Se extingue la brecha cambiaria: ¿cuánto debería valer un dólar de equilibrio sin controles cambiarios?
Mientras las acciones y los bonos operaron en máximos del año, y el índice del riesgo país se ubicó cerca de 700 puntos básicos -el nivel más bajo desde febrero de 2019-, la caída de los precios del dólar en los segmentos alternativos del mercado reflejó un clima de confianza entre los inversores.
El dólar libre se sostuvo a $1.135, con una disminución de 4,6% en noviembre, mientras que los dólares bursátiles, el “contado con liquidación” y el MEP, a $1.104,08 y $1.075,85, respectivamente, alcanzaron el valor nominal más bajo en seis meses.
Por su parte, el dólar mayorista, en $1.007, continuó ajustándose a un ritmo gradual de 2% mensual, lo que redujo la brecha a cerca de 10%, un mínimo no registrado desde agosto de 2019, antes de la imposición del “cepo” cambiario, el 1 de septiembre de ese año.
Con esta brecha tan reducida -incluso el MEP se ubicó por debajo del llamado dólar importador, que incluye 7,5% del Impuesto PAIS-, surge la pregunta de si sería posible eliminar el “cepo” de manera inmediata sin mayores impactos en la estabilidad cambiaria. Además, el beneficio para los exportadores del esquema del dólar “blend”, situado en $1.025,07, resulta ahora marginal.
Un análisis del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES) destacó que, gracias al avance del blanqueo de capitales, “la morigeración de las expectativas de devaluación y el incremento de ingresos de divisas al mercado cambiario le permitieron al BCRA retomar la senda compradora al inicio de la actual gestión”.
Además, GERES agregó: “La menor brecha cambiaria, la disminución de expectativas de devaluación y la perspectiva de apoyo crediticio internacional adicional sostuvieron el actual escenario de estabilidad financiera y cambiaria”.
“Los exportadores liquidan sus dólares porque el Gobierno demostró que no devaluará, y esto ayuda a reducir las brechas; también hay un incipiente mercado de crédito en dólares por la liquidez que tienen los bancos con el blanqueo”, explicó a Reuters un agente financiero de Bull Market Brokers.
El analista añadió que, al mismo tiempo, “los importadores aprovechan el carry trade para operar en pesos, apostar a la tasa y así adquirir más dólares cuando los necesiten”.
Desde Max Capital advirtieron que, aunque algunas importaciones y buena parte del turismo se financian actualmente con ahorros internos en dólares, con el tiempo “la fortaleza del peso generará mayores salidas de estas fuentes, ejerciendo presión sobre la divisa o las reservas, presión que será compensada por el crecimiento de las exportaciones de energía provenientes de Vaca Muerta”.
Indicador de referencia del mercado
La convergencia de los precios del dólar oficial y alternativo sugiere la posibilidad de una eliminación cercana de los controles cambiarios. En este contexto, un dólar de equilibrio consensuado por el mercado rondaría los $1.100. Sin embargo, estas cifras aún están condicionadas por un “cepo” en retirada, altas tasas que favorecen la demanda de pesos y un bajo poder adquisitivo para los ahorristas.
El economista Gustavo Ber observó que “la dinámica positiva se refleja también en el mercado de cambios. Las compras del BCRA -y el repunte de reservas- se sostienen por mayores liquidaciones y una menor demanda de los importadores, dentro de un blanqueo que aportó recursos al sistema. Así, la sobreoferta de divisas continúa presionando a la baja a los dólares financieros, acercándolos a una convergencia cambiaria, mientras las colocaciones en pesos despiertan marcado interés en este contexto económico-financiero”.
En términos de liquidez, la circulación monetaria -que incluye efectivo en pesos y cuentas a la vista- se multiplicó por 17 en cinco años. Desde el ajuste del “cepo” en octubre de 2019 hasta noviembre de 2024, creció 1.624,4%, de $923.500 millones a $15,92 billones.
Hace cinco años, el dólar libre cotizaba a $75,50. Ajustado por la expansión monetaria, hoy debería valer $1.302. El “contado con liquidación”, que se negociaba a $80,93, alcanzaría $1.395, mientras que el dólar oficial, que entonces cotizaba a $60, se ubicaría en torno a $1.035, un valor cercano al dólar mayorista actual.
El Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral que mide el Banco Central se situó la última semana en 81 puntos, por debajo de una línea de equilibrio teórico de 100 puntos, fijada en el nivel que alcanzó el 17 de diciembre de 2015, cuando la administración de Mauricio Macri levantó el “cepo” heredado de la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Este indicador sugiere que el tipo de cambio estaría 19 puntos porcentuales por debajo del nivel de equilibrio, lo que implicaría una devaluación “discreta” para llevarlo a unos $1.235 por dólar.
Otra aproximación a un precio de equilibrio para el dólar es el de comparar su evolución respecto de la inflación en los últimos cinco años de vigencia del “cepo” cambiario.
En términos de inflación acumulada, entre noviembre de 2019 y octubre de 2024 alcanzó 2.789%. Bajo este criterio, el dólar libre debería costar cerca de $2.180 y el “contado con liquidación” $2.338, prácticamente el doble de los valores actuales. Por su parte, el dólar mayorista ajustado por inflación llegaría a $1.673, una cifra elevada pero cercana al dólar “turista” actual, con la carga impositiva incluida.
Fuente: Infobae