ECONOMÍA Pablo WENDE

El Banco Central ya compró USD 3.000 millones en temporada baja del campo y desató la euforia de los inversores

Ni en los cálculos más optimistas figuraba la posibilidad de que el Banco Central compre USD 3.000 millones en medio del período de vacas flacas del campo. Ni siquiera el equipo económico lo tenía en sus cálculos, ya que estimaba ventas por alrededor de USD 2.000 millones. Pero el gran resultado del blanqueo cambió todo, generando un gran impulso adicional por parte de los inversores.

La consecuencia de esta inesperada mejora en la posición de reservas del BCRA se manifiesta sobre todo en la importante suba adicional que tuvieron los bonos. No es exagerado afirmar que la caída del riesgo país desde 1.100 puntos básicos hasta los 772 del cierre de ayer está en buena medida relacionada con las elevadas compras del BCRA.

 
Un mensaje de PPI dirigido a inversores indica que “en nuestro informe de septiembre decíamos que el gran interrogante del programa era la perspectiva de pérdida de reservas. El blanqueo terminó siendo un game changer que dio vuelta ese escenario”.

El blanqueo aportó USD 20.000 millones y los depósitos en moneda extranjera subieron más de USD 15.000 millones. La dinámica de las últimas semanas muestra que hay un claro proceso en marcha, por el cual esas divisas van siendo captadas lentamente por el BCRA.

La acumulación de reservas netas le dio más aire al Gobierno y los inversores se convencieron que ya estarían prácticamente asegurados los dólares para hacer frente a los vencimientos de deuda del 2025.

Para diciembre ya empiezan a ingresar los dólares de la cosecha fina y en el segundo trimestre los relacionados a la soja. Las lluvias caídas auguran una buena cosecha, un factor clave para evitar sorpresas cambiarias. Al mismo tiempo, se calcula que la balanza

El rally de la deuda, que benefició sobre todo a los títulos largos así lo demuestra. Si la Argentina no caerá en default el año que viene, entonces los bonos argentinos ganan todavía más atractivo.

Al mismo tiempo, el Gobierno multiplica las opciones para asegurarse el financiamiento del año que viene. La posibilidad de volver a los mercados para colocar deuda está latente, aunque requiere una baja del riesgo país a menos de los 500 puntos.

Luego aparece la opción de un canje de deuda amigable y voluntario, algo que ya fue sugerido por entidades como Delphos Investment. La idea sería estirar unos cinco años los plazos de los bonos más cortos y mejorar el cupón de intereses (del 1% al 5% anual) para volverlos más atractivos.

Pero no son las únicas opciones. Además, Luis Caputo ya tiene comprometido un repo con al menos tres bancos internacionales. Se trata de una financiación de USD 3.000 millones contra garantía de bonos. A medida que la paridad de estos títulos sube, la tasa que paga Argentina termina siendo menor.

En forma paralela, a principios del año próximo arrancarían las negociaciones con el FMI para llegar a un nuevo acuerdo. La gran incógnita pasa por la posibilidad de conseguir un desembolso significativo, que no solo permita fortalecer adicionalmente las reservas, sino además planificar la apertura del cepo cambiario.

La cotización en baja de los dólares financieros también muestra claramente este optimismo. El dólar MEP quedó ayer ya a punto de perforar los USD 1.100, achicando todavía más la brecha cambiaria, que ahora se ubica apenas por encima del 10%.

De esta manera, continúa la apreciación cambiaria, algo que empieza a preocupar al equipo económico. Por eso, Javier Milei volvió a insistir con la competencia de la monedas y sugirió que se utilice más el dólar, con el objetivo de evitar que el público y las empresas salgan a venderlos para hacerse de pesos y enfrentar las necesidades cotidianas.

Fuente: Infobae