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Con los días contados: Pablo Biró ya tiene fecha pata ser corrido del directorio de Aerolíneas Argentinas

El 16 de octubre próximo, Aerolíneas Argentinas llevará a cabo una asamblea clave en la que se tratará la expulsión del sindicalista Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), del Directorio de la compañía. La convocatoria fue formalizada durante una reunión del Directorio de la empresa, en la que se votó a favor de la realización de dicha asamblea.

En esta asamblea de accionistas participarán dos representantes: uno en nombre del Estado, que posee aproximadamente el 99,99% de las acciones de la empresa, y otro en representación del Programa de Propiedad Participada (PPP), que controla menos del 1% de las acciones. Biró, quien ocupa un cargo en el Directorio en representación del PPP, parece tener asegurada su destitución debido a la abrumadora diferencia en el peso de los votos.

El Directorio de Aerolíneas Argentinas está actualmente compuesto por Fabián Lombardo, presidente de la empresa; Juan Bautista Ordoñez, vicepresidente y representante del Estado; Lisandro Catalán, vicejefe de gabinete del Ministerio del Interior y también representante del Estado; Pablo Biró, director titular por el PPP; y Eduardo García, director suplente por el PPP.

Contexto y tensión gremial

La decisión de tratar la remoción de Biró se produce en medio de una creciente tensión entre Aerolíneas Argentinas y los gremios, que han llevado adelante paros que afectaron a casi 40.000 pasajeros en las últimas semanas. Las huelgas, impulsadas por varios sindicatos de la empresa, han generado un clima de incertidumbre entre los usuarios y afectado la operación normal de la aerolínea. Según fuentes cercanas a la empresa, es probable que las medidas de fuerza continúen en las semanas previas a la asamblea, lo que podría agravar aún más la situación.

El conflicto se ha centrado en demandas salariales y laborales que los gremios, entre ellos la APLA, consideran insatisfechas. Biró, como líder de los pilotos y una de las voces más críticas de la gestión actual de Aerolíneas, ha sido una figura central en estas disputas. Su eventual salida del Directorio podría ser interpretada como un intento de la empresa por debilitar la influencia de los sindicatos en las decisiones estratégicas de la aerolínea.

Proceso de votación y posibles escenarios

Fuentes cercanas a la compañía explicaron que los directores representan a los accionistas de la empresa, por lo que casi todos responden al Estado argentino, que es el accionista mayoritario. Al tratarse de una asamblea en la que se vota en función de la proporción de acciones representadas, el resultado parece estar decidido de antemano. El representante del Estado, con un control casi total de las acciones, tiene la capacidad de remover a Biró sin dificultades. Tras su expulsión, se deberá nombrar un nuevo director en su lugar.

Este movimiento por parte del Directorio de Aerolíneas Argentinas es visto como una respuesta directa a la presión ejercida por los gremios en los últimos meses. Las huelgas y las demandas constantes han puesto a la aerolínea en una posición delicada, y la salida de Biró podría ser una medida para recuperar el control en medio de la crisis.

Repercusiones y futuro de Aerolíneas Argentinas

La posible expulsión de Pablo Biró del Directorio marca un punto de inflexión en la relación entre Aerolíneas Argentinas y los sindicatos. El sindicalista ha sido un actor clave en las negociaciones laborales y un férreo defensor de los derechos de los pilotos, lo que le ha generado tanto apoyo como críticas dentro de la compañía. Su salida podría generar nuevas tensiones en el corto plazo, especialmente si las medidas de fuerza continúan o se intensifican.

Por otro lado, la empresa ha destacado la necesidad de garantizar la continuidad de sus operaciones sin interrupciones, especialmente en un contexto de recuperación del sector aeronáutico tras la pandemia de COVID-19. La estabilidad financiera y operativa de la aerolínea es una de las principales prioridades del Gobierno, que busca equilibrar las demandas de los trabajadores con la necesidad de mantener un servicio eficiente y rentable.

La asamblea del 16 de octubre será un hito en este conflicto, y sus resultados podrían tener implicaciones duraderas tanto para Aerolíneas Argentinas como para el movimiento sindical dentro de la empresa.

 

 

Con información de www.elintransigente.com