Gremios rechazan la quita de un bono en la empresa Aguas Santafesinas SA

Un encuentro entre el Directorio de la empresa Aguas Santafesinas SA y los titulares de los gremios sanitaristas de Santa Fe y de Rosario, tendrá lugar este jueves, en el sur de la provincia, con un tema central: la decisión de la concesionaria cuyas acciones pertenecen al Estado de no pagar un bono por eficiencia que desde 2006 cobran los empleados.
Tanto el secretario general del gremio de Obras Sanitarias, Silvio Barrionuevo, como su par del sindicato de Santa Fe, Sergio Loyeau, expresaron su rechazo a la medida y aseguraron que fue tomada de manera "inconsulta".
Barrionuevo es hoy miembro del Directorio que tiene previsto tomar esa medida, como representante obrero y Loyeau lo fue hasta la llegada de las actuales autoridades. Tienen habitualmente contactos con los funcionarios designados por la Casa Gris, y afirmaron en declaraciones periodísticas que nunca se habló de no pagar el mencionado bono que implica entre $ 2,8 y 3 millones por año. En lo que va de 2024 se pagó una primera cuota en abril, pero luego -tras la sanción de la Ley de Emergencia sobre Aguas- la titular de la compañía Anahí Rodríguez, con el respaldo de los demás representantes del Poder Ejecutivo Provincial, han previsto no pagar el resto de esas sumas.

Barrionuevo insistió en explicar que el bono nació bajo un criterio de "indemnización" por el fracaso de la privatización de los '90 que nunca logró repartir dividendos a los accionistas (los trabajadores tenían su parte por el Programa de Propiedad Participada) y Loyeau recordó que en esos años (desde 1994 a 2006 no hubo aumentos salariales). Ambos datos son correctos: en el primer caso porque no hubo aumentos tarifarios porque se congelaron las metas y obligaciones contractuales; y en el segundo porque en general eran casi inexistentes las subas salariales durante la Convertibilidad. Más aún, en 2000 y 2001, con el estallido del tipo de cambio 1 a 1, durante el gobierno de Fernando de la Rúa, hubo descuentos en los salarios y de las jubilaciones de los empleados del sector público y en numerosas empresas del sector privado.

Loyeau subrayó que el bono "no es un privilegio" y recordó que un pago similar también existe en la Empresa Provincial de la Energía. Advirtió que no es responsabilidad de los trabajadores que Aguas haya sido sometida durante años a una política que la privó de las actualizaciones tarifarias que hubieran evitado el déficit.
Barrionuevo, afirmó que los funcionarios provinciales "se jactan de reducir en casi 9 mil millones la masa salarial en sueldos de trabajadores activos, mientras cuentan con 70 jerárquicos que cobran más de 4 millones de pesos", dijo.

Para Loyeau el origen del rojo de Aguas está en la proliferación de trabajos tercerizados con contratistas que dejaron de realizar los propios empleados "como se hacía en la época de la Dipos", mientras que para Barrionuevo "hoy existe una confrontación clara entre la presidencia de la empresa y el sector de los trabajadores que represento, por la que pretende incumplir arbitrariamente obligaciones que paradójicamente fueron establecidas en un gobierno de gestión socialista y existe una gran diferencia con el liderazgo que pretende ejercer la actual presidenta".

En rigor, el pago extraordinario deviene del último gobierno de Jorge Obeid, del PJ, y durante el mandato de Hermes Binner, del Frente Progresista, se modificó su concepto por el de una gratificación por eficiencia.
"No es un privilegio, está en el Convenio", advirtió Loyeau al anticipar que habrá medidas de fuerza si no se paga el bono. "Hay una estrategia de ajuste que atenta contra la prestación del servicio", adelantó Barrionuevo.

CON INFORMAICON DE ELLITORAL