una pieza central del relanzamiento minero que impulsa el Gobierno, en un contexto en el que la llegada de inversiones de gran escala aparece como uno de los pilares para fortalecer las exportaciones y el ingreso de divisas.