EL AVION, PERSONA JURÍDICA

LA OTRA MIRADA07/08/2022 Isaias Abrutzky-Especial para R24N
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isaiasPor Isaias Abrutzky 

EL AVION, PERSONA JURÍDICA

 

¿Habremos llegado a la dimensión desconocida, donde hasta lo mas absurdo es posible y ocurre?

 

 

Hace más de dos mil años, los habitantes de la Mesopotamia de Medio Oriente, entre los ríos Tigris y Éufrates, elaboraron códigos que rigieron la vida de los habitantes del reino. Hammurabi soberano de Babilonia, dictó 282 leyes, que fueron inscriptas en piedra y expuestas al publico.

 

Naturalmente, el derecho y la Justicia que lo aplicaba evolucionó desde entonces, pasando por esquemas juridicos notables, como el griego y, particularmente, el romano, que toma partes de aquél y sienta las bases del derecho que nos rige actualmente.

 

En algún punto de esta evolución, alguien inventó la justicia creativa que es una serie de recursos que se emplean para ajustar a las leyes vigentes situaciones que nada tienen que ver con ellas, o, peor aún, están en abierta contradicción.

 

En la Argentina, del lado positivo, podemos mencionar la extensión del concepto de persona, antes aplicado solamente al ser humano y ahora expandido para abarcar a algunos otros animales, habiendo jurisprudencia con relación a osos polares, elefantes y orangutanes. Por ahora nada hay respecto a vacas, cerdos, cabritos, patos, pollos y gallinas, quienes siguen siendo “perseguidos bárbaramente por su patron”, como expresa la conocida canción infantil.

 

En el costado oscuro, encontramos concepciones horripilantes, como la llamada Doctrina Irurzun, establecida por el juez de ese apellido, que sirvio para encarcelar a muchos ex funcionarios por años, bajo la suposición de que tenían un poder residual, que podrían usar para burlar a la justicia.

 

En estos días pareciera que con una nueva vuelta de tuerca, se retoma a extensión del concepto de persona hasta... los aviones.

 

La historia es reciente, y seguramente bien conocida por los lectores, dada la amplia difusión periodística que la tuvo y tiene como objeto: un Boeing 747, propiedad de una compañía venezolana, llegó a la Argentina portando un cargamento de partes para automóviles adquiridas por la filial argentina de Volkswagen.

 

Todo estaba en regla con ese vuelo, pero la presencia de tripulantes iraníes despertó, fuera de nuestras fronteras, sospechas de actividad terrorista, y desde entonces, por ya largos dos meses y sin visos de acabar, fuerzas de seguridad, estamentos judiciales, servicios de inteligencia y funcionarios diplómaticos, entre otros, emplean recursos del Estado argentino en una maraña de actividades que bien podrían dar lugar a una película con ribetes cómicos, como la recordad La Pistola Desnuda.

 

Ni inicialmente, ni ahora, hubo nada en contra de los tripulantes de la aeronave, a quienes a pesar de ello les secuestraron sus pasaportes, teléfonos celulares y algunos otros dispositivos informáticos y se los retiene todavía en el país, aunque permanecen en libertad. Recientemente, fueron autorizados a salir algunos de ellos, pero el resto continua en ese limbo.

 

Entonces la “acusada” es la aeronave, porque en ella, presuntamente, se transportó material bélico para la Fuerza Quds. Se denomina de esa  forma a una unidad especial de los amplios Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, que se constituyó para operar, principalmente, en el extranjero, en forma similar a la CIA estadounidense, o el Mosad israelí. Esos transportes ocurrieron antes que la empresa venezolana, hoy propietaria, comprara la aeronave a Irán. Notemos que, debido al bloqueo impuesto por los Estados Unidos, Venezuela no puede comprar aviones en la forma en que lo  hace habitualmente cualquier otra nación, por lo cual no le queda más remedio que buscarlos en naciones que no adhieren a esas restricciones.  Irán, en este caso, país que para los Estados Unidos es un estado terrorista.  

 

En los hechos, entonces, pareciera que se califica a ese Jumbo como persona objeto inanimado -ni animal ni humana- y se la convierte en sujeto de derecho.

 

Se le atribuye a Perón la expresión “Del único lugar del que no se vuelve es el ridículo”. No podemos asegurarlo, a estar, por ejemplo, de declaraciones y actitudes de Luis Juez. Milei, y Patricia Bullrich, entre otros. Tal vez, por el contrario, se instale como forma usual de tratar los temas políticos y jurídicos. Los fiscales Luciani y Mola se están esmerando bastante en este sentido, con sus alegatos en el juicio por la obra pública en Santa Cruz, que pretenden demostrar la existencia de una asociación ilícita encabezada por Cristina Fernandez de Kirchner, en un expediente donde no solamente no aparece delito alguno sino que ni siquiera es mencionada la expresidenta, actual vice y titular del Senado de la Nación.  

 

Cosas veredes, Cid, que farán fablar las piedras. Le dijo Alfonso VI a Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador* 

*Alonso W. Wright nos cuenta que la expresión original era Cosas tenedes, pero luego viró a veredes. (https://www.estandarte.com/noticias/idioma-espanol/la-expresion-cosas-veredes-_579.html) 

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