ECONOMÍA Juan Strasnoy Peyre*

Dólar: la city compra la "tablita" de Luis Caputo, pero crecen las advertencias por la apreciación cambiaria

La euforia invadió la city. El resultado del blanqueo, el furor del “carry trade” y el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos marcan el pulso en las mesas de operaciones. En el plano cambiario, el que más dudas despertó entre los agentes económicos, el mercado parece haber “comprado” la hoja de ruta de Luis Caputo para los próximos meses y se consolida la expectativa de una escalera descendente para la “tablita” del dólar oficial. Con todo, la apreciación del tipo de cambio anida preocupaciones sobre la sangría de divisas por turismo en el exterior.

Por el momento, los u$s20.085 millones en efectivo que trajo el blanqueo y el “boom” de la bicicleta financiera le permiten al Banco Central incrementar su saldo comprador, como se reflejó en octubre y en el comienzo de noviembre. Ocurre que este combo alimenta una mayor toma de créditos bancarios en dólares y emisiones de obligaciones negociables (ON) en moneda extranjera por parte de las empresas, lo que convive con un incremento en las liquidaciones del agro y dinamiza el flujo de divisas en el mercado oficial.

El mes pasado, las compañías colocaron u$s2.300 millones de ON en dólares (más que lo emitido en todo 2022 o en todo 2023), los préstamos de bancos a empresas en moneda extranjera sumaron otros u$s1.000 millones y, también subido al “carry” (que, solo en octubre, dejó retornos en dólares de hasta 16%), el agro liquidó cerca de u$s2.500 millones (un monto atípico para esta época del año).

“El blanqueo mejoró muchísimo la perspectiva para la balanza de pagos por el potencial para el crédito en dólares al sector privado (que genera liquidación de divisas en el ‘spot’ dado el marco normativo actual)”, consideró la consultora 1816 en un informe para sus clientes.

En tanto, la consultora Vectorial planteó: “El optimismo financiero se ve apoyado particularmente por la lógica del mercado de divisas. Por el lado de las brechas, la continuidad del ‘blend’ y la mayor oferta producto del blanqueo mantiene a raya al contado con liquidación. Por su parte, en el mercado oficial, la oferta extraordinaria de liquidación del agro ante la perspectiva de continuidad del ‘crawling peg’ y los rendimientos que ofrece el ‘carry trade’ han permitido que se estiren las compras de divisas hasta la cosecha fina de noviembre y diciembre”.

Dólar: el mercado “compra” la tablita cambiaria en baja

En ese marco, tanto las cotizaciones del mercado como las proyecciones de los analistas reforzaron la expectativa que ya había comenzado a asomar: la posibilidad de que el Gobierno cumpla con la desaceleración del ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial, que desde la megadevaluación de diciembre mantuvo fijo en 2% mensual.

Esto se vio reflejado en el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA, publicado este jueves. Allí, las consultoras y bancos proyectaron que el dólar oficial se ubicará al cabo de los próximos doce meses en $1.245, lo que implica una suba promedio mensual del 1,8%. Lo mismo ocurrió con los contratos de dólar futuro, que operaron con importantes bajas en las últimas dos ruedas, sobre todo en el tramo más largo. El precio para septiembre de 2025 cerró este viernes a $1.257 en Matba-Rofex.

Al respecto, Vectorial analizó la reciente decisión del Central de recortar la tasa de política monetaria del 40% al 35% nominal anual y la compresión de rendimientos de la deuda en pesos del Tesoro, potenciada por la decisión de Economía de no ofrecer Lecap ni Boncap en las últimas dos licitaciones. “El Gobierno sigue mostrando su voluntad por hacer converger tasas e inflación al 2%”, señaló la consultora que dirige Eduardo Hecker y consideró que esto implicaría una reducción de las jugosas ganancias que ofrece el “carry trade”, lo que podría reducir el flujo de divisas que benefició al BCRA.

“Por esa razón, no sería extraño evaluar la posibilidad de que el Gobierno reduzca el ‘crawling peg’ del 2% al 1% en los próximos meses con el fin de mantener la estrategia de ancla cambiaria y rendimientos en pesos que le ganen a la devaluación”, sostuvo el reporte de Vectorial.

Apreciación y “boom” de turismo al exterior

Claro está, la contracara de esto es la profundización de la dinámica de apreciación cambiaria y en la city monitorean los números con atención. La preocupación pasa por el esperado “boom” de turismo al exterior para este verano, que ya comenzó a tomar forma en las consultas que reciben las empresas del sector.

El economista Nery Persichini calculó que la situación actual es la más conveniente para vacacionar en Brasil (en comparación con hacerlo dentro de Argentina) desde 2001. Una alternativa que ya se saborea en los segmentos de la población que aún tienen capacidad de costear el turismo estival. Para viajar a Estados Unidos, es “la ventana más atractiva desde 2017”. “Chau Gesell. Hola Miami y Río”, sintetizó Persichini.

De esta forma, la consultora Epyca, que dirige Martín Kalos, proyectó una sangría de más de u$s3.000 millones durante el verano por turismo en el exterior, como el propio economista le anticipó a Ámbito días atrás. De hecho, ya en octubre los consumos de los argentinos en el exterior alcanzaron su mayor nivel desde 2018, tal como destacó 1816 en base a los datos del BCRA que muestran un salto en los préstamos con tarjeta de crédito en moneda extranjera.

Además del drenaje de divisas y del golpe al sector turístico local, la dinámica de apreciación cambiaria genera problemas para la industria argentina: Se abaratan los productos extranjeros, beneficiados también por la reducción de aranceles dispuestas por el gobierno de Javier Milei, y se prevé la llegada de cada vez más competencia importada en situación ventajosa.

El triunfo de Donald Trump

A esa tendencia podría sumarle presión adicional la victoria de Donald Trump, que ganó con un programa proteccionista de suba de aranceles a las importaciones (a contramano de Milei). El fortalecimiento del dólar en el mundo fue la principal reacción de los mercados al resultado electoral. Hasta acá, la reacción en Argentina fue eufórica: volaron los bonos, el riesgo país perforó los 900 puntos básicos y los dólares financieros retrocedieron.

“En el resto de los países emergentes, la consecuencia inmediata fue una depreciación de sus monedas (es el caso el yuan chino, el peso mexicano, el real brasilero), descontando una política comercial más proteccionista de los EEUU, lo que eleva el tipo de cambio de equilibrio de dichos países. Esto resulta perjudicial para el plan Milei-Caputo, en tanto implica automáticamente una mayor apreciación del tipo de cambio real multilateral que hoy ya se encuentra en niveles parecidos (aunque todavía superiores) a los de fines del año 2015, previo a la devaluación de (Alfonso) Prat-Gay y (Federico) Sturzenegger”, analizó Vectorial.

El informe de 1816, que enfatizó que los riesgos cambiarios lucen cada vez menores respecto de lo que perfilaba hasta el comienzo del blanqueo, también señaló que “es importante para Argentina que no se profundice demasiado el ‘sell-off’ de mercados emergentes (que hasta ahora no afectó en absoluto a los activos y moneda local) porque el programa económico se basa entre otras cosas en una marcada apreciación del tipo de cambio real que puede generar inquietud si, por ejemplo, el real y la soja extienden la debilidad de los últimos tiempos”.

El Grupo GERES le puso números: “El tipo de cambio real bilateral con Brasil se situó al 7 de noviembre de 2024 apenas 1,7% por encima del nivel que registraba el 12 de diciembre de 2023, día anterior al salto devaluatorio, y 7,8% por debajo del 7 de diciembre de 2023, previo al inicio de la actual gestión”. En los últimos 22 años, solo durante un puñado de meses de 2015 se mantuvo abajo del nivel actual.

Por su parte, el equipo económico apuesta a los flujos financieros para sostener la posición compradora del BCRA. La Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia calculó, en base a información oficial, que desde mediados de septiembre la emisión de ON y los préstamos bancarios en dólares sumaron más de u$s4.000 millones entre ambos.

Una prueba de que Luis Caputo y Santiago Bausili apuestan a potenciar ese proceso fue la flexibilización de los plazos de compra de dólares para cancelar deudas financieras (de cinco días de anticipación máxima se pasó a 60 días). “En el corto plazo, esta relajación podría apuntalar más la oferta que la demanda de divisas: menores requisitos podrían incentivar a más empresas a tomar crédito en dólares, en un escenario donde los vencimientos inmediatos -y las expectativas de devaluación del tipo de cambio oficial- son acotados”, sostuvo el informe del Bapro.

 

 

* Para www.ambito.com