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¿Qué dirá Fabiola Yáñez?: testigos no reconocieron violencia por parte de Alberto Fernández

El periodista Horacio Verbitsky ha revelado nueva información sobre el controvertido caso que enfrenta al ex presidente Alberto Fernández y su pareja, Fabiola Yáñez, en torno a denuncias de violencia doméstica. Según la investigación, la célebre foto que muestra a Yáñez con un hematoma en el ojo se habría tomado 72 horas después de que se sometiera a un tratamiento estético de plasma rico en plaquetas, realizado por la cosmetóloga María Florencia Aguirre.

Este tratamiento, común en la reducción de arrugas y ojeras, podría haber causado el moretón, aunque Yáñez insiste en que fue producto de agresiones. Aguirre, quien atendió a Yáñez en 148 ocasiones durante el primer año de la presidencia de Fernández, ha sido convocada a declarar como testigo el 5 de septiembre, a pedido de la propia Yáñez. Sin embargo, la cosmetóloga se enfrenta a un doble riesgo: podría ser acusada de ejercicio ilegal de la medicina y de falso testimonio.

La defensa de Fernández sostiene que el hematoma fue resultado del tratamiento estético, mientras que Yáñez mantiene su acusación de haber sido golpeada en múltiples ocasiones. La causa, que está bajo la supervisión del juez Julián Ercolini y el fiscal Ramiro González, se complica aún más con los testimonios contradictorios que han surgido.

Ninguno de los testigos que han declarado hasta el momento afirmó haber presenciado agresiones físicas. Por ejemplo, el ex intendente de la Residencia Presidencial de Olivos, Daniel Rodríguez, mencionó haber escuchado discusiones acaloradas entre la pareja, pero no pudo confirmar la existencia de violencia física. Además, una ama de llaves, identificada como Testigo A, atribuyó los moretones de Yáñez a caídas relacionadas con su estado de ebriedad.

Los testigos de Alberto Fernández

La Testigo A, quien trabajó para la pareja tanto en su departamento de Puerto Madero como en la residencia oficial, detalló en su declaración que Yáñez sufría caídas frecuentes debido a su consumo excesivo de alcohol. Según su testimonio, en varias ocasiones encontró a Yáñez en estado de ebriedad y herida, situaciones que ella intentaba ocultar al entonces presidente. También mencionó que Yáñez combinaba el alcohol con medicamentos como Rivotril y Clonazepam, lo que agravaba su condición.

Por su parte, el ex presidente del Partido Justicialista (PJ) presentó ante el tribunal 20 fichas médicas que documentan un tratamiento que Yáñez recibió en 2016 en el Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), donde fue diagnosticada con trastorno de personalidad, bipolaridad y adicción al alcohol. Estas fichas, que incluyen anotaciones manuscritas de la propia Yáñez, son utilizadas por Fernández para argumentar que los problemas de salud mental de su pareja ya existían antes de su relación, y no son consecuencia del maltrato, como ella afirma.

Otro testimonio clave es el de la niñera de su hijo, identificada como Testigo G, quien corroboró que Yáñez descuidaba a su hijo debido a su alcoholismo. La niñera también afirmó haber visto los moretones en el rostro de Yáñez después de recibir el tratamiento estético, lo que respalda la versión de Fernández. Este testimonio, según Fernández, fue entregado ante un escribano debido a su desconfianza en el sistema judicial, que él considera parcializado.

Finalmente, la señal de noticias La Nación ha señalado que con la declaración de la Testigo A comienza lo que califican como una «operación de desprestigio» contra Yáñez. Según este medio, el caso busca no solo condenar a Alberto Fernández, sino también dañar al peronismo y a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, sugiriendo que ella podría haber estado al tanto de los conflictos personales del ex presidente.

 

 

Con información de www.elintransigente.com