En un mercado desorientado por la falta de certezas, el dólar futuro anticipa a cuánto llegará la devaluación
Si se intentara interpretar los precios del dólar en los distintos fines de mes, las conclusiones no solo no aclararían el panorama, sino que confundirían. Por caso, el plazo de fin de año cerró a $741 lo que equivale a apostar a una devaluación de 103% en el mes, o sea apenas asuma el nuevo presidente. Para todo el año implicaría 318%, siempre que no se desdoble el mercado cambiario, donde la mayoría de los jugadores quedaría girando en el vacío.
Si se amplía la mirada en el mercado de futuros y se tiene por cierto, aunque el monto de los contratos abiertos no sea representativo, que el dólar en septiembre de 2024 cotizará a $1.550, se estaría frente a una devaluación proyectada de 104% para todo el año próximo.
Los números desorientan y no es que la matemática no sea una ciencia exacta, sino que los que participan de esta plaza están confundidos por la falta de certezas.
La inflación esperada para el próximo año es cercana a 300% anual. Si los apostadores de futuro tuvieran razón y la devaluación fuera la tercera parte, se podría interpretar que habrá atraso cambiario o una violenta baja de la inflación. Los dos escenarios aparecen como imposibles.
En estas circunstancias, los dólares contado tuvieron destinos diferentes. El MEP aumentó $5,36 (+0,5%) a $913,05, mientras el contado con liquidación (CCL) perdió $12,66 (-1,5%) a $891,01. También cayó el “blue” que cedió $25 (-2,62%) a $930.
Según el informe de consultora F2 de Andrés Reschini “en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) se sigue complicando el tema del volumen, pues se operaron apenas USD 181 millones. Si se le restan los USD 85 millones que vendió el Central, la oferta genuina es inferior a USD 100 millones por segunda rueda consecutiva. Las declaraciones del eventual ministro del Interior, Guillermo Francos, acerca de un ‘valor razonable’ de $650, hicieron más ruido en la prensa que en el mercado. Si estimamos el tipo de cambio en ese nivel vemos que no sería alto ni bajo en términos históricos, pero en las circunstancias actuales considero apropiado conseguir un nivel superior a través de un dólar de entre $700 y $800 (más cercano a este último si la inflación de diciembre superara 15%) a los fines de optimizar la balanza comercial y lograr mejorar la posición de Reservas Internacionales, regularizar la deuda por importaciones y afrontar pagos de deuda soberana. De todas maneras, nada garantiza que esto vaya a suceder y que sea en diciembre puesto que no conocemos los detalles del programa que llevará adelante Javier Milei”.
Sobre el mercado de futuros, la consultora señaló que “siguen ajustando con rojos y desinflando expectativas devaluatorias pese a que sigue bien marcado el salto esperado para diciembre. De todas maneras, el cambio en el Interés Abierto (contratos no cerrados) de fin de año (negativo) casi se compensa con el cambio de enero 2024 y eso llevaría a pensar en un rollover apostando a algo parecido a un mayor gradualismo. Asimismo, el volumen de operaciones sigue bajo y el nivel del Interés Abierto sepultado en lo más profundo entre las series de 2021 a 2023″.
Si el dólar subiera a poco más de $700 habría una expansión de $1,8 billones por el monto que el Central deberá pagar a los tenedores de LEDIV las letras vendidas a los exportadores e importadores a $3,60 por el equivalente a USD 5.130 millones. Estos títulos son un obstáculo para la devaluación.
Por otra parte, las ventas de USD 85 millones del Banco Central hicieron caer las reservas en USD 99 millones a 21.327 millones.
El analista financiero y experto en agronegocios, Salvador Vitelli, opinó que “el mercado está comenzando a entender que no vamos a una unificación directa, como se hablaba al comienzo, sino que puede irse a un desdoblamiento cambiario como lo marcan las cotizaciones del mercados de futuro con sus correcciones a la baja. Como el cepo no se va a levantar rápido, significa que va a haber brecha y si hay brecha habrá multiplicidad de tipos de cambio por ende no habrá unificación. Si bien se dijo que el sector agropecuario se comprometió a liquidar USD 5.000 millones por ahora no hay nada confirmado”.
Vitelli advirtió que cayó la demanda de bonos dollar linked (ajustan por la devaluación) porque los precios del mercado de futuro parecen converger con los de la devaluación. Por eso la cobertura con estos títulos “es extremadamente cara por el hecho de que sus precios descontaron la devaluación y el margen que dejan es una tasa muy baja”.
Por otra parte, continuó la suba de los bonos de la deuda externa con alzas de hasta 3,5% en bonos Globales que hizo que el riesgo país cayera 32 unidades (-1,6%) a 1.950 puntos básicos.
La Bolsa se contagió del mal clima de negocios de Nueva York, donde hubo toma de ganancias generalizadas porque algunos analistas dijeron que las subas logradas en el año resultan exageradas. De esta manera, con negocios por apenas $15.810 millones, el S&P Merval de las acciones líderes perdió 2% en pesos y 1,4% en dólares debido al retroceso del CCL.
Los papeles más afectados fueron Banco Macro, Transportadora Gas del Sur y Central Puerto con caídas superiores a 5%. La contracara estuvo en Transener (+6,92%), transportadora Gas del Norte (+3,35%) y BYMA (+2,60%).
Los ADRs -certificados de tenencias de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron un día de bajas, pero los porcentajes de caída no fueron elevados. Irsa bajó 3,5%; MercadoLibre, 3,2% y Transportadora Gas del Sur, 3%. Para hoy se espera otra rueda volátil y los mercados futuro son los que dan señales que, aunque parezcan confusas, son señales.
Fuente: Infobae