Los depósitos en dólares tocaron un nuevo máximo por el blanqueo pero los bancos casi no pueden usarlos
Los USD 18.000 millones que se blanquearon a través efectivo en los bancos, según adelantó el propio Gobierno, llevaron a los depósitos en moneda extranjera a nuevos máximos, superando el pico anterior que se había registrado con Mauricio Macri. La paradoja es la posibilidad de utilizar esos dólares para mover la economía es extremadamente acotada.
Con las colocaciones de los últimos días relacionadas con el sinceramiento fiscal, los depósitos en dólares superaron los USD 32.000 millones, duplicando el nivel de hace apenas un año. Para ir a cifras semejantes hay que remontarse a la década de 1990, pero en aquel entonces se trataba de “argendólares”, ya que el sistema de convertibilidad permitía depositar en pesos pero automáticamente transformarlo 1 a 1 en dólares.
Semejante cantidad de dólares en el sistema bancario representa una gran oportunidad para movilizar la actividad económica. El problema es que existen fuertes restricciones tanto para volcarlos al crédito como para utilizarlos en la vida cotidiana para impulsar el consumo.
Una opción que por supuesto tienen los bancos es salir a prestarlos. Pero solo pueden tomar crédito en moneda extranjera los exportadores o bien empresas que son proveedoras de ellas. Esto significa que continúa vigente la prohibición de prestar en dólares al público o a empresas que no generan divisas porque venden exclusivamente al mercado interno.
Las cifras oficiales del mercado crediticio hablan por sí solas. Sobre un total de depósitos en moneda extranjera de USD 34.700 millones (incluye al sector público), los préstamos suman USD 8.230 millones. Esto significa que el ratio entre financiaciones en moneda extranjera y depósitos es de apenas 24%.
Quienes sí están aprovechando la mayor masa de recursos en dólares que existe en el sistema financiero son algunas empresas que salieron a colocar deuda en moneda extranjera a tasas muy convenientes, que oscilan entre el 6% y el 9% anual según la compañía. Pero aún así sigue tratándose de un grupo minúsculo de compañías.
De manera paralela, el Banco Central avanza con la posibilidad de permitir que el público pueda pagar en dólares de manera cotidiana, utilizando la tarjeta de débito. Sería un primer paso hacia la idea de ir a un esquema de “competencia de monedas”.
Sin embargo, el proyecto recién daría sus primeros pasos en el primer trimestre del año próximo. Esto se debe a que los “rieles” para transacciones electrónicas en moneda extranjera no existen, hay que crearlos de cero.
Al mismo tiempo existen fuertes restricciones para operar en dólares con las billeteras digitales. De hecho, por ahora las CVU solo existen en pesos y todavía ni arrancó el proyecto para que también se puedan abrir en moneda extranjera. Eso implica que por ahora resulta imposible realizar pagos en dólares desde una billetera digital no bancaria. Se trata de otra de las trabas relevantes para avanzar en esta dirección, teniendo en cuenta que ya hay 27 millones de personas con cuentas abiertas en este tipo de plataformas, contra casi 40 millones que poseen al menos una cuenta bancaria.
Las restricciones para prestar dólares, por otra parte, lleva a que los bancos paguen tasas mínimas para captar ahorristas ya que se trata de un negocio de poco volumen. Esto a su vez conspira contra la posibilidad de que el volumen de colocaciones en moneda extranjera sigue creciendo, ya que existe poco incentivo en ahorrar en dólares a través de un plazo fijo.
Quien sí está aprovechando el mayor volumen de depósitos en dólares es el Central, que en octubre finalmente terminó con un saldo comprador de USD 1.648 millones. Buena parte de esos fondos provenían del blanqueo.
Fuente: Infobae