La motosierra de Milei funciona y la economía se endereza
Los mercados le dieron un claro voto de confianza a Javier Milei. En Wall Street confían casi a ciegas en su promesa de mantener el superávit fiscal, en un país que hace décadas tiene en rojo sus cuentas públicas. La caída del riesgo país ya es superior a 30% en lo que va del año, los bonos rozan ya los USD 60 y el Central acelera la acumulación de reservas.
El tipo de cambio se mueve en consonancia con este clima de mayor confianza y el viernes los dólares financieros ya se ubicaban claramente por debajo de los 1.000 pesos.
El tándem que conforman Milei y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, definieron dos “anclas” para recuperar la confianza y acelerar la baja de la inflación. El más potente hasta ahora fue conseguir superávit fiscal desde el primer mes de gestión. La otra está relacionada con el comportamiento de las variables financieras, específicamente con mantener congelada la cantidad de pesos que circulan en la economía.
La base monetaria quedó literalmente en el freezer. Si bien el Central emite muchos pesos para comprar dólares, automáticamente esas divisas han sido absorbidas. La emisión del bono en dólares (Bopreal) para importadores en el primer trimestre fue clave para conseguir ese objetivo.
Ingreso de dólares
La tarea será todavía más ardua en este segundo trimestre, porque lo más probable es que las compras se aceleren mucho más aún, por la liquidación de la cosecha gruesa. En los tres días de la última semana (que fue muy corta), el BCRA compró cerca de USD 1.000 millones. Pero para seguir absorbiendo esos pesos no le queda otra que aumentar el stock de pases pasivos remunerados a una tasa del 80% anual.
Mantener constante la cantidad de pesos es un mecanismo potente, rara vez utilizado en Argentina, para combatir la inflación. Al mismo tiempo, al escasear la cantidad de pesos implica que hay mucho menos combustible para correr contra el tipo de cambio. En otras palabras: es muy difícil que se produzca un salto del tipo de cambio si hay cada vez menos pesos en la economía.
En su entrevista con Bloomberg, Milei reiteró aún con más precisiones hacia dónde se encamina su plan. Habló de mantener congelada la cantidad de dinero y del avance hacia un proceso de “dolarización endógena”, que se dará por un incremento en la cantidad de divisas que empezarán a circular en la economía desplazando al peso.
Además, el Presidente aseguró que se encamina a una reforma financiera que haría innecesario al Banco Central. El ideal del Presidente es que el crédito se genere directamente a través de instrumentos del mercado de capitales, limitando la capacidad de los bancos a la hora de salir a prestar. Para eso, impondría un encaje de 100% sobre los depósitos a la vista. ¿Ciencia ficción o un futuro posible? Imposible saberlo ahora.
Inflación
La inflación de marzo será menor a la de febrero. Caputo aseguró que estará cerca del 10%, aunque a la mayoría de las consultoras la calcula en un rango del 12 al 13 por ciento. En el caso de alimentos, la suba ya está en valores de un dígito mensual, Abril arrancó incluso con una desaceleración más marcada, pero la suba del gas agregará por lo menos dos puntos al índice, por lo que no es seguro que se ubique por debajo del 10%.
Uno de los grandes desafíos que enfrenta el Gobierno es que la economía rebote con una cantidad de dinero rígida. Por lo general, el BCRA ayudó a consolidar la recuperación, convalidando la emisión generada con la compra de dólares. Claramente ésta no es la visión de Milei: “Esto no se va a arreglar emitiendo”, reitera una y otra vez.
La exhortación del Gobierno es a “sacar la plata del colchón”. Es decir que la gente desahorre parte de las divisas que acumuló en los últimos tiempos, aunque para eso deba soportar pérdidas (muchos de esos dólares fueron comprados a más de $1.000 y hace varios meses). En el caso de las empresas, implicaría por ejemplo salir a desprenderse del stock acumulado en momentos de gran brecha cambiaria. Importar era la manera más barata de acceder al tipo de cambio oficial, aún pagando las coimas del caso.
Esperar que ocurra ese proceso podría llevar mucho más tiempo de lo deseable, lo que alejaría la posibilidad de una rápida recuperación luego de la fuerte caída de la actividad de los últimos meses.
A partir de abril habrá algunos sectores que impactarán de manera más positiva en la actividad. El agro es claramente ganador y así se hará sentir en los pueblos y ciudad vinculadas al campo. Algo parecido sucederá en el sector de energía. Pero esto difícilmente derrame en los grandes centros urbanos, que seguirán afectados por la fuerte suba de los precios de los últimos meses y salarios que vienen muy rezagados.
Caros en dólares
Mientras tanto, los precios se siguen encareciendo en dólares, dejando a muchos productos transables por encima de los precios internacionales, pero con salarios de tercer mundo. La lógica indicaría que en muchos sectores deberían producirse bajas de 20% ó 30%, incluyendo autos, celulares, electrodomésticos y también muchos alimentos. Pero parece casi imposible que se produzca semejante fenómeno deflacionario en un país como la Argentina.
A pesar de la reducción de la brecha cambiaria y la acumulación de reservas, por ahora no hay planes para abrir el cepo cambiario. La idea de hacerlo a mediados de año también parece esfumarse. Incluso Domingo Cavallo sugirió en un artículo publicado en su blog que la unificación cambiaria debería esperar por lo menos hasta fin de año.
En su viaje a Washington para participar del encuentro de Primavera del FMI, Caputo empezará a discutir con el organismo la posibilidad de avanzar hacia un nuevo programa de largo plazo. El objetivo del Gobierno es conseguir dinero fresco para acelerar la acumulación de reservas. Creen que ese aporte inicial podría ser de USD 5.000 millones. Pero no será fácil lograrlo cuando EEUU, que debería dar el visto bueno como principal accionista del Fondo, entra de lleno en el proceso electoral.
La eventual demora para salir del cepo es otro de los factores que podría demorar la recuperación, al demorar también el ingreso de capitales financieros y también productivos.
Mientras tanto, Milei disfruta de la continuidad de la luna de miel con los mercados. Los precios máximos de bonos y la recuperación del acceso al financiamiento en el mercado de capitales internacional empieza a ser una posibilidad cierta.
No se trata solo de la confianza de los inversores. También la gente sigue optimista con el gobierno de Milei, a pesar de la caída del salario. En una encuesta de humor social de Dalessio, 48% de los consultados piensa que en un año la economía estará “mejor o mucho mejor” que ahora y 46% piensa que estará “peor o mucho peor”. Por primera vez en varios años, la gente cree que el futuro será mejor que el presente, algo que prácticamente no tiene antecedentes en los últimos años.
Con información de Infobae